'Media' en la Biblia
Y partieron de Bet-el, y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto.
Porque cuando yo venía de Padan-aram, se me murió Raquel en la tierra de Canaán, en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de Efrata, que es Belén.
Y dijo Moisés: Jehová ha dicho así: A la media noche yo saldré por medio de Egipto,
Y el exceso que sobra de las cortinas de la tienda, la media cortina que queda, caerá sobre {la parte} posterior del tabernáculo.
Así les dio Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén, y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey amorreo, y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y términos, las ciudades de la tierra alrededor.
Y mandó Moisés a los hijos de Israel, diciendo: Esta es la tierra que heredaréis por suerte, la cual mandó el SEÑOR que diera a las nueve tribus, y a la media tribu;
porque la tribu de los hijos de Rubén según las casas de sus padres, y la tribu de los hijos de Gad según las casas de sus padres, y la media tribu de Manasés, han tomado su herencia.
Dos tribus y media tomaron su heredad del otro lado del Jordán de Jericó al oriente, al nacimiento del sol.
Y el resto de Galaad, y todo Basán, del reino de Og, dí lo á la media tribu de Manasés; toda la tierra de Argob, todo Basán, que se llamaba la tierra de los gigantes.
y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Rubén, a Gad, y a la media tribu de Manasés.
También habló Josué a los rubenitas y gaditas, y a la media tribu de Manasés, diciendo:
También los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, pasaron armados delante de los hijos de Israel, según Moisés les había dicho.
A éstos hirieron Moisés siervo del SEÑOR y los hijos de Israel; y Moisés siervo del SEÑOR dio aquella tierra en posesión a los rubenitas, gaditas, y a la media tribu de Manasés.
Parte, pues, tú ahora esta tierra en heredad a las nueve tribus, y a la media tribu de Manasés.
Porque la otra media recibió su heredad con los rubenitas y gaditas, la cual les dio Moisés del otro lado del Jordán al oriente, según que se la dio Moisés siervo del SEÑOR;
También dio Moisés a la media tribu de Manasés; y fue de la media tribu de los hijos de Manasés, conforme a sus familias.
Por suerte se les dio su heredad, como el SEÑOR lo había mandado por Moisés, que diera a las nueve tribus y a la media tribu.
Porque a las dos tribus, y a la media tribu, les había Moisés dado heredad del otro lado del Jordán; mas a los levitas no les dio heredad entre ellos.
Pero los levitas ninguna parte tienen entre vosotros; porque el sacerdocio del SEÑOR es la heredad de ellos; Gad también y Rubén, y la media tribu de Manasés, ya han recibido su heredad del otro lado del Jordán al oriente, la cual les dio Moisés siervo del SEÑOR.
Y a los otros hijos de Coat se dieron por suerte diez villas de las familias de la tribu de Efraín, y de la tribu de Dan, y de la media tribu de Manasés;
y a los hijos de Gersón, por las familias de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí, y de la media tribu de Manasés en Basán, fueron dadas por suerte trece villas.
Y de la media tribu de Manasés, a Taanac con sus ejidos, y a Gat-rimón con sus ejidos: dos villas.
A los hijos de Gersón de las familias de los levitas, dieron la villa de refugio para los homicidas, de la media tribu de Manasés; a Golán en Basán con sus ejidos, y a Bosra con sus ejidos: dos villas.
Entonces Josué llamó a los rubenitas y a los gaditas, y a la media tribu de Manasés,
También a la media tribu de Manasés había dado Moisés posesión en Basán; mas a la otra media tribu dio Josué heredad entre sus hermanos de este lado del Jordán al occidente; y también a éstos envió Josué a sus tiendas, después de haberlos bendecido.
Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, se volvieron partiendo de los hijos de Israel, de Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual eran poseedores, según palabra del SEÑOR por mano de Moisés.
Y llegando a los términos del Jordán, que está en la tierra de Canaán, los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de grande apariencia.
Y los hijos de Israel oyeron decir como los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, habían edificado un altar delante de la tierra de Canaán, en los términos del Jordán, al paso de los hijos de Israel.
Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés en la tierra de Galaad, a Finees hijo de Eleazar sacerdote,
Los cuales vinieron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad, y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad; y les hablaron, diciendo:
Entonces los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, respondieron y dijeron a los principales de los millares de Israel:
Cuando el sacerdote Finees y los principales de la congregación, es decir, las cabezas de las familias de Israel que {estaban} con él, oyeron las palabras que dijeron los Rubenitas, los Gaditas y la media tribu de Manasés, les pareció bien.
Y Finees, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los Rubenitas, a los Gaditas y a la media tribu de Manasés: ``Hoy sabemos que el SEÑOR está en medio de nosotros, porque no han cometido esta infidelidad contra el SEÑOR. Ahora han librado a los Israelitas de la mano del SEÑOR."
Y llegó Gedeón con los cien hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de media{noche,} cuando apenas habían apostado la guardia; tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos.
Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza. Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello.
El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de mil setecientos {siclos} de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que {llevaban} los reyes de Madián y sin contar los collares que {llevaban} sus camellos al cuello.
Mas Samsón durmió hasta la media noche; y á la media noche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, echóselas al hombro, y fuése, y subióse con ellas á la cumbre del monte que está delante de Hebrón.
Y aconteció, que á la media noche se estremeció aquel hombre, y palpó: y he aquí, la mujer que estaba acostada á sus pies.
Esta fué la primera rota, en la cual Jonathán con su paje de armas, mataron como unos veinte hombres en el espacio de una media yugada.
Y levantóse á media noche, y tomó á mi hijo de junto á mí, estando yo tu sierva durmiendo, y púsolo á su lado, y púsome á mi lado su hijo muerto.
El otro querubín también {medía} diez codos; ambos querubines tenían la misma medida y la misma forma.
