27 Versículos de la Biblia sobre aquellos demonizados
Versículos Más Relevantes
Y había en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual dio voces,
Y estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de un demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz,
Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
Y cuando Él llegó a la otra ribera, a la región de los gergesenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
Y llegando Él a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad que tenía demonios por ya mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.
Y saliendo Él de la barca, en seguida le salió al encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,
Y al salir ellos, he aquí, le trajeron a un hombre mudo, endemoniado.
Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora.
Y uno de la multitud respondiendo, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,
y he aquí un espíritu le toma, y de repente da gritos; y le sacude y le hace echar espuma, e hiriéndole difícilmente se aparta de él.
Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí, mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, oyendo de Él, vino y se postró a sus pies.
Entonces fue traído a Él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.
Y he aquí, había una mujer que tenía un espíritu de enfermedad hacía dieciocho años, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.
Y corrió su fama por toda Siria. Y le traían a todos los enfermos que eran tomados de diversas enfermedades y tormentos; los endemoniados, los lunáticos y los paralíticos; y los sanaba.
Y a la caída la tarde, cuando el sol se puso, le trajeron a todos los enfermos, y a los endemoniados;
Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.
Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de malos espíritus; y a muchos ciegos dio la vista.
Y vinieron a Jesús, y vieron al que había sido poseído del demonio y había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo.
Y los que lo habían visto les contaron cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los puercos.
Y entrando Él en la barca, el que había estado poseído del demonio le rogaba que le dejase estar con Él.
Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, habitan allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.
Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce;
Y tras el bocado Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo pronto.
Pero algunos de los judíos, vagabundos exorcistas, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuramos por Jesús, el que Pablo predica.
Y el hombre en quien estaba el espíritu malo saltó sobre ellos, y dominándolos, prevaleció contra ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa, desnudos y heridos.
porque son espíritus de demonios, haciendo milagros, que van a los reyes de la tierra y a todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.