76 Versículos de la Biblia sobre Tablas
Versículos Más Relevantes
Yo te ruego que hagamos una pequeña cámara de paredes, y pongamos en ella cama, y mesa, y silla, y candelero, para que cuando viniere a nosotros, se recoja en ella.
Y uno de los fariseos le rogó que comiese con él. Y entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.
vino a Él una mujer, trayendo un frasco de alabastro de ungüento de mucho precio, y lo derramó sobre la cabeza de Él, estando Él sentado a la mesa.
Y estando Él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado Él a la mesa, vino una mujer trayendo un frasco de alabastro de ungüento de nardo puro, de mucho precio, y quebrando el frasco de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
Y luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús, se sentó a la mesa.
Y le hicieron allí una cena; y Marta servía; y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con Él.
Aderezas mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Poned la mesa, observad desde la atalaya, comed, bebed; levantaos, príncipes, ungid el escudo.
Asimismo te apartará de la boca de la angustia a lugar espacioso, libre de todo apuro; y te aderezará mesa llena de grosura.
Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, y lo que era para su bien les sea tropiezo.
Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá Dios poner mesa en el desierto?
y te sentaste sobre suntuoso estrado, y fue aderezada mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi incienso y mi óleo.
Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, y partió, y les dio.
Y mientras comían, Jesús tomó el pan, y lo bendijo, y lo partió y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;
Y comiendo ellos, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos.
Y tomando la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; porque os digo que no beberé del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. Y tomando el pan, dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
Y ella dijo: Sí, Señor, mas los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores.
Y ella respondió y le dijo: Sí, Señor, pero aun los perrillos debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos.
Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las migajas debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado Dios. Y le metieron en Jerusalén, donde murió.
y deseaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Además ciento cincuenta hombres de los judíos y magistrados, y los que venían a nosotros de las naciones que están en nuestros alrededores. Y lo que se aderezaba para cada día era un buey, seis ovejas escogidas, y aves también se aparejaban para mí, y cada diez días vino en toda abundancia: y con todo esto nunca requerí el pan del gobernador, porque la servidumbre de este pueblo era grave.
Y estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y a todos los que a la mesa del rey Salomón venían, cada uno un mes; nada les hacía falta.
Y cuando la reina de Seba vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, asimismo la comida de su mesa, el asiento de sus siervos, el estado y la vestimenta de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que sacrificaba en la casa de Jehová, se quedó sin aliento.
Y viendo la reina de Seba la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, los manjares de su mesa, las sillas de sus siervos, el estado de sus criados, las vestiduras de ellos, sus maestresalas y sus vestiduras, y su escalinata por donde subía a la casa de Jehová, se quedó sin aliento.
Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo bodas a su hijo, y envió a sus siervos para que llamasen a los convidados a las bodas; mas no quisieron venir.
Y oyendo esto uno de los que estaban sentados con Él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios.
Y él tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron y se alegraron con él.
Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefiboset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.
Mas a los hijos de Barzilai galaadita harás misericordia, que sean de los convidados a tu mesa; porque ellos vinieron así a mí, cuando yo iba huyendo de Absalón tu hermano.
Envía, pues, ahora y reúneme a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.
y le habló bien, y puso su asiento sobre el asiento de los reyes que estaban con él en Babilonia. Y le cambió las vestiduras de su prisión, y comió siempre delante de él todos los días de su vida.
y habló con él amigablemente, e hizo poner su trono sobre los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia. Le hizo mudar también su ropa de prisionero, y comía pan delante del rey siempre todos los días de su vida.
Y observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, relató una parábola a los convidados, diciéndoles:
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Porque nosotros, siendo muchos somos un solo pan, y un solo cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?Leer más.
¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que es sacrificado a los ídolos? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
Y el rey les señaló una porción para cada día de la comida del rey y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos estuviesen delante del rey. Y estaban entre ellos, de los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y Azarías; a los cuales el príncipe de los eunucos puso nombres. A Daniel llamó Beltsasar; y a Ananías, Sadrac; y a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.Leer más.
Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al príncipe de los eunucos que se le permitiese no contaminarse.
No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
Y se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, y no comió pan el segundo día de la luna nueva: porque tenía dolor a causa de David, porque su padre le había afrentado.
Pero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino;
Los hijos recogen la leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.
Aun mi íntimo amigo, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, levantó contra mí su calcañar.
Y dijo: Te ruego que me dejes ir, porque tenemos sacrificio los de nuestro linaje en la ciudad, y mi hermano mismo me lo ha mandado; por tanto, si he hallado gracia en tus ojos, haré una escapada ahora, y visitaré a mis hermanos. Por esto pues no ha venido a la mesa del rey. Entonces Saúl se enardeció contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre? Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú serás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, y tráemelo, porque ha de morir.
Y el corazón de estos dos reyes será para hacer mal, y en una misma mesa tratarán mentira; mas no servirá de nada, porque el plazo aún ha de venir al tiempo señalado.
Y cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce. Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.
