'Comprar' en la Biblia
Y toda la tierra venía a Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había crecido el hambre.
Y descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo a Egipto.
Y vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían; porque había hambre en la tierra de Canaán.
Y cuando José vio a sus hermanos, los conoció; mas hizo que no los conocía, y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán a comprar alimentos.
Y ellos le respondieron: No, señor mío; mas tus siervos han venido a comprar alimentos.
Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros descendimos al principio a comprar alimentos;
Hemos traído también en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
Y Arauna dijo: ¿Por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: Para comprar de ti esta era, para edificar en ella altar al SEÑOR, a fin de que la mortandad cese del pueblo.
y con los albañiles y canteros; para comprar la madera y piedra de cantería para reparar las aberturas de la Casa del SEÑOR; y en todo lo que se gastaba en la Casa para repararla.
a los carpinteros, a los maestros y albañiles, para comprar madera y piedra de cantería para reparar la Casa;
Ellos a su vez {lo} dieron a los carpinteros y a los constructores para comprar piedra de cantería y maderas para trabazones, y hacer vigas para los edificios que los reyes de Judá habían dejado que se arruinaran.
Y había quienes decían: Hemos empeñado nuestras tierras, y nuestras viñas, y nuestras casas, para comprar grano en el hambre.
¿De qué sirve el precio en la mano del loco para comprar sabiduría, no teniendo corazón para entender?
Para comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos las aechaduras del trigo?
Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Y les dice: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, si no vamos nosotros a comprar viandas para toda esta multitud.
(Porque sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.)
y que ninguno pueda comprar o vender, sino el que tiene la marca, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.