47 Versículo de la Biblia sobre La oración, respuestas a

Versículos Más Relevantes

Salmos 145:18-19

Cof Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan con verdad. Resh Cumplirá el deseo de los que le temen; y su clamor oirá, y los salvará.

Salmos 3:4

Con mi voz clamé al SEÑOR, y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)

Salmos 6:8-9

Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque el SEÑOR ha oído la voz de mi lloro. El SEÑOR ha oído mi ruego; el SEÑOR ha recibido mi oración.

Salmos 30:2-3

SEÑOR Dios mío, clamé a ti, y me sanaste. Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.

Salmos 66:19-20

Mas ciertamente me oyó Dios; atendió a la voz de mi oración. Bendito Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.

Salmos 116:1-2

Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas. Porque ha inclinado a mí su oído, le invocaré en todos mis días.

Éxodo 15:23-25

Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? Y Moisés clamó al SEÑOR; y el SEÑOR le mostró un árbol, el cual cuando lo metió dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y derechos, y allí los probó;

Éxodo 17:4-7

Entonces clamó Moisés al SEÑOR, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. Y el SEÑOR dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara, con que heriste el río, y ve: He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.Leer más.
Y llamó el nombre de aquel lugar Masá y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron al SEÑOR, diciendo: ¿Está, pues, el SEÑOR entre nosotros, o no?

Números 11:10-17

Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y el furor del SEÑOR se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés. Y dijo Moisés al SEÑOR: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?Leer más.
¿De dónde tengo yo carne para dar a todo este pueblo? Porque vienen a mí llorando y diciendo: Danos carne que comamos. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es demasiado pesado. Y si así tienes que hacer tú conmigo, yo te ruego que me mates de repente, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal. Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Júntame setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus príncipes; y tráelos a la puerta del tabernáculo del testimonio, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

1 Samuel 1:10-20

Y ella con amargura de alma oró al SEÑOR llorando abundantemente; e hizo voto, diciendo: SEÑOR de los ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, mas dieres a tu sierva simiente de varón, yo lo dedicaré al SEÑOR todos los días de su vida, y no subirá navaja sobre su cabeza. Y fue que como ella orara largamente delante del SEÑOR, Elí estaba observando la boca de ella.Leer más.
Mas Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y la tuvo Elí por borracha. Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás borracha? Digiere tu vino. Y Ana le respondió, diciendo: No, señor mío; mas yo soy una mujer acongojada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR. No tengas a tu sierva por una hija de Belial; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora. Y Elí respondió, y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste. Y levantándose de mañana, adoraron delante del SEÑOR, y volvieron, y llegaron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella. Y fue que al pasar el tiempo, Ana concibió, y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, \'

Salmos 99:6

Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su Nombre; invocaban al SEÑOR, y él les respondía.

1 Samuel 7:9

Y Samuel tomó un cordero de leche, y lo sacrificó entero al SEÑOR en holocausto; y clamó Samuel al SEÑOR por Israel, y el SEÑOR le oyó.

Lamentaciones 3:55-57

Cof: Invoqué tu nombre, oh SEÑOR, desde la cárcel profunda. Cof: Oíste mi voz; no escondas tu oído a mi clamor, para mi respiro. Cof: Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas.

Jonás 2:1-2

Y oró Jonás desde el vientre del pez al SEÑOR su Dios. Y dijo: Clamé de mi tribulación al SEÑOR, Y él me oyó; Del vientre del Seol clamé, Y mi voz oíste.

Santiago 5:17-18

Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y rogó en oración que no lloviera, y no llovió sobre la tierra tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.

1 Reyes 9:3

Y le dijo el SEÑOR: Yo he oído tu oración y tu ruego, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta Casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.

2 Crónicas 18:31

Y cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y lo cercaron para pelear; mas Josafat clamó, y le ayudó el SEÑOR, y Dios los apartó de él.

Deuteronomio 26:7-8

Y clamamos al SEÑOR Dios de nuestros padres; y el SEÑOR oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo, y nuestra opresión. Y nos sacó el SEÑOR de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros;

Éxodo 2:23-25

Y aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gimieron a causa de la servidumbre, y clamaron, y su clamor subió a Dios desde su servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.

Éxodo 3:7-9

Y dijo el SEÑOR: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; por lo cual yo he entendido sus dolores. Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios; yo los sacaré de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo, y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido ahora delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.

Números 20:16

y clamamos al SEÑOR, el cual oyó nuestra voz, y envió un ángel, y nos sacó de Egipto; y he aquí estamos en Cades, ciudad al extremo de tu término.

1 Samuel 12:8

Después que Jacob hubo entrado en Egipto y vuestros padres clamaron al SEÑOR, el SEÑOR envió a Moisés y a Aarón, los cuales sacaron a vuestros padres de Egipto, y los hicieron habitar en este lugar.

Salmos 81:7

En la calamidad clamaste, y yo te libré; te respondí en el secreto del trueno; te probé sobre las aguas de Meriba. (Selah.)

1 Samuel 12:10-11

Y ellos clamaron al SEÑOR, y dijeron: Pecamos, porque hemos dejado al SEÑOR, y hemos servido a los baales y a Astarot; líbranos, pues, ahora de la mano de nuestros enemigos, y te serviremos. Entonces el SEÑOR envió a Jerobaal, a Bedán, a Jefté, y a Samuel, y os libró de mano de vuestros enemigos alrededor, y habitasteis seguros.

