9 Versículos de la Biblia sobre Los prejuicios raciales

Mas no le recibieron, porque su rostro era como de alguien que iba a Jerusalén.

Y la mujer samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.

Y les dijo: Vosotros sabéis que es abominable a un varón judío juntarse o llegarse a extranjero; mas me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo;

diciendo: ¿Por qué has entrado a varones que tienen capullo, y has comido con ellos?

Pero cuando conocieron que era judío, fue hecha una voz de todos, que gritaron casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios!

Porque antes que vinieran unos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; mas después que vinieron, se retraía y apartaba, teniendo miedo de los que eran de la circuncisión.

Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán.

Mas se refrenó Amán, y vino a su casa, y envió, e hizo venir sus amigos, y a Zeres su mujer. Y les refirió Amán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus hijos, y todas las cosas con que el rey le había engrandecido y con que le había ensalzado sobre los príncipes y siervos del rey. Y añadió Amán: También la reina Ester a ninguno hizo venir con el rey al banquete que ella dispuso, sino a mí; y aun para mañana soy convidado de ella con el rey.Leer más.
Mas todo esto nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey. Y le dijo Zeres su mujer, y todos sus amigos: Hagan una horca \'

Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: En verdad hallo que Dios no hace acepción de personas; sino que en cualquier nación el que le teme y obra justicia, es acepto a él.