'Huido' en la Biblia
Y fue dicho a Labán al tercer día cómo Jacob había huido.
Y acaeció que cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,
Cuando le anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, Faraón y sus siervos cambiaron de actitud hacia el pueblo, y dijeron: ¿Qué es esto que hemos hecho, que hemos permitido que Israel se fuera, dejando de servirnos?
y no tomaréis rescate por el que ha huido a la ciudad de refugio para que vuelva y habite en la tierra antes de la muerte del sacerdote.
Y aquellos cinco reyes habían huido y se habían escondido en la cueva de Maceda.
Pero Aod había escapado mientras ellos esperaban. Pasando por los ídolos, había huido a Seirat.
Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán a Efraín; y era que, cuando alguno de los de Efraín que había huido, decía, ¿pasaré? los de Galaad le preguntaban: ¿Eres tú efrateo? Si él respondía, no;
Dijo, pues, aquel varón a Elí: Yo vengo de la batalla, he huido hoy de la batalla. Y él le dijo: ¿Qué ha acontecido, hijo mío?
Respondió el que trajo la noticia y dijo: Israel ha huido delante de los filisteos, además ha habido gran matanza entre el pueblo, también han muerto tus dos hijos, Ofni y Finees, y el arca de Dios ha sido tomada.
Cuando todos los hombres de Israel que se habían escondido en la región montañosa de Efraín oyeron que los filisteos habían huido, ellos también los persiguieron muy de cerca en la batalla.
Y vino la nueva a Saúl que David había huido a Gat, y no lo buscó más.
Y los de Israel que eran del otro lado del valle, y del otro lado del Jordán, viendo que Israel había huido, y que Saúl y sus hijos habían muerto, dejaron las ciudades y huyeron; y los filisteos vinieron y habitaron en ellas.
David le preguntó: ¿Qué aconteció? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo ha huido de la batalla, y también muchos del pueblo han caído y han muerto; también Saúl y su hijo Jonatán han muerto.
estos beerotitas habían huido a Gitaim, y habían sido peregrinos allí hasta entonces.)
Entonces los hijos de Amón, viendo que los Sirios habían huido, huyeron también ellos delante de Abisai, y se entraron en la ciudad. Y volvió Joab de los hijos de Amón, y se vino a Jerusalén.
Entre tanto Absalón había huido. Y el joven que estaba de atalaya alzó los ojos y miró, y he aquí, mucha gente que venía por el camino {que estaba} a sus espaldas del lado del monte.
Entró el pueblo aquel día en la ciudad escondidamente, como suele entrar a escondidas el pueblo avergonzado que ha huido de la batalla.
Entonces se levantó el rey, y se sentó a la puerta; y fue declarado a todo el pueblo, diciendo: He aquí el rey está sentado a la puerta. Y vino todo el pueblo delante del rey; mas Israel había huido, cada uno a sus estancias.
Y todo el pueblo porfiaba en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos, y él nos ha salvado de mano de los filisteos; y ahora ha huido, de la tierra por Absalón.
Después de éste fue Sama, hijo de Age, el araita; que habiéndose juntado los filisteos en una aldea, había allí una heredad de tierra llena de lentejas, y el pueblo había huido delante de los filisteos.
Y fue hecho saber a Salomón que Joab había huido al tabernáculo del SEÑOR, y que estaba junto al altar. Entonces envió Salomón a Benaía hijo de Joiada, diciendo: Ve, y mátale.
Le despertó también Dios por adversario a Rezón, hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba.
Y aconteció, que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, (porque había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto;)
Y así se habían levantado y huido al principio de la noche, dejando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como se estaba; y habían huido para salvar las vidas.
Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huido, y que Saúl y sus hijos habían muerto, dejaron sus ciudades, y huyeron; y vinieron los filisteos, y habitaron en ellas.
Entonces los hijos de Amón, viendo que los Sirios habían huido, huyeron también ellos delante de Abisai su hermano, y entraron en la ciudad. Y Joab se volvió a Jerusalén.
Y cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto, donde había huido a causa del rey Salomón, volvió de Egipto.
Desde aquel tiempo que Amasías se apartó del SEÑOR, maquinaron contra él conjuración en Jerusalén; y habiendo él huido a Laquis, enviaron tras él a Laquis, y allá lo mataron;
Y entendí que las partes de los levitas no se les habían dado; y que los levitas y cantores que hacían la obra habían huido cada uno a su heredad.
Han pasado por el desfiladero, {diciendo:} Geba será nuestro alojamiento. Ramá está aterrada, y Guibeá de Saúl ha huido.
Ha huido Madmena. Los habitantes de Gebim han buscado refugio.
Reúne consejo, haz juicio; pon tu sombra en el mediodía como la noche; esconde los desterrados, no descubras al huido.
Porque han huido ante las espadas, ante la espada desnuda, ante el arco tendido y ante la violencia de la batalla.
Todos tus príncipes juntos huyeron del arco, fueron atados: todos los que en ti se hallaron, fueron atados juntamente, aunque lejos se habían huído.
Miré, y he aquí que no había hombre alguno, y todas las aves del cielo habían huido.
Alzad por los montes lloro y lamentación, y una elegía por los pastos del desierto, porque han sido desolados; nadie pasa {por ellos}, ni se oye el bramido del ganado; desde las aves del cielo hasta las bestias han huido, se han ido.
Sus mercenarios también son en medio de ella como becerros engordados; porque también ellos se han vuelto atrás, {y} a una han huido, no resistieron; porque el día de su ruina ha venido sobre ellos, la hora de su castigo.
Porque ha subido contra ella una nación del norte que hará de su tierra objeto de horror, y no habrá habitante en ella. Tanto hombres como animales habrán huido, se habrán ido.
E hizo transportar Nabuzaradán, capitán de la guardia, a los pobres del pueblo, y a toda la otra gente vulgar que en la ciudad habían quedado, y a los fugitivos que habían huido al rey de Babilonia, y a todo el resto de la multitud vulgar.
Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos habían huido.
por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fuerais hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por la concupiscencia.
Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que conversan en error;