31 Versículos de la Biblia sobre Órdenes de Cristo

hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que Él había escogido;

Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, éste es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.

Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.

Esto os mando: Que os améis unos a otros.

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; que como yo os he amado, así también os améis unos a otros.

Hermanos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.

Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un mandamiento nuevo, sino aquel que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros.

Otra vez, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en Él y en vosotros; porque las tinieblas han pasado, y la luz verdadera ya alumbra.

Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.

Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: Que andéis en él, como vosotros habéis oído desde el principio.

Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús.

Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para testimonio a ellos.

Entonces le apercibió rigurosamente, despidiéndole luego,

Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.

Y les mandó que no lo dijesen a nadie; pero cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban.

Y cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.

Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino hasta que el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos.

Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que Él era Jesús el Cristo.

Mas Él, amonestándoles, les mandó que a nadie dijesen esto,

A estos doce envió Jesús, y les mandó, diciendo: No vayáis por camino de los gentiles, y no entréis en ciudad de samaritanos,

Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.

Y todos estaban maravillados, de tal manera que se preguntaban entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?

Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a sí; y cuando él llegó, le preguntó,

Y estando reunido con ellos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.

Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que Él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.

para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento de nosotros los apóstoles del Señor y Salvador;

Y caída la tarde, trajeron a Él muchos endemoniados; y con su palabra echó fuera a los espíritus, y sanó a todos los que estaban enfermos;

Mas Él les reprendía mucho que no le diesen a conocer.