46 Versículo de la Biblia sobre la protección de los enemigos
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Al Vencedor: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo. Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
El SEÑOR lo guarde, y le dé vida: sea bienaventurado en la tierra, y no lo entregues a la voluntad de sus enemigos.
Guárdame, oh SEÑOR, de manos del impío, del varón de violencia me guarde; que han pensado trastornar mis pasos.
Y quitará el SEÑOR de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces; no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.
Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.
Que me saca de entre mis enemigos; tu me sacaste en alto de entre los que se levantaron contra mi; me libraste del varón de iniquidades.
Al Vencedor: Salmo de David. Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.
Guárdame de las manos del lazo que me han tendido, y de los lazos de los que obran iniquidad.
Escóndeme del secreto consejo de los malignos; de la conspiración de los que obran iniquidad;
Me libró de mi fuerte enemigo, y de los que me aborrecían, aunque ellos eran más fuertes que yo.
De delante de los malos que me oprimieron, de mis enemigos que me cercan por la vida.
Al Vencedor: Salmo de David. Líbrame, oh SEÑOR, del hombre malo; de varón de violencia me guarde.
Por tanto, no seáis rebeldes contra el SEÑOR, ni temáis al pueblo de esta tierra, porque nuestro pan son; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está el SEÑOR; no los temáis.
Dichoso el varón que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.
Porque tendieron mal contra ti; fraguaron maquinaciones, mas no prevalecieron.
porque tú has sido mi refugio, mi torre de fortaleza delante del enemigo.
Si anduviere yo por medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y tu diestra me salvará.
No temeré de diez millares de gente, que pusieren cerco contra mí.
Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me esconderá en el escondrijo de su tienda; en roca me pondrá alto.
Y me diste la cerviz de mis enemigos, y destruí a los que me aborrecían.
Mi libertador de mis enemigos; también me hiciste superior a mis adversarios; de varón traidor me libraste.
Guárdame como lo negro de la niña del ojo, escóndeme con la sombra de tus alas.
Dijo el SEÑOR: De cierto tus reliquias serán en bien; de cierto haré que el enemigo te salga a recibir en el tiempo trabajoso, y en el tiempo de angustia.
Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus escondidos.
Yo seré para ella, dice el SEÑOR, muro de fuego en derredor, y seré por gloria en medio de ella.
Yo, el SEÑOR, la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que el enemigo no la visite.
Levántate, SEÑOR; sálvame, Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebraste.
Y pelearán contra ti, mas no te vencerán; porque yo soy contigo, dice el SEÑOR, para librarte.
Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda de día y de noche sobre los que edificaban .
Bet Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.
Mas la multitud de tus enemigos que vendrán de lejos será como polvo menudo, y la multitud de los fuertes como tamo que pasa; y será repentinamente, en un momento.
Mas tú, el SEÑOR, eres escudo por mí; mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.
Y el SEÑOR los ayudó, y los libera, y los libertará de los impíos; y los salvará, por cuanto esperaron en él.
Al Vencedor: Salmo de David. El SEÑOR te oiga en el día de la angustia; te ensalce el nombre del Dios de Jacob.
Mas fiel es el Señor, que os confirmará y guardará del mal.
Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
que el SEÑOR vuestro Dios anda con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.
SEÑOR, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y quien habla calumnia.
Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: Defiéndeme de mi adversario.
Levántate, oh SEÑOR; prevén su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;
Líbrame de los que obran iniquidad, y sálvame de varones sanguinarios.