'Cesó' en la Biblia
Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra.
Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó.
Y se puso entre los muertos y los vivos, y cesó la mortandad.
Y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Y cesó de profetizar, y llegó al lugar alto.
Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová escuchó la intercesión por la tierra, y cesó la plaga en Israel.
Y sucedió que cuando las vasijas fueron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otra vasija. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.
Y sucedió que cuando Baasa lo oyó, cesó de edificar a Ramá, y dejó su obra.
Entonces cesó la obra de la casa de Dios, que estaba en Jerusalén. Y cesó hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia.
que levantarás este proverbio sobre el rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo cesó el opresor, cómo cesó la ciudad del oro!
Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del arpa.
Cesó el gozo de nuestro corazón; nuestra danza se cambió en luto.
Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento. Y se hizo grande bonanza.
Y subió a ellos en la barca, y cesó el viento, y ellos estaban asombrados sobremanera, y se maravillaban.
Y después que cesó el alboroto, Pablo llamó a los discípulos, y abrazándoles, se despidió, y partió para ir a Macedonia.
no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones,
Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; porque el que ha padecido en la carne, cesó de pecado;