'Isla' en la Biblia
La isla del inocente escapará; y en la limpieza de tus manos será guardado.
Y dirá en aquel día el morador de esta isla: Mirad qué tal fue nuestra esperanza, donde nos acogimos por socorro, para ser libres de la presencia del rey de Asiria, ¿y cómo escaparemos?
Callad, moradores de la isla, mercader de Sidón, que pasando el mar te abastecían.
a causa del día que viene para destrucción de todos los palestinos, para talar a Tiro, y a Sidón, a todo ayudador que quedó vivo; porque el SEÑOR destruirá a los palestinos, al resto de la isla de Caftor.
Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron un hombre sabio, falso profeta, judío, llamado Barjesús;
Cuando vimos {la isla de} Chipre, dejándola a la izquierda, navegamos hacia Siria, y desembarcamos en Tiro porque la nave debía dejar allí su cargamento.
De allí partimos y navegamos al abrigo de {la isla de} Chipre, porque los vientos eran contrarios.
Después de navegar lentamente por muchos días, y de llegar con dificultad frente a Gnido, pues el viento no nos permitió {avanzar} más, navegamos al amparo de la isla de Creta, frente a Salmón.
Y llevados de la corriente hacia una pequeña isla que se llama Clauda, apenas pudimos ganar el esquife;
con todo, es necesario que demos en una isla.
Y cuando escapamos, entonces supimos que la isla se llamaba Melita (o Malta).
Los habitantes {de la isla} nos mostraron toda clase de atenciones, porque a causa de la lluvia que caía y del frío, encendieron una hoguera y nos acogieron a todos.
En aquellos lugares había heredades de un principal de la isla, llamado Publio, el cual nos recibió y hospedó tres días humanamente.
y esto hecho, también otros que en la isla tenían enfermedades, llegaban, y eran sanados;
Así que, pasados tres meses, navegamos en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux.
Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulación y en el Reino, y en la paciencia de Jesucristo; estaba en la isla que es llamada Patmos, por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
Y el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar.
Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.