Jueces 3:9

Y clamaron los hijos de Israel al SEÑOR; y el SEÑOR despertó un salvador a los hijos de Israel y los libró; es a saber, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb.

2 Reyes 19:19-20

Ahora, pues, oh SEÑOR Dios nuestro, sálvanos ahora de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que tú solo eres el SEÑOR Dios. Entonces Isaías hijo de Amós envió a decir a Ezequías: Así dijo el SEÑOR, Dios de Israel: Lo que me rogaste acerca de Senaquerib rey de Asiria, he oído.

1 Crónicas 5:20

Y fueron ayudados contra ellos, y los agarenos se dieron en sus manos, y todos los que con ellos estaban; porque clamaron a Dios en la guerra, y les fue favorable, porque esperaron en él.

Éxodo 22:22-23

A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. Que si tú llegas a afligirle, y él a mí clamare, ciertamente oiré yo su clamor;

Job 34:28

haciendo venir delante de sí el clamor del pobre, y él oye el clamor de los necesitados.

Santiago 5:14-16

¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la Iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el Nombre del Señor; y la oración de fe hará salvo al enfermo, y el Señor lo aliviará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos. Porque la oración eficaz del justo, es muy poderosa.

Números 12:10-15

Y la nube se apartó del tabernáculo; y he aquí que María era leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa. Y dijo Aarón a Moisés: Te ruego, señor mío, no pongas ahora sobre nosotros pecado; porque locamente lo hemos hecho, y hemos pecado. No sea ella ahora como el que sale muerto del vientre de su madre, consumida la mitad de su carne.Leer más.
Entonces Moisés clamó al SEÑOR, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora. Respondió el SEÑOR a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su cara, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después se reunirá. Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se le reunió María.

1 Reyes 17:21-22

Y se midió sobre el niño tres veces, y clamó al SEÑOR, y dijo: SEÑOR Dios mío, te ruego que vuelva el alma de este niño a sus entrañas. Y el SEÑOR oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a sus entrañas, y revivió.

2 Reyes 4:32-35

Y cuando llegó Eliseo a la casa, he aquí el niño que estaba tendido muerto sobre su cama. Entrando él entonces, cerró la puerta sobre ambos, y oró al SEÑOR. Después subió, y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre los ojos de él, y sus manos sobre las manos de él; así se midió sobre él, y la carne del niño se calentó.Leer más.
Volviéndose luego, se paseó por la casa a una parte y a otra, y después subió, y volvió a medirse sobre él; y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos.

2 Reyes 20:1-6

En aquellos días cayó Ezequías enfermo de muerte, y vino a él Isaías profeta hijo de Amós, y le dijo: El SEÑOR dice así: Dispón de tu casa, porque has de morir, y no vivirás. Entonces volvió él su rostro a la pared, y oró al SEÑOR, y dijo: Te ruego, oh SEÑOR, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con corazón perfecto; y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.Leer más.
Y antes que Isaías saliera hasta la mitad del patio, vino palabra del SEÑOR a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice el SEÑOR, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí yo te sano; al tercer día subirás a la Casa del SEÑOR. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor de mí, y por amor de David mi siervo.

Isaías 38:1-6

En aquellos días cayó Ezequías enfermo para morir; y vino a él Isaías Profeta, hijo de Amoz, y le dijo: El SEÑOR dice así: Ordena tu casa, porque tú morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración al SEÑOR. Y dijo: Oh SEÑOR, te ruego te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón; y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.Leer más.
Entonces vino palabra del SEÑOR a Isaías, diciendo: Ve, y di a Ezequías: El SEÑOR Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y tus lágrimas he visto; he aquí que yo añado a tus días quince años. Y te libraré, y a esta ciudad, de mano del rey de Asiria; y a esta ciudad ampararé.

Mateo 8:2-3

Y he aquí un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego su lepra fue limpiada.

Marcos 1:40-42

Y un leproso vino a él, rogándole; e hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio. Y así que hubo él hablado, la lepra se fue luego de aquel, y fue limpio.

Lucas 5:12-13

Y aconteció que estando en una ciudad, he aquí un hombre lleno de lepra, el cual viendo a Jesús, postrándose sobre el rostro, le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Entonces, extendiendo la mano, le tocó diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego la lepra se fue de él.

Hechos 9:40

Entonces echados fuera todos, Pedro puesto de rodillas, oró; y vuelto al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y viendo a Pedro, se incorporó.

Deuteronomio 9:18-19

Y me postré delante del SEÑOR, como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado en que habíais pecado haciendo mal en ojos del SEÑOR para enojarlo. Porque temí a causa del furor y de la ira con que el SEÑOR estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero el SEÑOR me oyó aun esta vez.

1 Samuel 7:8-9

Y dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros al SEÑOR nuestro Dios, que nos salve de la mano de los filisteos. Y Samuel tomó un cordero de leche, y lo sacrificó entero al SEÑOR en holocausto; y clamó Samuel al SEÑOR por Israel, y el SEÑOR le oyó.

Hechos 12:5-8

Así que, Pedro era guardado en la cárcel; y la Iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. Y cuando Herodes le había de sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, preso con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta, que guardaban la cárcel. Y he aquí, el ángel del Señor sobrevino, y una luz resplandeció en la cárcel; e hiriendo a Pedro en el lado, le despertó, diciendo: Levántate prestamente. Y las cadenas se le cayeron de las manos.Leer más.
Y le dijo el ángel: Cíñete, y átate tus sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Rodéate tu ropa, y sígueme.

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