29 Versículos de la Biblia sobre ser víctima del miedo

Versículos Más Relevantes

Salmos 27:1-3

El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque se asiente campamento contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo en esto confío.

Isaías 51:12

Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, del hijo del hombre, que por heno será contado?

Génesis 26:24

Y se le apareció el SEÑOR aquella noche, y dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, que yo soy contigo, y yo te bendeciré, y multiplicaré tu simiente por causa de Abraham mi siervo.

Génesis 46:2-4

Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Yo soy el Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque yo te pondré allí en gran gente. Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y José pondrá su mano sobre tus ojos.

Deuteronomio 1:21

Mira, el SEÑOR tu Dios ha dado delante de ti la tierra; sube y toma posesión de ella, como el SEÑOR el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes.

Deuteronomio 3:21-22

Mandé también a Josué entonces, diciendo: Tus ojos vieron todo lo que el SEÑOR vuestro Dios ha hecho a aquellos dos reyes; así hará el SEÑOR a todos los reinos a los cuales pasarás tú. No los temáis; que el SEÑOR vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros.

Deuteronomio 20:2-4

Y será que, cuando os acercaréis para combatir, llegará el sacerdote, y hablará al pueblo, y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no se ablande vuestro corazón, no temáis, ni tengáis miedo, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; que el SEÑOR vuestro Dios anda con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.

Deuteronomio 31:6-8

Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos; que el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará. Y llamó Moisés a Josué, y le dijo a vista de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró el SEÑOR a sus padres que les había de dar, y tú se la harás heredar. Y el SEÑOR es el que va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni te intimides.

Rut 3:10-11

Y él dijo: Bendita seas tú del SEÑOR, hija mía; que has demostrado más misericordia al final que en el comienzo, no yendo tras los jóvenes, sean pobres o ricos. Ahora pues, no temas, hija mía, yo haré contigo todo lo que tú dijeres, pues que todos los de la puerta de mi pueblo saben que eres mujer valiente.

2 Reyes 6:15-17

Y levantándose de mañana el que servía al varón de Dios, para salir, he aquí el ejército que tenía cercada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ay, señor mío! ¿qué haremos? Y él le dijo: No tengas miedo; porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh SEÑOR, que abras sus ojos para que vea. Entonces el SEÑOR abrió los ojos del joven, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.

1 Crónicas 28:2

Y levantándose el rey David, puesto en pie dijo: Oídme, hermanos míos, y pueblo mío. Yo tenía en mi corazón edificar una Casa, para que en ella reposara el arca del pacto del SEÑOR, y para el estrado de los pies de nuestro Dios; y había ya aparejado todo para edificar.

2 Crónicas 20:17

No habrá para qué vosotros peleéis ahora; paraos, estad quedos, y ved la salud del SEÑOR con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que el SEÑOR estará con vosotros.

Job 5:17-27

He aquí, que bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto no menosprecies la corrección del Todopoderoso. Porque él es el que hace la plaga, y él la ligará; él hiere, y sus manos curan. En seis tribulaciones te librará, y en la séptima no te tocará el mal.Leer más.
En el hambre te rescatará de la muerte, y en la guerra de las manos de la espada. Del azote de la lengua serás encubierto; ni temerás de la destrucción cuando viniere. De la destrucción y del hambre te reirás, y no temerás de las bestias de la tierra; pues aun con las piedras del campo tendrás tu concierto, y las bestias del campo estarán en paz contigo. Y sabrás que hay paz en tu tienda; y visitarás tu morada, y no pecarás. Y entenderás que tu simiente es mucha, y tus renuevos como la hierba de la tierra. Y vendrás en la vejez a la sepultura, como el montón de trigo que se coge a su tiempo. He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: Oyelo, y juzga tú para contigo.

Salmos 3:1-8

¡Oh SEÑOR, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí. Muchos dicen de mi alma: No hay para él salud en Dios. (Selah.) Mas tú, el SEÑOR, eres escudo por mí; mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.Leer más.
Con mi voz clamé al SEÑOR, y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.) Yo me acosté, y dormí, y desperté; porque el SEÑOR me sustentaba. No temeré de diez millares de gente, que pusieren cerco contra mí. Levántate, SEÑOR; sálvame, Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebraste. Del SEÑOR es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)

Salmos 27:1-6

El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque se asiente campamento contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo en esto confío.Leer más.
Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo. Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me esconderá en el escondrijo de su tienda; en roca me pondrá alto. Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor mío; y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y alabaré al SEÑOR.

Salmos 46:1-3

Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida; aunque se traspasen los montes al corazón del mar. Bramarán, se turbarán sus aguas; temblarán los montes a causa de su braveza. (Selah.)

Salmos 56:1-13

Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día. Me devoran mis enemigos cada día; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo. Cuando temo, confiaré en ti.Leer más.
En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado, no temeré lo que la carne me hiciere. Todos los días me contristan mis negocios; contra mí son todos sus pensamientos para mal. Se reúnen, se esconden, miran ellos atentamente mis pisadas, esperando mi alma. ¿Escaparán ellos por la iniquidad? Oh Dios, derriba los pueblos con tu furor. Mis huidas has contado tú; pon mis lágrimas en tu odre, ciertamente en tu libro. Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare a ti; en esto conozco que Dios es por mí. En Dios alabaré su palabra; en el SEÑOR alabaré su palabra. En Dios he confiado; no temeré lo que el hombre me pueda hacer. Sobre mí, oh Dios, están tus promesas; te tributaré alabanzas. Porque has librado mi vida de la muerte, ciertamente mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.

Salmos 91:1-5

El que habita en el escondedero del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Dirá al SEÑOR: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, me aseguraré en él. Y él te librará del lazo del cazador; de la mortandad que todo asuela.Leer más.
Con su ala te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día;

Salmos 118:4-8

Digan ahora los que temen al SEÑOR: Que eterna es su misericordia. Desde la angustia invoqué a JAH; y me respondió JAH, poniéndome en anchura. El SEÑOR está por mí; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.Leer más.
El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen. Mejor es esperar en el SEÑOR que esperar en hombre.

Proverbios 3:19-26

El SEÑOR con sabiduría fundó la tierra; afirmó los cielos con inteligencia. Con su ciencia se partieron los abismos, y destilan el rocío los cielos. Hijo mío, no se aparten de tus ojos; guarda la sabiduría y el consejo;Leer más.
y serán vida a tu alma, y gracia a tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. Cuando te acostares, no tendrás temor; antes te acostarás, y tu sueño será suave. No tendrás temor del pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere; porque el SEÑOR será tu confianza, y él guardará tu pie para que no seas tomado.

Isaías 12:1-2

Y dirás en aquel día: Cantaré a ti, oh SEÑOR; pues aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me has consolado. He aquí oh Dios, salud mía; me aseguraré, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH, el SEÑOR, el cual ha sido salud para mí.

Isaías 35:3-10

Confortad las manos cansadas, esforzad las rodillas que titubean. Decid a los medrosos de corazón: Confortaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza, con pago, el mismo Dios vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos; y los oídos de los sordos se abrirán.Leer más.
Entonces el cojo saltará como un ciervo; y alabará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y arroyos en la soledad. El lugar seco será tornado en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la habitación de dragones, en su cama, será lugar de cañas y de juncos. Y habrá allí camino y calzada, y se llamará Camino de Santidad; no pasará por él hombre inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren. No habrá allí león, ni bestia fiera subirá por él, ni allí se hallará; para que puedan caminar los redimidos. Y los rescatados del SEÑOR volverán, y vendrán a Sion con cánticos; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y retendrán el gozo, y la alegría, y huirán la tristeza y el gemido.

Isaías 41:10-14

No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti, se avergonzarán y serán confusos; serán como nada; perecerán, los que contienden contigo. Mirarás por ellos, y no los hallarás. Los que tienen contienda contigo, serán como nada; y los que contigo tienen pendencia, como cosa que no es.Leer más.
Porque yo, el SEÑOR, soy tu Dios, que te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudaré. No temas, gusano de Jacob, muertos de Israel; yo te socorreré, dice el SEÑOR, y tu Redentor el Santo de Israel.

Isaías 43:1-5

Y ahora, así dice el SEÑOR Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; yo te puse nombre, mío eres tú. Cuando pasares por las aguas, yo estaré contigo; y en los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo soy el SEÑOR, Dios tuyo, el Santo de Israel, guardador tuyo. A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.Leer más.
Porque en mis ojos fuiste de gran estima, fuiste digno de honra, y yo te amé. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré.

Isaías 44:2-8

Así dice el SEÑOR, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre: Te ayudaré. No temas, siervo mío Jacob, el Recto a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sediento, y ríos sobre la tierra árida. Derramaré mi Espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotarán como entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas.Leer más.
Este dirá: Yo soy del SEÑOR; el otro se llamará del nombre de Jacob; el otro escribirá con su mano, al SEÑOR, otro se pondrá por sobrenombre, Israel. Así dice el SEÑOR, Rey de Israel, y su Redentor, el SEÑOR de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios. ¿Y quién llamará como yo, y denunciará antes esto, y lo ordenará por mí, desde que hice el pueblo del mundo? Anúncienles lo que viene de cerca, y lo que está por venir. No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde antiguo, y te dije antes lo que estaba por venir? Luego vosotros sois mis testigos que no hay Dios sino yo; y que no hay Fuerte, que yo no conozca.

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