Y sentándose ellos a la mesa, mientras comían, Jesús dijo: De cierto os digo: Uno de vosotros, que come conmigo, me va a entregar.
Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Pero yo soy entre vosotros como el que sirve.
Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá y les servirá.
Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
Y halló en el templo a los que vendían bueyes y ovejas y palomas, y a los cambistas sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y desparramó el dinero de los cambistas, y trastornó las mesas;
Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
Y vinieron a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
Harás también una mesa de madera de acacia: su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio. Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor. Le harás también una moldura alrededor, de un palmo de ancho, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor.Leer más.
Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás a las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. Los anillos estarán junto a la moldura, para lugares de las varas, para llevar la mesa. Y harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa. Harás también sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertas, y sus tazones, con que se libará: de oro fino los harás. Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.
Hizo también la mesa de madera de acacia; su longitud de dos codos, y su anchura de un codo, y de codo y medio su altura; Y la cubrió de oro puro, y le hizo una cornisa de oro en derredor. Le hizo también una moldura de un palmo menor de anchura alrededor, e hizo en derredor de la moldura una cornisa de oro.Leer más.
Le hizo asimismo de fundición cuatro anillos de oro, y los puso a las cuatro esquinas que correspondían a las cuatro patas de ella. Delante de la moldura estaban los anillos, por los cuales se metiesen las varas para llevar la mesa. E hizo las varas de madera de acacia para llevar la mesa, y las cubrió de oro. También hizo los vasos que habían de estar sobre la mesa, sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino.
Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte.
y la mesa, y todos sus vasos, y el candelero, y todos sus vasos, y el altar del incienso,
la mesa y sus varas, y todos sus vasos, y el pan de la proposición.
Y meterás la mesa, y la pondrás en orden; meterás también el candelero y encenderás sus lámparas;
Y a cargo de ellos estará el arca, y la mesa, y el candelero, y los altares, y los vasos del santuario con que ministran, y el velo, con todo su servicio.
Y sobre la mesa de la proposición extenderán el paño azul, y pondrán sobre ella las escudillas, y las cucharas, y las copas, y los tazones para libar; y el pan continuo estará sobre ella.
Porque el tabernáculo fue edificado así; la primera parte, en donde estaba el candelero, y la mesa, y los panes de la proposición; el cual es llamado el Santuario.
Además hizo diez mesas y las puso en el templo, cinco a la derecha, y cinco a la izquierda: igualmente hizo cien tazones de oro.
E hizo Salomón todos los utensilios que pertenecían a la casa de Jehová; un altar de oro, y una mesa sobre la cual estaban los panes de la proposición, también de oro;
Así hizo Salomón todos los utensilios para la casa de Dios, y el altar de oro, y las mesas sobre las cuales se ponían los panes de la proposición;
Asimismo dio oro por peso para las mesas de la proposición, para cada mesa; del mismo modo plata para las mesas de plata.
los cuales queman para Jehová los holocaustos cada mañana y cada tarde, y el incienso aromático; y ponen los panes sobre la mesa limpia, y el candelero de oro con sus candilejas para que ardan cada tarde; porque nosotros guardamos la ordenanza de Jehová nuestro Dios; mas vosotros le habéis dejado.
Luego vinieron al rey Ezequías y le dijeron: Ya hemos limpiado toda la casa de Jehová, el altar del holocausto, y todos sus instrumentos, y la mesa de la proposición con todos sus utensilios.
Y en la entrada de la puerta había dos mesas a un lado, y otras dos al otro, para degollar sobre ellas el holocausto y la expiación y el sacrificio por el pecado. Y por el lado de fuera de las gradas, a la entrada de la puerta del norte, había dos mesas; y al otro lado que estaba a la entrada de la puerta, dos mesas. Cuatro mesas a un lado, y cuatro mesas al otro lado, junto a la puerta; ocho mesas, sobre las cuales degollaban los sacrificios.Leer más.
Y las cuatro mesas para el holocausto eran de piedra labrada, de un codo y medio de longitud, y codo y medio de ancho, y de altura de un codo; sobre éstas ponían los instrumentos con que degollaban el holocausto y el sacrificio. Y adentro, ganchos de un palmo menor, dispuestos en derredor; y sobre las mesas la carne de las ofrendas.
La altura del altar de madera era de tres codos, y su longitud de dos codos; y sus esquinas, y su superficie, y sus paredes, eran de madera. Y me dijo: Ésta es la mesa que está delante de Jehová.
Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y guardarán mis ordenanzas.
Y Matatías, uno de los levitas, primogénito de Salum coreíta, tenía a su cargo las cosas que se hacían en sartén. Y algunos de los hijos de Coat, y de sus hermanos, tenían el cargo de los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada sábado.
Para el pan de la proposición, y para la ofrenda continua, y para el holocausto continuo, de los sábados, y de las nuevas lunas, y de las festividades, y para las santificaciones y sacrificios por el pecado para expiar a Israel, y para toda la obra de la casa de nuestro Dios.
En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que decís: La mesa de Jehová es despreciable.