44 Versículo de la Biblia sobre amar a todos
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Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.
Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al rey.
Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él.
y que el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como también nosotros {lo hacemos} para con vosotros;
Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado.
Puesto que en obediencia a la verdad habéis purificado vuestras almas para un amor sincero de hermanos, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.
Y este mandamiento tenemos de El: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.
Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros.
Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
Si alguno no ama al Señor, que sea anatema. ¡MaranataSeñor, ven!} O, {Maran ata,} que significa: { ¿El Señor viene!}>>!
Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.
Tened el mismo sentir unos con otros; no seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de El.
La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con {amor} incorruptible.
Amo a los que me aman, y los que me buscan con diligencia me hallarán.
a todos los amados de Dios que están en Roma, llamados {a ser} santos: Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano.
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no sois del mundo, sino que yo os escogí de entre el mundo, por eso el mundo os odia.
En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por {medio de} El.
Porque todos buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús.
En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.
El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.
Si sabéis que El es justo, sabéis también que todo el que hace justicia es nacido de El.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen,
Mi amor {sea} con todos vosotros en Cristo Jesús. Amén.
{Sed} afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, daos preferencia unos a otros;
Y el segundo es semejante a éste: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
Porque todo el que hace lo malo odia la luz, y no viene a la luz para que sus acciones no sean expuestas.
Muchos hombres proclaman su propia lealtad, pero un hombre digno de confianza, ¿quién lo hallará?
Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también al Padre.
Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres,
Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
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