34 casos

'Echar' en la Biblia

El SEÑOR respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré al Faraón; porque con mano fuerte los ha de dejar ir; y con mano fuerte los ha de echar de su tierra.

para echar de delante de ti gentiles grandes y más fuertes que tú, y para introducirte, y darte su tierra por heredad, como sucede hoy.

será que, si el impío mereciere ser azotado, entonces el juez lo hará echar en tierra, y le hará azotar delante de sí, según su impiedad, por cuenta.

Mas los hijos de Manasés no pudieron echar a los de aquellas ciudades; antes el cananeo quiso habitar en la tierra.

Y el SEÑOR estaba con Judá, quien echó a los de las montañas; mas no pudo echar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.

Y Saúl dijo: Decid así a David: No está el contentamiento del rey en la dote, sino en cien prepucios de filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Mas Saúl pensaba echar a David en manos de los filisteos.

Hirió también a los de Moab, y los midió con cordel, haciéndolos echar por tierra; y los midió en dos cordeles, el uno para muerte, y otro cordel entero para vida; y fueron los moabitas siervos llevando presente.

Porque de cierto morimos, y somos como aguas derramadas por tierra, que no pueden volver a recogerse; ni Dios hace acepción de personas, mas busca la manera para no echar de si al desechado.

Y lo que hubiere escapado, lo que habrá quedado de la casa de Judá, volverá a echar raíz abajo, y hará fruto arriba.

y dieron su mano en promesa de echar sus mujeres, y ofrecieron como culpados un carnero de los rebaños por su culpa.

Y fueron enviadas cartas por mano de los correos a todas las provincias del rey, para destruir, matar, y echar a perder a todos los judíos, desde el niño hasta el viejo, niños y mujeres en un día, en el trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y para apoderarse de su despojo.

Y lo que hubiere escapado de la casa de Judá, tornará a echar raíz abajo, y hará fruto arriba.

Mira que te he puesto en este día sobre gentiles y sobre reinos, para arrancar y para destruir, y para echar a perder y para derribar, y para edificar y para plantar.

Por tanto, yo os haré echar de esta tierra a tierra que ni vosotros ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis a dioses ajenos de día y de noche; porque no os daré misericordia.

Entonces tomaron ellos a Jeremías, y lo hicieron echar en la mazmorra de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la guarda; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, sino cieno; y se hundió Jeremías en el cieno.

Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con Jeremías profeta, al cual hicieron echar en la mazmorra; porque allí se morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.

Y se sentará el Juez, y le quitarán su señorío, para destruir y para echar a perder hasta el fin;

ni habías de entrar por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; ni habías tú tampoco de haber mirado su mal el día de su quebrantamiento, ni habían de echar mano a sus bienes el día de su quebrantamiento.

Y que comen la carne de mi pueblo, y les desuellan su cuero de sobre ellos, y les quebrantan sus huesos y los rompen, como para echar en caldero, y como carnes en olla.

Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden; mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.

Y llamándolos, les dijo en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?

Vienen, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el Templo; y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;

Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conserva.

y he aquí un espíritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de él quebrantándole.

Mas os enseñaré a quién temáis: temed a aquel que después de ser matado, tiene potestad de echar en el infierno; así os digo: a éste temed.

Y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él.

diciendo: ¿No os denunciamos estrechamente, que no enseñarais en este nombre? Y he aquí, habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de este hombre.

y echando la sonda, hallaron veinte pasos, y pasando un poco más adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince pasos.

Cuando se hizo de día, no conocían la tierra; pero veían un golfo que tenía orilla, al cual acordaron echar, si pudieran, la nave.

Tienen celos de vosotros, pero no para bien; antes os quieren echar fuera para que vosotros los celéis a ellos.

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