'Abrieron' en la Biblia
Y allí Isaac construyó un altar e invocó el nombre del SEÑOR y plantó allí su tienda; y allí abrieron los siervos de Isaac un pozo.
Y esperaron hasta sentir inquietud, pues él no abría las puertas de la sala de la terraza. Entonces tomaron la llave y las abrieron, y su señor estaba en el suelo, muerto.
Entonces los tres valientes se abrieron paso por el campamento de los Filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que {estaba} junto a la puerta, {se la} llevaron y {la} trajeron a David. Pero él no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR,
Entonces Manahem hirió a Tifsa y a todos los que {estaban} en ella y en sus alrededores desde Tirsa, porque no {le} abrieron {las puertas,} por eso {la} hirió; y abrió {el vientre} a todas las mujeres que estaban encinta.
Entonces los tres se abrieron paso por el campamento de los Filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que {estaba} junto a la puerta, {se la} llevaron y {la} trajeron a David; pero David no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR,
Y abrieron bien grande su boca contra mí; Dijeron: `` ¡Ajá, nuestros ojos lo han visto!"
En el año treinta, al quinto {día} del mes cuarto, estando yo entre los desterrados junto al río Quebar, los cielos se abrieron y contemplé visiones de Dios.
Un río de fuego corría, Saliendo de delante de El. Miles de millares Le servían, Y miríadas de miríadas (innumerables) estaban en pie delante de El. El tribunal se sentó, Y se abrieron los libros.
Así dice el SEÑOR: ``Por tres transgresiones de los Amonitas, y por cuatro, No revocaré su {castigo,} Porque abrieron los vientres de las {mujeres} encinta de Galaad Para ensanchar sus fronteras.
Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y los cielos se abrieron en ese momento y él (Juan) vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre El.
Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamente: ``Miren que nadie {lo} sepa."
y los sepulcros se abrieron, y los cuerpos de muchos santos que habían dormido resucitaron;
Al instante se abrieron sus oídos, y desapareció el impedimento de su lengua, y hablaba con claridad.
Pero Pedro continuaba llamando; y cuando ellos abrieron, lo vieron y se asombraron.
De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos. Al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron.