25 Versículo de la Biblia sobre La rivalidad
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Y Nadab, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asa rey de Judá; y reinó sobre Israel dos años. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, andando en el camino de su padre, y en sus pecados con que hizo pecar a Israel. Y Baasa hijo de Ahías, el cual era de la casa de Isacar, conspiró contra él; y lo hirió Baasa en Gibetón, que era de los filisteos; porque Nadab y todo Israel tenían sitiado a Gibetón.Leer más.
Lo mató, pues, Baasa en el tercer año de Asa rey de Judá, y reinó en lugar suyo. Y sucedió que cuando él reinó, hirió a toda la casa de Jeroboam, sin dejar alma viviente de los de Jeroboam, hasta raerlo, conforme a la palabra de Jehová que Él habló por su siervo Ahías silonita; por los pecados de Jeroboam que él había cometido, y con los cuales hizo pecar a Israel; y por su provocación con que provocó a enojo a Jehová Dios de Israel. Lo demás de los hechos de Nadab, y todo lo que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
Entonces el pueblo de Israel fue dividido en dos partes. La mitad del pueblo seguía a Tibni hijo de Ginat, para hacerlo rey; y la otra mitad seguía a Omri. Mas el pueblo que seguía a Omri, pudo más que el que seguía a Tibni hijo de Ginat; y Tibni murió, y Omri fue rey.
¿No sabéis lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de aquellas tierras librar su tierra de mi mano? ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiese salvar su pueblo de mi mano, para que pueda vuestro Dios libraros de mi mano? Ahora, pues, no os engañe Ezequías, ni os persuada tal cosa, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar su pueblo de mis manos, y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mi mano?Leer más.
Y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías. Además de esto escribió cartas en que blasfemaba a Jehová el Dios de Israel, y hablaba contra Él, diciendo: Como los dioses de las naciones de otras tierras no pudieron librar a su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos. Y gritaron a gran voz en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba en los muros, para espantarles y atemorizarles, para tomar la ciudad. Y hablaron contra el Dios de Jerusalén, como contra los dioses de los pueblos de la tierra, obra de manos de hombres. Mas el rey Ezequías, y el profeta Isaías hijo de Amoz, oraron por esto, y clamaron al cielo. Y Jehová envió un ángel, el cual hirió a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Se volvió por tanto con vergüenza de rostro a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada los que habían salido de sus entrañas. Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y los condujo por todas partes.
Diréis así a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, diciendo: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria. He aquí que tú oíste lo que hicieron los reyes de Asiria a todas las tierras, que las destruyeron; ¿y serás tú librado? ¿Acaso libraron los dioses de las naciones a los que destruyeron mis antepasados, a Gozán, y Harán, Rezef, y a los hijos de Edén que moraban en Telasar?Leer más.
¿Dónde está el rey de Hamat, y el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena, y de Iva?
Y tomó Ezequías las cartas de mano de los mensajeros, y las leyó; y subió a la casa de Jehová, y las extendió delante de Jehová. Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios sobre todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.Leer más.
Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye todas las palabras de Senaquerib, el cual ha enviado a blasfemar al Dios viviente. Ciertamente, oh Jehová, los reyes de Asiria destruyeron todas las naciones y sus tierras, y echaron los dioses de ellos al fuego; porque no eran dioses, sino obra de manos de hombre, madera y piedra; por eso los destruyeron. Ahora pues, Jehová Dios nuestro, líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que sólo tú eres Jehová. Entonces Isaías hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: Jehová Dios de Israel dice así: Acerca de lo que me rogaste sobre Senaquerib rey de Asiria, ésta es la palabra que Jehová habló acerca de él: La virgen, la hija de Sión te ha menospreciado, y ha hecho escarnio de ti; a tus espaldas mueve su cabeza la hija de Jerusalén. ¿A quién injuriaste y a quién blasfemaste? ¿Contra quién has alzado tu voz, y levantado tus ojos en alto? Contra el Santo de Israel. Por mano de tus siervos infamaste al Señor, y dijiste: Yo con la multitud de mis carros subiré a las alturas de los montes, a las laderas del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses escogidos; llegaré hasta la cumbre, al monte de su Carmelo. Yo cavé, y bebí las aguas; y con las pisadas de mis pies sequé todos los ríos de los lugares sitiados. ¿Acaso no has oído decir que desde hace mucho tiempo yo lo hice, que desde los días de la antigüedad lo he formado? Lo he hecho venir ahora, y tú serás para que tornes ciudades fortificadas en montones de ruinas. Y sus moradores, fueron cortos de poder, desalentados y confusos, fueron como pasto del campo y hortaliza verde, como hierba de los tejados, que antes de sazón se seca. Pero yo conozco tu sentarte, tu salir y tu entrar, y tu furor contra mí. Porque contra mí te airaste, y tu estruendo ha subido a mis oídos; pondré, pues, mi anzuelo en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste. Y esto te será por señal: Comerás este año lo que nace de suyo, y el año segundo lo que nace de suyo; y el año tercero sembraréis y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis su fruto. Y el remanente de la casa de Judá que hubiere escapado, volverá a echar raíz abajo, y llevará fruto arriba. Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y los que escapen del monte de Sión. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni lanzará saeta en ella; no vendrá delante de ella con escudo, ni levantará baluarte contra ella. Por el camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová: Pues yo ampararé a esta ciudad para salvarla por amor de mí mismo, y por amor de David mi siervo. Y salió el ángel de Jehová, e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. Entonces Senaquerib rey de Asiria partió, y fue y volvió, y habitó en Nínive. Y aconteció, que mientras adoraba en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer, sus hijos, le mataron a espada, y huyeron a la tierra de Ararat; y reinó en su lugar Esarhadón su hijo.
Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese potaje rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto, fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.Leer más.
Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú su primogenitura.
Y Esaú aborreció a Jacob a causa de la bendición con que le había bendecido su padre, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y entonces yo mataré a mi hermano Jacob.
Y su adversaria la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová había cerrado su matriz. Y así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, enojaba así a la otra; por lo cual ella lloraba, y no comía.
Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl mató a sus miles, y David a sus diez miles. Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl miró con malos ojos a David.
Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú serás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, y tráemelo, porque ha de morir.
Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta que corriesen delante de él. Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino de la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba a sí, y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey.Leer más.
Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia! Y acontecía que, cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía su mano, y lo tomaba, y lo besaba. Y de esta manera hacía con todo Israel que venía al rey para juicio; y así robaba Absalón el corazón de los hombres de Israel. Y al cabo de cuarenta años aconteció que Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya a Hebrón, a pagar mi voto que he prometido a Jehová: Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gesur en Siria, diciendo: Si Jehová me volviere a Jerusalén, yo serviré a Jehová. Y el rey dijo: Ve en paz. Y él se levantó, y se fue a Hebrón. Pero Absalón envió espías por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oyereis el sonido de la trompeta, diréis: Absalón reina en Hebrón. Y fueron con Absalón doscientos hombres de Jerusalén por él convidados, los cuales iban inocentemente, sin saber nada. Y Absalón envió por Ahitofel gilonita, consejero de David, a Gilo su ciudad, mientras ofrecía sus sacrificios. Y la conspiración vino a ser grande, pues se iba aumentando el pueblo que seguía a Absalón. Y vino el aviso a David, diciendo: El corazón de todo Israel va tras Absalón.
Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a mí, y se volverán a Roboam rey de Judá.
No tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su rival, descubriendo su desnudez delante de ella en su vida.
Entonces entraron en disputa, de cuál de ellos sería el mayor. Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó a un niño, y lo puso junto a sí, y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mí nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése será el más grande.
En aquella hora vinieron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo: Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.Leer más.
Cualquiera, pues, que se humillare como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
Pero ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre sí, de quién había de ser el mayor. Entonces sentándose, llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos. Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo:Leer más.
El que recibiere en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí, sino al que me envió.
Entonces vino a Él la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, adorándole y pidiéndole algo. Y Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Concede que en tu reino se sienten estos mis dos hijos, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís: ¿Podéis beber la copa que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Ellos le dijeron: Podemos.Leer más.
Y Él les dijo: A la verdad de mi copa beberéis, y seréis bautizados con el bautismo que yo soy bautizado, pero el sentaros a mi mano derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre. Y oyéndolo los diez, se indignaron contra los dos hermanos.
Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, vinieron a Él, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. Y Él les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Y ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.Leer más.
Pero Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: A la verdad, beberéis de la copa de que yo bebo, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no es mío darlo, sino que será dado a aquellos para quienes está preparado. Y cuando lo oyeron los diez, comenzaron a indignarse contra Jacobo y contra Juan.
Mas vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis vuestro padre a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en el cielo. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.Leer más.
Y el que es mayor entre vosotros, sea vuestro siervo.
porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y divisiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo; y otro: Yo de Apolos; ¿no sois carnales?
Digo esto ahora, porque cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Pero Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que parecen ser príncipes de los gentiles, se enseñorean sobre ellos; y los que entre ellos son grandes, tienen potestad sobre ellos. Pero no será así entre vosotros; antes el que quisiere ser grande entre vosotros, será vuestro servidor; y el que de vosotros quisiere ser el primero, será siervo de todos.Leer más.
Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos.
Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los príncipes de los gentiles se enseñorean sobre ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos autoridad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quisiere ser grande entre vosotros, sea vuestro servidor, y el que quisiere ser el primero entre vosotros, sea vuestro servidor;Leer más.
así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; y otros también de buena voluntad. Los unos predican a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio.Leer más.
¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es predicado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.