43 Versículo de la Biblia sobre Sed
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Y toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, al mandamiento del SEÑOR, y asentaron el campamento en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. Y riñó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué reñís conmigo? ¿Por qué tentáis al SEÑOR? Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, y a nuestros hijos y a nuestros ganados?Leer más.
Entonces clamó Moisés al SEÑOR, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. Y el SEÑOR dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara, con que heriste el río, y ve: He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.
Y no hubo agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. Y riñó el pueblo con Moisés, y hablaron diciendo: ¡Mejor que nosotros hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante del SEÑOR! Y ¿por qué hiciste venir la congregación del SEÑOR a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias?Leer más.
¿Y por qué nos has hecho venir de Egipto, a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas, ni granadas; ni aun hay agua para beber. Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo del testimonio, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria del SEÑOR apareció sobre ellos. Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Toma la vara y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña en ojos de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación, y a sus bestias. Entonces Moisés tomó la vara de delante del SEÑOR, como él le mandó. Y juntaron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: Oíd ahora, rebeldes; ¿os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano, e hirió la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.
que te sacó por un desierto grande y espantoso, de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde ningún agua había , y él te sacó agua de la peña, del pedernal;
Y teniendo gran sed, clamó luego al SEÑOR, y dijo: Tú has dado esta gran salud por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos? Entonces quebró Dios una muela que estaba en la quijada, y salieron de allí aguas, y bebió, y recobró su espíritu, y vivió. Por tanto llamó su nombre de aquel lugar , En-hacore (fuente del que llama ), el cual está en Lehi, hasta hoy.
Y les diste pan del cielo en su hambre, y en su sed les sacaste aguas de la piedra; y les dijiste que entrasen a poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano que se la habías de dar.
Hendió las peñas en el desierto; y les dio a beber de abismos grandes; y sacó de la peña corrientes, e hizo descender aguas como ríos.
Abrió la peña, y corrieron aguas; fluyeron por los secadales un río.
Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, sin hallar ciudad en dónde vivir. Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. Y clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.Leer más.
Los dirigió por camino derecho, para que viniesen a ciudad de habitación. Alaben al SEÑOR por su misericordia; y sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque sació al alma menesterosa, y llenó de bien al alma hambrienta.
el cual tornó la peña en estanque de aguas, y en fuente de aguas la roca.
Y no tuvieron sed cuando los llevó por los desiertos; les hizo correr agua de la piedra; cortó la peña, y corrieron las aguas.
Los pobres y menesterosos buscan las aguas, que no hay ; su lengua se secó de sed; yo, el SEÑOR, los oiré; yo , el Dios de Israel, no los desampararé. En los cabezcos altos abriré ríos, y fuentes en la mitad de los llanos; tornaré el desierto en estanques de aguas; y en manaderos de aguas la tierra seca.
Salmo de David. El SEÑOR es mi pastor; no desfalleceré. En lugares de delicados pastos me hará yacer; junto a aguas de reposo me pastoreará.
He aquí oh Dios, salud mía; me aseguraré, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH, el SEÑOR, el cual ha sido salud para mí. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salud.
Entonces el cojo saltará como un ciervo; y alabará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y arroyos en la soledad. El lugar seco será tornado en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la habitación de dragones, en su cama, será lugar de cañas y de juncos.
y el SEÑOR te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y engordará tus huesos; y serás como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan.
y todos comieron la misma vianda espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Piedra espiritual que los seguía, y la Piedra era el Cristo.
Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dice: Dame de beber. (Porque sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.) Y la mujer samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.Leer más.
Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú pedirías de él, y él te daría agua viva. La mujer le dice: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual él bebió, y sus hijos, y sus ganados? Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed; sino que el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Y Jesús les dijo: YO SOY el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre. (Y esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; porque aún no era dado el Espíritu Santo, porque Jesús aún no era glorificado.)
Y será aquel Varón como escondedero contra el viento, y como acogida contra el turbión; como riberas de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre.
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas.
Por tanto, así dijo el Señor DIOS: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre. He aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed; he aquí, que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados;
Por ventura no te acarreó esto el haber dejado al SEÑOR tu Dios, cuando te hacía andar por el camino. Ahora, pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto? ¿Para qué bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria? ¿Para qué bebas agua del Río (Eufrates )?
Estos son fuentes sin agua, y nubes traídas de torbellino de viento; para los cuales está guardada eternalmente la oscuridad de las tinieblas.
A todos los sedientos: Venid a las aguas. Y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.
Mas en el postrer día, el día grande de la Fiesta, se puso de pie y clamó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida gratuitamente.
Al Vencedor: Masquil a los hijos de Coré. Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo. ¡Cuándo vendré, y compareceré delante de Dios!
Señor, delante de ti están todos mis deseos; y mi suspiro no te es oculto.
Salmo de David, estando en el desierto de Judá. Dios, Dios mío eres tú; a ti madrugaré; mi alma tuvo sed de ti, mi carne te desea en tierra de sequedad y transida sin aguas.
Extendí mis manos a ti; mi alma a ti como la tierra sedienta. (Selah.)
Con mi alma te deseo en la noche, y entre tanto que me dure el espíritu en medio de mí, madrugaré a buscarte; porque desde que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia (o rectitud) , porque ellos serán saciados.
No tendrán más hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni ningún otro calor; porque el Cordero que está en medio del trono los regirá, y los guiará a fuentes vivas de aguas; y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.
Me hizo tornar luego a la entrada de la Casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente; y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al mediodía del altar. Y me sacó por el camino de la puerta del norte, y me hizo rodear por el camino fuera de la puerta, por fuera al camino de la que mira al oriente; y he aquí las aguas que salían al lado derecho. Y saliendo el varón hacia el oriente, tenía un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos.Leer más.
Y midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. Y midió otros mil, e iba ya el río que yo no podía pasar, porque las aguas se habían alzado, y el río no se podía pasar sino a nado. Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Después me llevó, y me hizo tornar por la ribera del río. Y tornando yo, he aquí en la ribera del río había muchísimos árboles por un lado y el otro. Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al desierto, y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. Y será que toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos rios, vivirá; y habrá muchos peces en gran manera por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este arroyo. Y será que junto a él estarán pescadores; y desde En-gadi hasta En-eglaim será tendedero de redes, en su clase será su pescado como el pescado del gran mar, mucho en gran manera. Sus charcos y sus lagunas no se sanarán; quedarán para salinas. Y junto al arroyo, en su ribera de una parte y de otra, crecerá todo árbol de fruto de comer; su hoja nunca caerá, ni faltará su fruto; a sus meses madurará, porque sus aguas salen del Santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.
Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas; la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. Y el SEÑOR será Rey sobre toda la tierra. En aquel día el SEÑOR será uno, y su nombre uno.
Y por esto también gemimos, deseando ser sobrevestidos de aquella nuestra habitación que es del cielo;
Desde ahora, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que desean su venida.
mas empero deseaban la mejor, es a saber, la celestial, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les había aparejado ciudad.
Y me dijo: Hecho es. YO SOY el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente. El que venciere, recibirá todas las cosas por heredad; y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En el medio de la plaza de ella, y de un lado y del otro del río, el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol son para la sanidad de los gentiles. Y toda cosa maldita no será más; sino el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.
Tópicos sobre Sed
Dios saciando nuestra sed
Juan 4:13-14Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;