32 casos

'Palabras' en la Biblia

Y dijo Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey.

Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y las refirió en oídos de Jehová.

Y llegando los mensajeros a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras en oídos del pueblo; y todo el pueblo lloró a voz en grito.

Y he aquí Saúl que venía del campo, tras los bueyes; y dijo Saúl: ¿Qué tiene el pueblo, que lloran? Y le contaron las palabras de los hombres de Jabes.

Y al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él, y se encendió en ira en gran manera.

Mas si no oyereis la voz de Jehová, y si fuereis rebeldes a las palabras de Jehová, la mano de Jehová será contra vosotros como fue contra vuestros padres.

Y Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; oye, pues, la voz de las palabras de Jehová.

Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; porque he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos.

Entonces uno de los criados respondió, diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén que sabe tocar; es valiente y vigoroso, hombre de guerra, prudente en sus palabras, hermoso, y Jehová está con él.

Y oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron, y tuvieron gran miedo.

Y mientras él hablaba con ellos, he aquí aquel adalid que se ponía en medio de los dos campamentos, que se llamaba Goliat, el filisteo de Gat, salió de los escuadrones de los filisteos, y habló las mismas palabras; y David las oyó.

Y el pueblo le respondió las mismas palabras, diciendo: Así se hará al hombre que lo venciere.

Y cuando fueron oídas las palabras que David había dicho, ellos las refirieron delante de Saúl, y él lo hizo venir.

Y los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima?

Y los criados de Saúl le dieron la respuesta diciendo: Tales palabras ha dicho David.

Y cuando sus criados declararon a David estas palabras, agradó la cosa a los ojos de David, para ser yerno del rey. Y cuando el plazo aún no se cumplía,

Llamando entonces Jonatán a David, le declaró todas estas palabras; y él mismo presentó a David a Saúl, y estuvo delante de él como antes.

Y en cuanto a las palabras que tú y yo hemos hablado, sea Jehová entre nosotros para siempre.

Y David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor de Aquís rey de Gat.

Así reprimió David a sus siervos con estas palabras, y no les permitió que se levantasen contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, siguió su camino.

Y dijo David a Saúl: ¿Por qué oyes las palabras de los que dicen: Mira que David procura tu mal?

Y aconteció que, cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es ésta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró.

Y cuando llegaron los jóvenes de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron.

Entonces los jóvenes de David se volvieron por su camino, y regresaron; y vinieron y dijeron a David todas estas palabras.

Y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y oye las palabras de tu sierva.

Ruego, pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si Jehová te incita contra mí, acepte Él una ofrenda; mas si fueren hijos de hombres, malditos sean ellos en presencia de Jehová, que me han echado hoy para que no tenga parte en la heredad de Jehová, diciendo: Ve, sirve a dioses ajenos.

En aquel punto cayó Saúl en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; y estaba sin fuerzas, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan.

Entonces la mujer vino a Saúl, y viéndole en grande manera turbado, le dijo: He aquí que tu sierva ha obedecido a tu voz, y he puesto mi vida en mi mano, y he oído las palabras que tú me has dicho.

Reina Valera Gómez (© 2010)