'Islas' en la Biblia
Por éstos fueron partidas las islas de los gentiles en sus tierras, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.
Y el rey Asuero impuso tributo sobre la tierra y las islas del mar.
Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.
El SEÑOR reina; regocíjese la tierra, alégrense las muchas islas.
Y acontecerá en aquel tiempo, que el SEÑOR tornará a poner otra vez su mano, para poseer el remanente de su pueblo que fue dejado de Assur, de Egipto, de Patros, de Etiopía, de Elam, de Caldea, de Hamat, y de las islas del mar.
Glorificad por esto al SEÑOR en los valles; en las islas del mar sea nombrado el SEÑOR Dios de Israel.
He aquí que las naciones son estimadas como la gota de un acetre; y como el orín del peso; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.
Escuchadme, islas, y esfuércense los pueblos; acérquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio.
Las islas vieron, y tuvieron temor; los términos de la tierra se espantaron; se congregaron, y vinieron.
No se cansará, ni desmayará, hasta que ponga en la tierra juicio, y las islas esperarán su ley.
Cantad al SEÑOR un nuevo cántico, su alabanza desde el fin de la tierra; los que descendéis al mar, y cuanto hay en él, las islas y los moradores de ellas.
Den gloria al SEÑOR, y prediquen sus loores en las islas.
Tornaré en soledad montes y collados; haré secar toda su hierba; los ríos tornaré en islas, y secaré los estanques.
Oídme, islas, y escuchad, pueblos lejanos. El SEÑOR me llamó desde el vientre; desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.
Cercana está mi justicia, ha salido mi salud, y mis brazos juzgarán a los pueblos. A mí esperarán las islas, y en mi brazo pondrán su esperanza.
como para dar pagos, como para tornar venganza de sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; a las islas dará el pago.
Porque a mí esperarán las islas, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata, y su oro con ellos, al nombre del SEÑOR tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado.
Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a los gentiles, a Tarsis, a Pul y Lud, que disparan arco; a Tubal y a Javán, a las islas apartadas, que nunca oyeron mi nombre, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre los gentiles.
Porque pasad a las islas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, y considerad con diligencia y mirad, ¿acaso se ha hecho cosa semejante a ésta?
a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón, a todos los reyes de las islas que están de ese lado del mar;
Oíd palabra del SEÑOR, oh gentiles, y hacedlo saber en las islas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo juntará y lo guardará, como pastor a su ganado.
Así dijo el Señor DIOS a Tiro: Ciertamente del estruendo de tu caída, cuando gritarán los heridos, cuando se hará la matanza en medio de ti, las islas temblarán.
Ahora se estremecerán las islas en el día de tu caída, sí, las islas que están en el mar se espantarán de tu fin.
Y dirás a Tiro, la que habita a los puertos del mar, la mercadera de los pueblos de muchas islas: Así dijo el Señor DIOS: Tiro, tú has dicho: Yo soy de perfecta hermosura.
De castaños de Basán hicieron tus remos; compañía de asirios hicieron tus bancos de marfil de las islas de Quitim.
Los hijos de Dedán eran tus negociantes; muchas islas tomaban mercadería de tu mano; cuernos de marfil y pavos reales te dieron en presente.
Todos los moradores de las islas se maravillarán sobre ti, y sus reyes temblarán de espanto; demudarán sus rostros.
Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran seguramente en las islas; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
Volverá después su rostro a las islas, y tomará muchas; mas un príncipe le hará parar su afrenta, y aun tornará sobre él su oprobio.
Terrible será el SEÑOR contra ellos, porque enervará a todos los dioses de la tierra; y cada uno desde su lugar se inclinarán a él, todas las islas de los gentiles.
Y el cielo se apartó como un libro que es envuelto; y todo monte e islas fueron movidas de sus lugares.