47 Versículo de la Biblia sobre Volver
Versículos Más Relevantes
Y llevando el madero para sí, vino al lugar que se dice de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;
Y saliendo, hallaron a un cireneo, que se llamaba Simón; a éste obligaron para que llevara su madero.
Y cargaron a uno que pasaba, (Simón Cireneo, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo), para que llevara su madero.
Y llevándole, tomaron a un Simón cireneo, que venía del campo, y le pusieron encima el madero para que la llevara tras Jesús.
Y sobre sus piernas traía grebas de hierro, y un escudo de acero a sus hombros.
Carga de las bestias del Mediodía. Por tierra de aflicción y de angustia. Leones y leonas en ella. Basilisco y áspid volador, llevado sobre hombros de bestias sus riquezas, y sus tesoros sobre corcovas de camellos, a pueblo que no les aprovechará.
Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico al SEÑOR, y dijeron: Cantaré yo al SEÑOR, porque se ha magnificado grandemente, echando en el mar al caballo y al que en él subía.
Y los criados de Absalón hicieron con Amnón como Absalón lo había mandado. Se levantaron luego todos los hijos del rey, y subieron todos en sus mulos, y huyeron.
Y cuando David pasó un poco de la cumbre del monte, he aquí Siba, el criado de Mefi-boset, que lo salía a recibir con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, y cien hilos de pasas, y cien panes de higos secos, y un cuero de vino. Y dijo el rey a Siba: ¿Qué es esto? Y Siba respondió: Los asnos son para la familia del rey, en que suban; los panes y la pasa para que coman los criados, y el vino, para que beban los que se cansaren en el desierto.
Y Absalón se encontró con los siervos de David; e iba Absalón sobre un mulo, y el mulo pasó debajo de un espeso y grande alcornoque, y se le asió la cabeza al alcornoque, y quedó entre el cielo y la tierra; pues el mulo en que iba pasó delante.
Y él dijo: Rey señor mío, mi siervo me ha engañado; pues había tu siervo dicho: Enalbardaré un asno, y subiré en él, e iré al rey; porque tu siervo es cojo.
Por tanto, ahora yo te ruego que des rehenes a mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si tú pudieres dar jinetes para ellos.
Ahora, pues, yo te ruego que des rehenes al rey de Asiria mi señor; y yo te daré dos mil caballos, si pudieres tú dar caballeros que cabalguen sobre ellos.
Y vio un carro de un par de caballeros, un carro de asno, y un carro de camello. Luego miró mucho más atentamente.
Mas dijisteis: No, antes huiremos en caballos. Por tanto vosotros huiréis. Sobre corceles ligeros cabalgaremos; por tanto, serán más ligeros vuestros perseguidores.
Arco y escudo arrebatarán; crueles son, que no tendrán misericordia; sonará la voz de ellos como el mar, y montarán a caballo como varones dispuestos para la guerra, contra ti, oh hija de Sion.
Y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza del reino de los gentiles; y trastornaré el carro, y los que en él suben; y vendrán abajo los caballos, y los que en ellos suben, cada cual por la espada de su hermano.
Y así vi los caballos en la visión; y los que estaban sentados sobre ellos tenían corazas de fuego, de jacinto, y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de la boca de ellos salía fuego, humo y azufre.
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.
Y el rey les dijo: Tomad con vosotros los siervos de vuestro señor, y haced subir a Salomón mi hijo en mi mula, y llevadlo a Gihón.
Vosotros los que cabalgáis en asnas blancas, los que presidís en juicio, y vosotros los que andáis por el camino, hablad.
Este tuvo treinta hijos que cabalgaban sobre treinta asnos, y tenían treinta villas, que se llamaron las villas de Jair hasta hoy, las cuales están en la tierra de Galaad.
Este tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que cabalgaban sobre setenta asnos; y juzgó a Israel ocho años.
Y miré cuando el Cordero hubo abierto el primer sello, y oí al primero de los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: Ven y ve. Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que estaba sentado encima de él, tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió victorioso, para que también venciera. Y cuando él hubo abierto el segundo sello, oí al segundo animal, que decía: Ven y ve.Leer más.
