58 Versículos de la Biblia sobre Los frutos de justicia
Versículos Más Relevantes
Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo; y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará.
Salmo de David. El SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en el monte de tu santidad? El que anda en integridad, y obra justicia, y habla verdad en su corazón.
¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién estará en el lugar de su santidad? El limpio de manos, y limpio de corazón; el que no tomó en vano mi Nombre, ni juró con engaño. El recibirá bendición del SEÑOR, y justicia del Dios de salud.
No pondré delante de mis ojos cosa injusta; hacer traiciones aborrecí; no se allegarán a mí. Corazón perverso se apartará de mí; no conoceré al malvado.
Zain Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Chet clemente, y misericordioso, y justo.
Mem De mala fama no tendrá temor, Nun su corazón está firme, confiado en el SEÑOR. Sámec Asentado está su corazón, no temerá, Ayin hasta que vea en sus enemigos su deseo .
La justicia del perfecto enderezará su camino; mas el impío por su impiedad caerá. La justicia de los rectos los librará; mas los pecadores en su pecado serán presos.
El impío hace obra falsa; mas el que sembrare justicia, tendrá galardón firme. Como la justicia es para vida, así el que sigue el mal es para su muerte.
Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de justicia, reposo y seguridad para siempre.
El que camina en justicia, el que habla rectitud, el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos de recibir cohecho; el que tapa su oreja, por no oír sangre; el que aprieta sus ojos, por no ver cosa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de acogimiento; a éste se dará su pan, y sus aguas serán ciertas.
Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo os aplaudirán con las manos. En lugar de la zarza crecerá haya; y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será al SEÑOR por nombre, por señal eterna que nunca será raída.
¿No es antes el ayuno que yo escogí, desatar los líos de impiedad, deshacer los haces de opresión, y soltar libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? Que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras; y no te escondas de tu hermano. Entonces nacerá tu luz, como el alba; y tu sanidad reverdecerá presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria del SEÑOR te recogerá.Leer más.
Entonces invocarás, y oirás al SEÑOR; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad: Y si derramares tu alma al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía; y el SEÑOR te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y engordará tus huesos; y serás como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Y edificarán de ti los desiertos antiguos, los cimientos caídos de generación y generación levantarás; y serás llamado Reparador de portillos, Restaurador de calzadas para habitar. Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso día del SEÑOR, y lo venerares no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras. Entonces te deleitarás en el SEÑOR: y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te haré comer la heredad de Jacob tu padre, porque la boca del SEÑOR ha hablado.
Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
Sembrad vosotros mismos para justicia, segad vosotros mismos para misericordia; arad vuestro barbecho; porque es el tiempo de buscar al SEÑOR, hasta que venga y os enseñe justicia.
Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata; y ofrecerán al SEÑOR Presente con justicia.
Mas a vosotros los que teméis mi Nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salud; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
Porque os digo, que si vuestra justicia (rectitud) no fuere mayor que la de los escribas y de los fariseos, no entraréis en el Reino de los cielos.
El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas.
El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
Respondió Jesús, y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid; así vosotros, si no estuviereis en mí. YO SOY la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
Humana cosa digo, por la flaqueza de vuestra carne; que como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santidad, presentéis vuestros miembros para servir a la justicia. Porque siendo antes siervos del pecado, ahora habéis sido hechos siervos de la justicia. ¿Qué fruto, pues, teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.Leer más.
Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin la vida eterna.
para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Porque la prudencia de la carne es muerte; mas la prudencia del Espíritu, vida y paz;
que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve al Cristo, agrada a Dios, y es acepto a los hombres.
De manera que si alguno es en Cristo, son nueva creación; las cosas viejas pasaron; he aquí todo es hecho nuevo.
Y el que da la simiente al que siembra, también dará pan para comer, y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los crecimientos de los frutos de vuestra justicia;
destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia del Cristo.
Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
No os engañéis, Dios no puede ser burlado; porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra en su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra en el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Solamente que converséis como es digno del Evangelio del Cristo; para que, o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes obrando juntamente por la fe del Evangelio, y en nada intimidados de los que se oponen; que a ellos ciertamente es indicio de perdición, mas a vosotros de salud; y esto de Dios;
porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
y revestíos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo creó;
Huye también de los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de limpio corazón.
Desde ahora, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que desean su venida.
que la comunicación de tu fe sea eficaz, para conocimiento de todo el bien que está en vosotros, por Cristo Jesús.
¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. ¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? Muestre por la buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.Leer más.
Pero si tenéis envidia amarga, y contención en vuestros corazones, no os gloriéis, ni seáis mentirosos contra la verdad. Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay envidia y contención, allí hay perturbación, y toda obra perversa. Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.
Vosotros también, poniendo toda diligencia en esto mismo, mostrad en vuestra fe, virtud; y en la virtud, ciencia; y en la ciencia, templanza; y en la templanza, paciencia; y en la paciencia, temor de Dios; y en el temor de Dios, amor fraternal; y en el amor fraternal, caridad.Leer más.
Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesús, el Cristo. Pero el que no tiene estas cosas, es ciego, y anda tentando el camino con la mano, habiendo olvidado de la purgación de sus antiguos pecados.
Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él. Mas el que guarda su Palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él; por esto sabemos que estamos en él.Leer más.
El que dice que está en él, debe andar como él anduvo.
El que ama a su hermano, está en la luz, y no hay tropiezo en él. Mas el que aborrece a su Hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
Pues lo que habéis oído desde el principio, sea permaneciente en vosotros. Porque si lo que habéis oído desde el principio fuere permaneciente en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Si sabéis que él es justo, sabed también que cualquiera que hace justicia, es nacido de él.
Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
Cualquiera que permanece en él, no peca; cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, no os engañe ninguno; el que hace justicia, es justo, como él también es justo.
Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
Nosotros sabemos que somos pasados de muerte a vida, en que amamos a los Hermanos. El que no ama a su Hermano, permanece en muerte.
y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.