'Las' en la Biblia
El SEÑOR es tardo para la ira, y grande en poder, y no tendrá al culpado por inocente. El SEÑOR cuyo camino es en tempestad y turbión, y las nubes son el polvo de sus pies.
¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el furor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y las peñas se rompen por él.
Porque como espinas entretejidas, mientras se embriagarán los borrachos, serán consumidos del fuego, como las estopas llenas de sequedad.
El escudo de sus valientes será bermejo, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de antorchas; el día que se aparejará, temblarán las hayas.
Los carros harán locuras en las plazas, discurrirán por las calles; sus rostros como antorchas; correrán como relámpagos.
Las puertas de los ríos se abrirán, y el palacio será destruido.
Saquead plata, saquead oro; no hay fin de las riquezas; honra, más que todo ajuar de codicia.
A causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra de hechizos, que vende en esclavitud los gentiles con sus fornicaciones, y a los pueblos con sus hechizos.
También ella fue llevada en cautiverio; también sus chiquitos fueron estrellados en las encrucijadas de todas las calles; y sobre sus honrados echaron suertes, y todos sus nobles fueron aprisionados con grillos.
Todas tus fortalezas son como higueras con brevas; que si las sacuden, caen en la boca del que las ha de comer.
He aquí, tu pueblo será como mujeres en medio de ti; las puertas de tu tierra se abrirán de par en par a tus enemigos; fuego consumirá tus barras.
Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo; el pulgón hizo presa, y voló.
No hay cura para tu quebradura; tu herida se encrudeció; todos los que oyeron tu fama, batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu malicia?