'Atentos' en la Biblia
Oíd, reyes; estad, oh príncipes, atentos; yo cantaré al SEÑOR, alabaré al SEÑOR Dios de Israel.
y estad atentos; y cuando viereis salir las hijas de Silo a bailar en corros, vosotros saldréis de las viñas, y arrebataréis cada uno mujer para sí de las hijas de Silo, y os iréis a tierra de Benjamín.
Ahora, pues, oh Dios mío, te ruego estén abiertos tus ojos, y atentos tus oídos a la oración en este lugar.
Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la oración en este lugar;
que estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti día y noche por los hijos de Israel tus siervos, confesando los pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.
Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de varones y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.
Oíd, pues, ahora mi disputa, y estad atentos a los argumentos de mis labios.
Oíd, sabios, mis palabras; y vosotros, doctos, estadme atentos.
Sámec Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.
Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi oración.
Oíd, hijos, el castigo del padre; y estad atentos para que sepáis inteligencia.
Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca.
Oh tú, que moras en los huertos, {mis} compañeros están atentos a tu voz; déjame que la oiga.
Estad atentos, y oíd mi voz; estad atentos, y oíd mi dicho.
No se cegarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos.
Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi juicio descubriré para luz de pueblos.
Sacerdotes, oíd esto, y estad atentos, Casa de Israel; y Casa del Rey, escuchad: porque para vosotros es el juicio, pues habéis sido lazo en Mizpa, y red extendida sobre Tabor.
Y Jesús les dijo: Estad atentos y guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos.
Y les dijo: Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque {aun} cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes.
Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había asombrado mucho tiempo.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está sobre aquellos que hacen males.
Tenemos también la palabra de los profetas más firme, a la cual hacéis bien de estar atentos como a una lámpara que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.