'Carta' en la Biblia
Y a las familias de los hijos de Merari, el resto de los levitas, {les dieron} de la tribu de Zabulón, Jocneam con sus tierras de pasto, Carta con sus tierras de pasto,
Y aconteció a la mañana siguiente que David escribió una carta a Joab, y {la} envió por mano de Urías.
En la carta había escrito: Poned a Urías al frente de la batalla más reñida y retiraos de él, para que sea herido y muera.
Entonces el rey de Aram dijo: Ve ahora, y enviaré una carta al rey de Israel. Y él fue y llevó consigo diez talentos de plata y seis mil {siclos} de oro y diez mudas de ropa.
También llevó al rey de Israel la carta que decía: Y ahora, cuando llegue a ti esta carta, he aquí, {verás} que te he enviado a mi siervo Naamán para que lo cures de su lepra.
Y sucedió que cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Acaso soy yo Dios, para dar muerte y para dar vida, para que éste me mande {a decir} que cure a un hombre de su lepra? Pero considerad ahora, y ved cómo busca pleito conmigo.
Ahora, cuando esta carta llegue a vosotros, como los hijos de vuestro señor están con vosotros, así como también los carros y los caballos y una ciudad fortificada y las armas,
Entonces por segunda vez les escribió una carta, diciendo: Si estáis de mi parte y escucháis mi voz, tomad las cabezas de los hombres, de los hijos de vuestro señor, y venid a mí a Jezreel mañana a estas horas. Y los hijos del rey, setenta personas, {estaban} con los principales de la ciudad, {que} los criaban.
Y sucedió que cuando la carta llegó a ellos, tomaron a los hijos del rey, y {los} mataron, setenta personas, y pusieron sus cabezas en canastas y se {las} enviaron a Jezreel.
Entonces Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó, y subió a la casa del SEÑOR y la extendió delante del SEÑOR.
Entonces Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que envió a Salomón: Por cuanto el SEÑOR ama a su pueblo, te ha hecho rey sobre ellos.
Y le llegó una carta del profeta Elías, que decía: Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: ``Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá,
Y en los días de Artajerjes, Bislam, Mitrídates, Tabeel y sus demás compañeros escribieron a Artajerjes, rey de Persia, y el texto de la carta estaba en escritura aramea y traducido {del} arameo.
Rehum, el comandante, y Simsai, el escriba, escribieron una carta al rey Artajerjes contra Jerusalén, de esta manera:
esta es la copia de la carta que le enviaron: Al rey Artajerjes, de tus siervos, los hombres {de la provincia} al otro lado del Río: Y ahora
{Esta es} la copia de la carta que Tatnai, gobernador de {la provincia} al otro lado del río, y Setar-boznai y sus compañeros los oficiales que {estaban} al otro lado del río, enviaron al rey Darío.
y una carta para Asaf, guarda del bosque del rey, a fin de que me dé madera para hacer las vigas de las puertas de la fortaleza que está junto al templo, para la muralla de la ciudad y para la casa a la cual iré. Y el rey me {lo} concedió, porque la mano bondadosa de mi Dios {estaba} sobre mí.
Entonces Sanbalat me envió su siervo en la misma forma por quinta vez, con una carta abierta en su mano.
Pero cuando esto llegó al conocimiento del rey, {éste} ordenó por carta que el perverso plan que había tramado contra los judíos recayera sobre su cabeza, y que él y sus hijos fueran colgados en la horca.
Por eso estos días son llamados Purim, por el nombre Pur. Y a causa de las instrucciones en esta carta, tanto por lo que habían visto sobre este asunto y por lo que les había acontecido,
Entonces la reina Ester, hija de Abihail, y el judío Mardoqueo escribieron con toda autoridad para confirmar esta segunda carta acerca de Purim.
Entonces Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó, y subió a la casa del SEÑOR y la extendió delante del SEÑOR.
Así dice el SEÑOR: ¿Dónde está esa carta de divorcio con la que repudié a vuestra madre? ¿O a cuál de mis acreedores os vendí? He aquí, por vuestras iniquidades fuisteis vendidos, y por vuestras transgresiones fue repudiada vuestra madre.
Y vio que a causa de todos los adulterios de la infiel Israel, yo la había despedido, dándole carta de divorcio; con todo, su pérfida hermana Judá no tuvo temor, sino que ella también fue y se hizo ramera.
Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos del destierro, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había llevado al destierro de Jerusalén a Babilonia.
{La carta fue enviada} por mano de Elasa, hijo de Safán, y de Gemarías, hijo de Hilcías, a quienes Sedequías, rey de Judá, envió a Babilonia, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, diciendo:
Y el sacerdote Sofonías leyó esta carta a oídos del profeta Jeremías.
También se dijo: ``CUALQUIERA QUE REPUDIE A SU MUJER, QUE LE DE CARTA DE DIVORCIO."
Ellos le dijeron*: Entonces, ¿por qué mandó Moisés DARLE CARTA DE DIVORCIO Y REPUDIARLA?
Y ellos dijeron: Moisés permitió {al hombre} escribir CARTA DE DIVORCIO Y REPUDIAR{la}.
y enviaron esta carta con ellos: Los apóstoles, y los hermanos que son ancianos, a los hermanos en Antioquía, Siria y Cilicia que son de los gentiles, saludos.
Así que ellos, después de ser despedidos, descendieron a Antioquía; y reuniendo a la congregación, entregaron la carta;
Y {el comandante} escribió una carta en estos términos:
los cuales, después de llegar a Cesarea y de entregar la carta al gobernador, le presentaron también a Pablo.
Yo, Tercio, que escribo esta carta, os saludo en el Señor.
En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de personas inmorales;
Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres,
siendo manifiesto que sois carta de Cristo redactada por nosotros, no escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de corazones humanos.
Porque si bien os causé tristeza con mi carta, no me pesa; aun cuando me pesó, pues veo que esa carta os causó tristeza, aunque sólo por poco tiempo;
Esto tenga en cuenta tal persona: que lo que somos en palabra por carta, estando ausentes, lo {somos} también en hechos, estando presentes.
Cuando esta carta se haya leído entre vosotros, hacedla leer también en la iglesia de los laodicenses; y vosotros, por vuestra parte, leed la carta {que viene} de Laodicea.
Os encargo solemnemente por el Señor que se lea esta carta a todos los hermanos.
que no seáis sacudidos fácilmente en vuestro modo de pensar, ni os alarméis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como {si fuera} de nosotros, en el sentido de que el día del Señor ha llegado.
Así que, hermanos, estad firmes y conservad las doctrinas que os fueron enseñadas, ya de palabra, ya por carta nuestra.
Y si alguno no obedece nuestra enseñanza en esta carta, señalad al tal y no os asociéis con él, para que se avergüence.
Amados, esta es ya la segunda carta que os escribo, en las cuales, como recordatorio, despierto en vosotros vuestro sincero entendimiento,