'Narices' en la Biblia
todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió.
Con el soplo de tus narices se amontonaron las aguas; se pararon las corrientes como en un montón; los abismos se cuajaron en medio del mar.
sino hasta un mes de tiempo, hasta que os salga por las narices, y os sea en aborrecimiento; por cuanto menospreciasteis al SEÑOR que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?
Ellos enseñarán tus juicios a Jacob, y tu ley a Israel; pondrán el incienso a tus narices, y el holocausto perfecto sobre tu altar.
Subió humo de sus narices, y de su boca fuego consumidor, por el cual se encendieron carbones.
Por cuanto te has airado contra mí, y tu estruendo ha subido a mis oídos; por tanto yo pondré mi anzuelo en tus narices, y mi freno en tus labios, y yo te haré volver por el camino por donde viniste.
que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, y hubiere hálito de Dios en mis narices,
¿Pondrás tú garfio en sus narices, y horadarás con espinas su quijada?
De sus narices sale humo como de una olla o caldero que hierve.
orejas tienen, mas no oirán; tienen narices, mas no olerán;
Ciertamente el que exprime la leche, sacará manteca; y el que recio se suena las narices, sacará sangre; y el que provoca la ira, causará contienda.
los anillos, y los joyeles de las narices;
Res: El resuello de nuestras narices, el ungido del SEÑOR, fue preso en sus hoyos, de quien habíamos dicho. A su sombra tendremos vida entre los gentiles.
Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la Casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado la tierra de maldad, y se tornaron a irritarme, he aquí que ponen hedor a mis narices.
y puse cerquillos sobre tus narices, y zarcillos en tus orejas, y diadema de hermosura en tu cabeza.
Envié entre vosotros mortandad en el camino a Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, quité vuestros caballos; e hice subir el hedor de vuestros reales hasta vuestras narices; y nunca os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.