'Descendía' en la Biblia
Y cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía, y se ponía a la puerta del tabernáculo, y el SEÑOR hablaba con Moisés.
Y aconteció, que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con El.
Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.
Y tomé a vuestro pecado, es a saber el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte.
Y descendía hacia el occidente al territorio de los jafletitas, hasta el territorio de Bet-horón de abajo, y hasta Gezer, y terminaba en el mar.
Descendía de Janoa a Atarot y a Naarat, llegaba a Jericó y salía al Jordán.
Y el límite descendía hasta el arroyo de Caná, hacia el sur del arroyo (estas ciudades {pertenecían} a Efraín entre las ciudades de Manasés). Y el límite de Manasés {estaba} al lado norte del arroyo, y terminaba en el mar.
y del norte torna y sale a En-semes, y de allí sale a Gelilot, que está delante de la subida de Adumín, y descendía a la piedra de Bohán, hijo de Rubén;
Y sucedió que cuando ella cabalgaba en su asno y descendía por la parte encubierta del monte, he aquí que David y sus hombres venían bajando hacia ella, y se encontró con ellos.
Y hubo guerra otra vez en Gat, donde había un hombre de {gran} estatura que tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro en total; él también descendía del gigante.
Aun estaba él hablando con ellos, y he aquí el mensajero que descendía a él; y dijo: Ciertamente este mal del SEÑOR viene. ¿Para qué he de esperar más al SEÑOR?
Y sus siervos se levantaron y tramaron una conspiración, y mataron a Joás en la casa de Milo, {cuando} descendía a Sila.
Y hubo guerra otra vez en Gat, donde había un hombre de {gran} estatura que tenía veinticuatro dedos, seis {en cada mano} y seis {en cada pie;} él también descendía de los gigantes.
Veía en las visiones de mi cabeza en mi cama, y he aquí que un centinela y santo descendía del cielo.
Y en cuanto a lo que vio el rey, un centinela y santo que descendía del cielo, y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas el tronco de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de bronce quede atado en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y su parte sea con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete tiempos:
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Y tan pronto subió del agua, Juan vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma, que descendía (y reposaba) sobre él.
Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó entre ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
Y Juan dio testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
Y cuando ya él descendía, los siervos le salieron a recibir, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.
Porque un ángel descendía a cierto tiempo al estanque, y revolvía el agua; y el que primero descendía en el estanque después del movimiento del agua, era sano de cualquier enfermedad que tuviera.
y vio el cielo abierto, y que descendía un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos era bajado del cielo a la tierra;
Estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en rapto de entendimiento una visión: un vaso, como un gran lienzo, que descendía, que por los cuatro cabos era bajado del cielo, y venía hasta mí.
Y vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo, envuelto en una nube; y el arco iris {estaba} sobre su cabeza, y su rostro {era} como el sol, y sus pies como columnas de fuego;
Y vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en su mano.
Y yo Juan vi la santa Ciudad, Jerusalén la nueva, que descendía del cielo, aderezada de Dios, como la esposa ataviada para su marido.
Y me llevó en el espíritu a un gran y alto monte, y me mostró la gran Ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo de Dios,