'Oráculo' en la Biblia

Edificó también junto al muro de la Casa un colgadizo alrededor, pegado a las paredes de la Casa en derredor del templo y del oráculo; e hizo cámaras alrededor.

Edificó también al cabo de la Casa veinte codos de tablas de cedro, desde el solado hasta las paredes, y se labró en la Casa un oráculo, que es el lugar santísimo.

Y adornó el oráculo por dentro en medio de la Casa, para poner allí el arca del pacto del SEÑOR.

Y el oráculo estaba en la parte de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, y otros veinte de ancho, y otros veinte de altura; y lo vistió de oro purísimo; asimismo cubrió el altar de cedro.

Así que vistió Salomón de oro puro la Casa por dentro, y cerró la puerta del oráculo con cadenas de oro, y lo vistió de oro.

Vistió pues de oro toda la Casa hasta el cabo; y asimismo vistió de oro todo el altar que estaba delante del oráculo.

Hizo también en el oráculo dos querubines de madera de oliva, cada uno de altura de diez codos.

Y a la entrada del oráculo hizo puertas de madera de oliva; y el umbral y los postes eran de cinco esquinas.

y los candeleros de oro purísimo, cinco a la mano derecha, y otros cinco a la izquierda, delante del oráculo; con las flores, y las lámparas, y despabiladeras de oro;

Y los sacerdotes metieron el arca del pacto del SEÑOR en su lugar, en el oráculo de la Casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines.

E hicieron salir las varas; que las cabezas de las varas se dejaban ver desde el lugar santo delante del oráculo, mas no se veían desde afuera; y así se quedaron hasta hoy.

Hizo también unas cadenas como en el oráculo, y las puso sobre los capiteles de las columnas; e hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas.

asimismo los candeleros y sus lámparas, de oro puro, para que las encendieran delante del oráculo conforme a la ordenanza.

Y los sacerdotes metieron el arca del pacto del SEÑOR en su lugar, en el oráculo de la Casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines.

E hicieron salir fuera las barras, de modo que se vieran las cabezas de las barras del arca delante del oráculo, mas no se veían desde fuera; y allí estuvieron hasta hoy.

Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al oráculo de tu santidad.