'Harto' en la Biblia
Y dijo Esaú: Harto tengo yo, hermano mío: sea para ti lo que es tuyo.
Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fué recogido á sus pueblos, viejo y harto de días; y sepultáronlo Esaú y Jacob sus hijos.
Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Harto habéis estado en este monte;
Harto habéis rodeado este monte; volveos al aquilón.
Y Booz le dijo á la hora de comer: Allégate aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y sentóse ella junto á los segadores, y él le dió del potaje, y comió hasta que se hartó y le sobró.
Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Harto habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto.
SIENDO pues David ya viejo y harto de días, hizo á Salomón su hijo rey sobre Israel.
Mas Joiada envejeció, y murió harto de días: de ciento y treinta años era cuando murió.
Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mido la noche, y estoy harto de devaneos hasta el alba.
Si fuere malo, ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza, Estando harto de deshonra, Y de verme afligido.
El hombre nacido de mujer, corto de días, y harto de sinsabores;
El hombre será harto de bien del fruto de su boca: Y la paga de las manos del hombre le será dada.
De sus caminos será harto el desviado de corazón; y el hombre de bien será apartado de él.
Detén tu pie de la casa de tu vecino, Porque harto de ti no te aborrezca.
Si el hombre engendrare ciento, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se hartó del bien, y también careció de sepultura, yo digo que el abortivo es mejor que él.
¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
Me hartó de amarguras, me embriagó de ajenjos.
Y entraron á ella los hombres de Babilonia á la cama de los amores, y contamináronla con su fornicación; y ella también se contaminó con ellos, y su deseo se hartó de ellos.
Así hizo patentes sus fornicaciones, y descubrió sus vergüenzas: por lo cual mi alma se hartó de ella, como se había ya hartado mi alma de su hermana.
Por tanto, Aholiba, así dijo el Señor DIOS: He aquí que yo despierto tus amantes contra ti, de los cuales se hartó tu deseo, y yo les haré venir contra ti en derredor;
Porque así dijo el Señor DIOS: He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que tú aborreciste, en mano de aquellos de los cuales se hartó tu deseo;