25 Versículo de la Biblia sobre el odio al mal
Versículos Más Relevantes
El temor del SEÑOR es aborrecer el mal; la soberbia, la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.
Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; él guarda las almas de sus misericordiosos; de mano de los impíos los libra.
Aborreced el mal, y amad el bien, y poned juicio en la puerta; por ventura el SEÑOR, Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José.
El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo, llegándoos a lo bueno;
Además considera tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y pondrás sobre el pueblo príncipes sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta y sobre diez.
De tus mandamientos he adquirido entendimiento; por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.
El justo aborrece la palabra de mentira; mas el impío se hace odioso y abominable.
No pondré delante de mis ojos cosa injusta; hacer traiciones aborrecí; no se allegarán a mí.
Alborota su casa el codicioso; mas el que aborrece las dádivas vivirá.
Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de gozo más que a tus compañeros.
amaste la justicia, y aborreciste la maldad; por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros.
¿Tú, que dices que no se ha de adulterar, adulteras? ¿Tú, que abominas los ídolos, cometes sacrilegio?
Porque lo que cometo, no lo entiendo; y ni el (bien) que quiero, hago; antes lo que aborrezco, aquello hago.
Mas haced salvos a los otros con temor, arrebatándolos del fuego; mas con esto aborreciendo aun hasta la ropa que es contaminada de tocamiento de carne.
Mas tienes esto, que aborreces los hechos de los nicolaítas, los cuales yo también aborrezco.
Aborrecí la congregación de los malignos, y con los impíos nunca me senté.
Aborrecí a los que esperan en vanidades ilusorias; mas yo en el SEÑOR he esperado.
Veía a los prevaricadores, y me carcomía; porque no guardaban tus palabras.
El pensamiento del loco es pecado; y abominación a los hombres el burlador.
Abominación es a los justos el hombre inicuo; y abominación es al impío el de rectos caminos.
¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?
por tanto, vivo yo, dijo el Señor DIOS, que a sangre te disputaré, y sangre te perseguirá; y si no aborrecieres la sangre, sangre te perseguirá.