Y salió otro caballo bermejo, y al que estaba sentado sobre él, le fue dado poder de quitar la paz de la tierra; y que se maten unos a otros; y le fue dada una gran espada. Y cuando él hubo abierto el tercer sello, oí al tercer animal, que decía: Ven y ve. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado encima de él, tenía un yugo en su mano. Y oí una voz en medio de los cuatro animales, que decía: Un cheniz de trigo por un denario, y tres chenizes de cebada por un denario; y no hagas daño al vino, ni al aceite. Y cuando él hubo abierto el cuarto sello, oí la voz del cuarto animal, que decía: Ven y ve. Y miré, y he aquí un caballo verde; y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte; y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las bestias de la tierra.
Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco; y el que estaba sentado sobre él, era llamado Fiel y Verdadero, el cual en justicia juzga y pelea. Y sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno ha conocido sino él mismo; y estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es llamado LA PALABRA DE DIOS.Leer más.
Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio. Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella los gentiles; y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi un ángel que estaba dentro del sol, y clamó con gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos a la cena del gran Dios, Para que comáis carne de reyes, y de capitanes, y carne de fuertes, y carne de caballos, y de los que están sentados sobre ellos; y carne de todos libres y siervos, de pequeños y de grandes. Y vi la bestia, y los reyes de la tierra y sus ejércitos, congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue presa, y con él el falso Profeta que había hecho las señales delante de ella, con las cuales había engañado a los que tomaron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro del lago de fuego ardiendo en azufre. Y los otros fueron muertos con la espada que salía de la boca del que estaba sentado sobre el caballo; y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
Y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y se sentó sobre ellos. Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y las personas que iban delante, y las que iban detrás, aclamaban diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!
Trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus vestidos, y se sentó sobre él. Y muchos tendían sus vestidos por el camino, y otros cortaban hojas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante, y los que iban detrás, daban voces diciendo: ¡Hosanna! Bendito el que viene en el Nombre del Señor.Leer más.
Bendito el Reino que viene en el Nombre del Señor de nuestro padre David: ¡Hosanna en las alturas! Y entró el Señor en Jerusalén, y en el Templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, y siendo ya tarde, se fue a Betania con los doce.
Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus vestidos sobre el pollino, subieron a Jesús encima. Y yendo él, tendían sus vestidos por el camino. Y cuando llegaron ya cerca de la bajada del monte de las Olivas, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,Leer más.
diciendo: ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en lo altísimo!
tomaron ramos de palmas, y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna, Bendito el que viene en el Nombre del Señor, el Rey de Israel! Y halló Jesús un asnillo, y se sentó sobre él, como está escrito: No temas, oh hija de Sión: he aquí tu Rey viene, sentado sobre un pollino de asna.
Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
de tal manera que la empuñadura entró también tras la hoja, y la grosura encerró la hoja, que él no sacó el cuchillo de su vientre; y salió el estiércol.
Y no queriendo él irse, lo hirió Abner con el regatón de la lanza por la quinta costilla, y le salió la lanza por las espaldas, y cayó allí, y murió en aquel mismo sitio. Y todos los que venían por aquel lugar donde Asael había caído y estaba muerto, se detenían.
Huirá de las armas de hierro, y el arco de bronce le atravesará. Desenvainará y sacará saeta de su aljaba, y relumbrante pasará por su hiel; sobre él vendrán terrores.
Porque mis caderas están llenas de ardor, y no hay sanidad en mi carne.
Sean oscurecidos sus ojos para ver, y haz siempre titubear sus lomos.
sus ojos sean obscurecidos para que no vean, y agóbiales siempre el espinazo.
En los labios del prudente se halla sabiduría; y es vara a las espaldas del falto de entendimiento.
En la boca del loco está la vara de la soberbia; mas los labios de los sabios los guardarán.
Aparejados están juicios para los burladores, y azotes para los cuerpos de los locos.
El látigo para el caballo, y el cabestro para el asno, y la vara para el cuerpo del loco.
Di mi cuerpo a los heridores; y mis mejillas a los peladores; no escondí mi rostro de las injurias y esputos.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestras iniquidades. El castigo de nuestra paz fue sobre él; y por su llaga hubo cura para nosotros.
Tópicos sobre Volver
Promesa de volver
Isaías 35:10Y los rescatados del SEÑOR volverán, y vendrán a Sion con cánticos; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y retendrán el gozo, y la alegría, y huirán la tristeza y el gemido.
Volver a Dios
Joel 2:13Y romped vuestro corazón, y no vuestros vestidos; y convertíos al SEÑOR vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo.
Volver al Padre, Jesús
Juan 16:28Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.