'Contar' en la Biblia
"Haré tu descendencia como el polvo de la tierra; de manera que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia podrá contarse.
El ángel del SEÑOR añadió: ``Multiplicaré de tal manera tu descendencia que no se podrá contar por su multitud."
"Porque Tú me dijiste: `De cierto te haré prosperar, y haré tu descendencia como la arena del mar que no se puede contar por {su} gran cantidad.'"
Los Israelitas salieron de Ramsés hacia Sucot, unos 600,000 hombres de a pie, sin contar los niños.
Y los que murieron a causa de la plaga fueron 14,700 sin contar los que murieron por causa de Coré.
¿Quién puede contar el polvo de Jacob, O numerar la cuarta parte de Israel? Muera yo la muerte de los rectos, Y sea mi fin como el suyo."
``Vas a contar siete semanas. Comenzarás a contar siete semanas desde el momento en que empieces a meter la hoz a la cosecha.
El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de 1,700 {siclos} (19.4 kilos) de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que {llevaban} los reyes de Madián y sin contar los collares que {llevaban} sus camellos al cuello.
Samuel se acostó hasta la mañana. Entonces abrió las puertas de la casa del SEÑOR; pero Samuel temía contar la visión a Elí.
y dio orden al mensajero: ``Cuando hayas acabado de contar al rey todos los sucesos de la guerra,
"Tu siervo está en medio de Tu pueblo al cual escogiste, un pueblo inmenso que no se puede numerar ni contar por {su} multitud.
diez bueyes cebados, veinte bueyes de pasto y cien ovejas, sin contar los ciervos, gacelas, corzos y aves cebadas.
El rey Salomón y toda la congregación de Israel que estaba reunida ante él, {estaban} con él delante del arca, sacrificando tantas ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar.
sin contar {lo} de los mercaderes, las mercancías de los comerciantes, de todos los reyes de Arabia y de los gobernadores de la tierra.
Joab, hijo de Sarvia, había comenzado a contar{los,} pero no acabó; y debido a esto, la ira cayó sobre Israel, y el número no fue incluido en el registro de las crónicas del rey David.
Y el rey Salomón y toda la congregación de Israel, que estaba reunida con él delante del arca, sacrificaban {tantas} ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar.
sin contar lo que los mercaderes y los comerciantes traían. Todos los reyes de Arabia y los gobernadores de la tierra traían oro y plata a Salomón.
Estos son los que sirvieron al rey, sin contar los que el rey puso en las ciudades fortificadas por todo Judá.
sin contar sus siervos y siervas, que {eran} 7,337; y tenían 200 cantores y cantoras.
Había a mi mesa 150 Judíos y oficiales, sin contar los que vinieron a nosotros de las naciones que nos rodeaban.
sin contar sus siervos y siervas, que {eran} 7,337; y tenían 245 cantores y cantoras.
¿Quién puede contar las nubes con sabiduría, O inclinar los cántaros de los cielos,
¿Puedes contar los meses de su gestación, O conoces el tiempo en que han de parir?
Puedo contar todos mis huesos; Ellos me miran, me observan.
Pero para mí, estar cerca de Dios es mi bien; En DIOS el Señor he puesto mi refugio Para contar todas Tus obras.
Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.
Lo torcido no puede enderezarse, Y lo que falta no se puede contar.
~`Como no se puede contar el ejército del cielo, ni se puede medir la arena del mar, así multiplicaré la descendencia de Mi siervo David y de los Levitas que Me sirven.'"
Pero el número de los Israelitas Será como la arena del mar, Que no se puede medir ni contar; Y sucederá que en el lugar Donde se les dice: ``No son Mi pueblo," Se les dirá: {``Son} hijos del Dios viviente."
Y los que comieron fueron unos 5,000 hombres, sin {contar} las mujeres y los niños.
Los que comieron fueron 4,000 hombres, sin {contar} las mujeres y los niños.
Entonces comenzó a contar al pueblo esta parábola: ``Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se fue de viaje por mucho tiempo.
¿Y qué más diré? Pues el tiempo me faltaría para contar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas;
Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos.