'Porque' en la Biblia
(porque la vida es manifestada; y también lo vimos, y testificamos, y os mostramos aquella la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y nos ha aparecido);
Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es la verdad en él y en vosotros; porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera luz ya alumbra.
Mas el que aborrece a su Hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
Os escribo á vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os son perdonados por su nombre.
Os escribo á vosotros, padres, porque habéis conocido á aquel que es desde el principio. Os escribo á vosotros, mancebos, porque habéis vencido al maligno. Os escribo á vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.
Os he escrito á vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito á vosotros, mancebos, porque sois fuertes, y la palabra de Dios mora en vosotros, y habéis vencido al maligno.
Porque todo lo que hay en el mundo que es la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.
Ellos salieron de nosotros, mas no eran de nosotros, porque si fueran de nosotros, hubieran sin duda permanecido con nosotros; pero esto es para que se manifestara que todos no son de nosotros.
No os he escrito porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira procede de la verdad.
Pues lo que habéis oído desde el principio, sea permanente en vosotros. Porque si lo que habéis oído desde el principio fuere permanente en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Mirad cuál caridad nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce a él.
Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que si él apareciere, seremos semejantes a él, porque le veremos como él es.
El que hace pecado, es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
Porque, esta es la anunciación que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.
No como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su Hermano eran justas.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte.
En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
Porque si nuestro corazón nos reprendiere, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas.
y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios. Porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque el que en vosotros está, es mayor que el que está en el mundo.
Carísimos, amémonos unos a otros; porque la caridad es de Dios. Cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es caridad.
En esto consiste la caridad, no porque nosotros hayamos amado a Dios, sino porque él nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo para ser la reconciliación por nuestros pecados.
En la caridad no hay temor; mas la perfecta caridad echa fuera el temor; porque el temor tiene pena; de donde el que teme, no está completo en caridad.
Nosotros le amamos a él, porque él primero nos amó.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su Hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su Hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
Porque esta es la caridad de Dios, que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos.
Porque todo aquel que es nacido de Dios, vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, es a saber nuestra fe.
Este es Jesús el Cristo, que vino por agua y sangre; no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
Porque tres son los que dan testimonio del cielo: el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo.
El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio de Dios en sí mismo; el que no cree a Dios, ha hecho mentiroso a Dios, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha testificado de su Hijo.
Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca, porque el que es engendrado de Dios, se guarda a sí mismo, y el maligno no le toca.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (164)
- Éxodo (129)
- Levítico (85)
- Números (91)
- Deuteronomio (169)
- Josué (79)
- Jueces (80)
- Rut (14)
- 1 Samuel (147)
- 2 Samuel (97)
- 1 Reyes (107)
- 2 Reyes (75)
- 1 Crónicas (83)
- 2 Crónicas (153)
- Esdras (20)
- Nehemías (41)
- Ester (26)
- Job (120)
- Salmos (388)
- Proverbios (85)
- Eclesiastés (68)
- Cantares (10)
- Isaías (280)
- Jeremías (327)
- Lamentaciones (23)
- Ezequiel (138)
- Daniel (49)
- Oseas (56)
- Joel (26)
- Amós (29)
- Abdías (3)
- Jonás (9)
- Miqueas (26)
- Nahúm (6)
- Habacuc (12)
- Sofonías (14)
- Hageo (3)
- Zacarías (42)
- Malaquías (15)
- Mateo (189)
- Marcos (98)
- Lucas (195)
- Juan (161)
- Hechos (113)
- Romanos (151)
- 1 Corintios (119)
- 2 Corintios (84)
- Gálatas (42)
- Efesios (19)
- Filipenses (17)
- Colosenses (13)
- 1 Tesalonicenses (29)
- 2 Tesalonicenses (12)
- 1 Timoteo (24)
- 2 Timoteo (13)
- Tito (9)
- Filemón (6)
- Hebreos (101)
- Santiago (24)
- 1 Pedro (26)
- 2 Pedro (16)
- 1 Juan (35)
- 2 Juan (4)
- 3 Juan (3)
- Judas (2)
- Apocalipsis (67)
Artículos Relacionados
- Amor
- Amor, naturaleza de
- Desde el principio
- El amor ágape
- Escribir cartas
- La regeneración
- Los frutos de justicia
- Ser santos porque yo soy santo
- Amar
- Amar a todos
- Amarse unos a otros
- Amarte a uno mismo
- El amor a Cristo
- El amor de Dios
- El amor de Dios por nosotros
- El amor de los hermanos
- El amor de un padre
- El amor fraternal
- El amor verdadero
- El hijo de Dios
- El padre
- La superación
- La superación a través de Cristo
- Ser amado