'Gran' en la Biblia
Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible.
Entonces fue también desmenuzado el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y se tornaron como tamo de las eras del verano; y los levantó el viento, y nunca más se les halló lugar. Mas la piedra que hirió a la imagen, vino a ser una gran montaña, que llenó toda la tierra.
De la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con manos, la cual desmenuzó al hierro, al bronce, al barro, a la plata, y al oro; el gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.
habló el rey, y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia, que yo edifiqué para casa del reino, con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi grandeza?
El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino.
Entonces el rey Belsasar se turbó en gran manera, y se le demudó su semblante y sus príncipes quedaron atónitos.
Entonces el rey, al oír estas palabras, le pesó en gran manera, y sobre Daniel puso cuidado para librarlo; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle.
Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso. Y Daniel fue sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque creyó en su Dios.
Habló Daniel y dijo: Veía yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar.
Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies:
Y el macho cabrío se engrandeció en gran manera; y estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar subieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.
Y a los veinticuatro días del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel;
Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo; sino que cayó sobre ellos un gran temor y huyeron a esconderse.
Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí; antes mi fuerza se me cambió en debilidad, sin retener vigor alguno.
Se levantará luego un rey poderoso, el cual señoreará con gran dominio, y hará según su voluntad.
Y se hará fuerte el rey del sur; mas uno de los príncipes de aquél le sobrepujará, y se hará poderoso; su dominio será gran dominio.
Mas los hijos de aquél se airarán y reunirán multitud de grandes ejércitos: y vendrá a gran prisa, e inundará, y pasará, y tornará, y llegará con ira hasta su fortaleza.
Por lo cual se enfurecerá el rey del sur, y saldrá, y peleará con el mismo rey del norte; y pondrá en campo gran multitud, y toda aquella multitud será entregada en su mano.
Y el rey del norte volverá a poner en campaña una multitud mayor que la primera, y al cabo de algunos años vendrá a gran prisa con grande ejército y con muchas riquezas.
Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro, y plata, y piedras preciosas, y con cosas de gran precio.
Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces; mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.