Fundió las dos columnas de bronce; la altura de una columna era de dieciocho codos, y un cordel de doce codos medía la circunferencia de las dos.
La boca {de la pila} dentro de la corona en la parte superior {medía} un codo, y su boca {era} redonda como el diseño de un pedestal, de un codo y medio; también en su boca {había} entalladuras, y sus bordes eran cuadrados, no redondos.
También hizo diez pilas de bronce; en cada pila cabían cuarenta batos, cada pila {medía} cuatro codos, {y} sobre cada una de las diez basas {había} una pila.
Los hijos de Rubén, y de Gad, y la media tribu de Manasés, hombres valientes, hombres que traían escudo y espada, que entesaban arco, y diestros en la guerra, cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta que salían a batalla.
Y los hijos de la media tribu de Manasés habitaron en la tierra, desde Basán hasta Baal-hermón, Senir y el monte de Hermón, multiplicados en gran manera.
Por lo cual el Dios de Israel despertó el espíritu de Pul rey de los Asirios, y el espíritu de Tiglat-pileser rey de los Asirios, el cual transportó a los rubenitas y gaditas y a la media tribu de Manasés, y los llevó a Halah, a Habor a Ara, y al río de Gozán, hasta hoy.
A los hijos de Coat, que quedaron de su parentela, dieron diez ciudades de la media tribu de Manasés por suerte.
De la media tribu de Manasés, a Aner con sus ejidos, y a Bileam con sus ejidos, para los de la familia de los hijos de Coat que habían quedado.
Y a los hijos de Gersón dieron de la familia de la media tribu de Manasés, a Golán en Basán con sus ejidos y a Astarot con sus ejidos;
De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, los cuales fueron designados por sus nombres para venir a poner a David por rey.
Y del otro lado del Jordán, de los de Rubén y de los de Gad y de la media tribu de Manasés, ciento veinte mil con toda suerte de armas de guerra.
Y sus hermanos, hombres valientes, eran dos mil setecientos, cabezas paternas, los cuales el rey David constituyó sobre los rubenitas, gaditas, y sobre la media tribu de Manasés, para todas las cosas de Dios, y las cosas del rey.
Sobre los hijos de Efraín, Oseas hijo de Azazías. Sobre la media tribu de Manasés, Joel hijo de Pedaías.
Sobre la otra media tribu de Manasés en Galaad, Iddo hijo de Zacarías. Sobre los de Benjamín, Jaasiel hijo de Abner.
Y fue hallado en el cofre del palacio que está en la provincia de Media un libro, dentro del cual estaba escrito así: Memoria:
en el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y siervos, teniendo delante de él la fuerza de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias,
y estaban junto a él, Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena, y Memucán, siete príncipes de Persia y de Media que veían el rostro del rey, y se sentaban los primeros en el reino):
Y entonces dirán esto las princesas de Persia y de Media que oyeren el hecho de la reina, a todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo.
Si parece bien al rey, salga mandamiento real delante de él, y se escriba entre las leyes de Persia y de Media, que no sea traspasado: Que no venga más Vasti delante del rey Asuero; y dé el rey su reino a su compañera que sea mejor que ella.
Y toda la obra de su fortaleza, y de su valor, y la declaración de la grandeza de Mardoqueo, con que el rey le engrandeció, ¿no está escrito en el libro de los anales de los reyes de Media y de Persia?
En un momento mueren, y a media noche se alborotarán los pueblos, y pasarán, y sin mano será quitado el poderoso.
A media noche me levantaba á alabarte Sobre los juicios de tu justicia.
Visión dura me ha sido mostrada. Para un prevaricador otro prevaricador; y para un destructor otro destructor. Sube, Elam; cerca, Media. Todo su gemido hice cesar.
a todos los reyes de Zimri, a todos los reyes de Elam, a todos los reyes de Media;
Limpiad las saetas, embrazad los escudos; ha despertado el SEÑOR el espíritu de los reyes de Media; porque contra Babilonia es su pensamiento para destruirla; porque venganza es del SEÑOR, venganza es de su templo.
Apercibid contra ella naciones; a reyes de Media, a sus capitanes, y a todos sus príncipes, y a toda la tierra de su señorío.
Y Darío de Media tomó el reino, siendo de sesenta y dos años.
Ahora, oh rey, confirma el edicto, y firma la escritura, para que no se pueda mudar, conforme a la ley de Media y de Persia, que no se quebranta.
Fueron luego, y hablaron delante del rey acerca del edicto real: ¿No confirmaste edicto que cualquiera que pidiere a cualquier dios u hombre por espacio de treinta días, sino a ti, oh rey, fuera echado en el foso de los leones? Respondió el rey y dijo: Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, que no se quebranta.
Entonces aquellos varones se reunieron cerca del rey, y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley de Media y de Persia, que ningún decreto u ordenanza que el rey confirmare puede ser mudada.
Aquel carnero que viste, que tenía cuernos, son los reyes de Media y de Persia.
Y en el año primero de Darío el de Media, yo estuve para animarlo y fortalecerlo.
Y á la media noche fué oído un clamor: He aquí, el esposo viene; salid á recibirle.
Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá; si á la tarde, ó á la media noche, ó al canto del gallo, ó á la mañana;
Díjoles también: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, é irá á él á media noche, y le dirá: Amigo, préstame tres panes,
Mas á media noche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos á Dios: y los que estaban presos los oían.
Y el día primero de la semana, juntos los discípulos á partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente: y alargó el discurso hasta la media noche.
Y venida la décimacuarta noche, y siendo llevados por el mar Adriático, los marineros á la media noche sospecharon que estaban cerca de alguna tierra;
Y cuando él abrió el séptimo sello, fue hecho silencio en el cielo como por media hora.