57 Versículo de la Biblia sobre Traición
Versículos Más Relevantes
Aun el varón de mi paz, en quien yo confiaba, el que comía mi pan, engrandeció contra mí el calcañar.
Y viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los cardinales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los príncipes de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero.
Y dijo Saúl a David: He aquí yo te daré a Merab mi hija mayor por mujer; solamente que me seas hombre valiente, y hagas las guerras del SEÑOR. Mas Saúl decía en sí: No será mi mano contra él, mas la mano de los filisteos será contra él.
Y él dijo: Rey señor mío, mi siervo me ha engañado; pues había tu siervo dicho: Enalbardaré un asno, y subiré en él, e iré al rey; porque tu siervo es cojo. Pero él ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey; mas mi señor el rey es como un ángel de Dios; haz pues lo que bien te pareciere.
Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni el que me aborrecía se engrandeció contra mí, porque me hubiera escondido de él; mas tú, hombre, según mi estimación: mi señor, y mi familiar. Porque juntos comunicábamos dulcemente los secretos, en la Casa de Dios andábamos en compañía.
Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron voces en pos de ti, oh congregación. No les creas, cuando bien te hablaren.
Bet: Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas; no tiene quien la consuele de todos sus amadores; todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos.
Y cuando Abner volvió a Hebrón, lo apartó Joab al medio de la puerta, hablando con él blandamente, y allí le hirió por la quinta costilla, a causa de la muerte de Asael su hermano, y murió.
Entonces entraron ellos en medio de la casa en hábito de mercaderes de grano, y le hirieron en la quinta costilla, y se escaparon Recab y Baana su hermano.
Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías delante de la fuerza de la batalla, y desamparadle, para que sea herido y muera.
Y había Absalón dado orden a sus criados, diciendo: Ahora bien, mirad cuando el corazón de Amnón estará alegre del vino, y cuando yo os dijere: Herid a Amnón, entonces matadle, y no temáis; que yo os lo he mandado. Esforzaos pues, y sed valientes. Y los criados de Absalón hicieron con Amnón como Absalón lo había mandado. Se levantaron luego todos los hijos del rey, y subieron todos en sus mulos, y huyeron.
Y Amasa no se cuidó de la espada que Joab tenía en la mano; y él le hirió con la espada en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle segundo golpe. Después Joab y su hermano Abisai persiguieron a Seba hijo de Bicri.
Entonces ella escribió cartas en nombre de Acab, y las selló con su anillo y las envió a los ancianos y a los principales que moraban en su ciudad con Nabot. Y las cartas que escribió decían así: Proclamad ayuno, y poned a Nabot a la cabecera del pueblo; y poned dos hombres, hijos de Belial, delante de él, que atestigüen contra él, y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo, para que muera.
¡Ay de ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; el que haces deslealtad, y que nadie la hizo contra ti! Cuando acabares de saquear, serás tú también saqueado; y cuando acabares de hacer deslealtad, se hará también contra ti.
Y David salió a ellos, y les habló diciendo: Si habéis venido a mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si para engañarme en pro de mis enemigos, siendo mis manos sin violencia, véalo el Dios de nuestros padres, y demándelo.
Trata tu causa con tu compañero, y no descubras el secreto a otro; para que no te deshonre el que lo oyere, y tu infamia no pueda repararse.
De lo postrero de la tierra oímos salmos: Gloria al justo. Y yo dije: ¡Mi flaqueza, mi flaqueza, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y han prevaricado con prevaricación de desleales. Terror, sima y lazo sobre ti, oh morador de la tierra.
A la verdad el Hijo del hombre va, como está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera al tal hombre no haber nacido.
A la verdad el Hijo del hombre va, como está de él escrito; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera a aquel hombre si nunca hubiera nacido.
Y a la verdad el Hijo del hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por el cual es entregado!
Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los príncipes de los sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le señalaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.
Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, vino a los príncipes de los sacerdotes, para entregárselo. Y ellos oyéndolo se alegraron, y prometieron que le darían dinero. Y buscaba oportunidad de cómo le entregaría.
Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce; y fue, y habló con los príncipes de los sacerdotes, y con los capitanes, de cómo se lo entregaría. Los cuales se alegraron, y concertaron de darle dinero.Leer más.
Y prometió, y buscaba oportunidad para entregarle a ellos a espaldas del pueblo.
Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar. Y entristecidos ellos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ese me ha de entregar.
Y cuando se sentaron a la mesa y comieron, dijo Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar. Entonces ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle cada uno por sí, por ventura: ¿Seré yo? Y el otro: ¿Seré yo? Y él respondiendo les dijo: Es uno de los doce que moja conmigo en el plato.
Y subiendo Jesús a Jerusalén, tomó sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, y azoten, y cuelguen en un madero; mas al tercer día resucitará.
He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes, y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles; y le escarnecerán, y le azotarán, y escupirán en él, y le matarán, mas al tercer día resucitará.
Con todo eso, he aquí la mano del que me entrega, conmigo en la mesa.
Porque sabía quién era el que lo entregaba; por eso dijo: No sois limpios todos.
Habiendo dicho Jesús esto, fue conmovido en el espíritu, y protestó, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar. Entonces los discípulos mirábanse los unos a los otros, dudando de quién decía. Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba sentado en la mesa al lado de Jesús.Leer más.
A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntara quién era aquel de quien decía. El, entonces, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús: Aquel es, a quien yo diere el bocado mojado. Y mojando el bocado, lo dio a Judas Iscariote, hijo de Simón. Y tras el bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dice: Lo que harás, hazlo más pronto.
Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él muchas personas con espadas y bastones, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquel es; prendedle. Y luego que llegó a Jesús, dijo: Hallas gozo, Maestro. Y le besó.
Y luego, aún hablando él, vino Judas, que era uno de los doce, y con él una multitud con espadas y palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas y de los ancianos. Y el que le entregaba les había dado señal común, diciendo: Al que yo besare, aquel es: prendedle, y llevadle con seguridad. Y como vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó.
Estando él aún hablando, he aquí una multitud; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos; y llegó a Jesús para besarle. Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?
Y Joab dijo a Amasa: ¿Tienes paz, hermano mío? Y tomó Joab con la diestra la barba de Amasa, para besarlo. Y Amasa no se cuidó de la espada que Joab tenía en la mano; y él le hirió con la espada en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle segundo golpe. Después Joab y su hermano Abisai persiguieron a Seba hijo de Bicri.
Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece.
Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los príncipes de los sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da a nosotros? Tú lo verás. Y arrojando las piezas de plata al Templo, salió y fue y se ahorcó.
Y hermano entregará a hermano a la muerte, y padre a hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los harán morir.
Y entregará a la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán.
Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros.
Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en mudar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y el medio de un tiempo.
Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra. Y los enemigos del hombre serán los de su casa.
Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre son los de su casa.
Muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi verdad.
Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.
El temor a los hombres es peligroso; mas el que confía en el SEÑOR será levantado.
Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en el SEÑOR perpetuamente, porque en JAH, el SEÑOR está la fortaleza de los siglos.
Por lo cual así mismo padezco esto, pero no me avergüenzo; porque yo sé a quién he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
Tópicos sobre Traición
el daño y la traición
Jeremías 12:6Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron voces en pos de ti, oh congregación. No les creas, cuando bien te hablaren.
la traición
Jeremías 12:6Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron voces en pos de ti, oh congregación. No les creas, cuando bien te hablaren.
La traición, Dios nunca será
Salmos 89:33Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi verdad.
La traición, ejemplo de
Josué 9:22Y llamándolos Josué, les habló diciendo: ¿Por qué nos habéis engañado, diciendo: Habitamos muy lejos de vosotros; siendo que moráis en medio de nosotros?
La traición, el cristiano
Mateo 10:21Y hermano entregará a hermano a la muerte, y padre a hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los harán morir.
La traición, la de Cristo
Mateo 26:21-23Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.
Traición
Sofonías 3:4sus profetas, son livianos, varones prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley.
Traición
2 Reyes 11:14y cuando miró, he aquí el rey que estaba junto a la columna, conforme a su derecho, y los príncipes y los trompeteros junto al rey; y que todo el pueblo de la tierra hacía alegrías, y que tocaban las trompetas. Entonces Atalía, rasgando sus vestidos, dio voces: ¡Conjuración, conjuración!
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- Los mejores amigos