'Recibieron' en la Biblia
Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas, todas elaboradas.
Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar, el oro de los tribunos y centuriones, y trajéronlo al tabernáculo del testimonio, por memoria de los hijos de Israel delante de Jehová.
Aun amó los pueblos; Todos sus santos en tu mano: Ellos también se llegaron á tus pies: Recibieron de tus dichos.
Recibieron pues heredad los hijos de José, Manasés y Ephraim.
Mas las familias de los hijos de Coath, Levitas, los que quedaban de los hijos de Coath, recibieron por suerte villas de la tribu de Ephraim.
Los sacerdotes pues y Levitas recibieron el peso de la plata y del oro y de los vasos, para traerlo á Jerusalem á la casa de nuestro Dios.
Precio recibieron en ti para derramar sangre; usura y logro tomaste, y á tus prójimos defraudaste con violencia: olvidástete de mí, dice el Señor Jehová.
Y viniendo los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.
Y viniendo también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario.
Entonces Jesús, teniendo misericordia de ellos, les tocó los ojos, y luego sus ojos recibieron la vista; y le siguieron.
Mas no le recibieron, porque era su traza de ir á Jerusalem.
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre:
Y como vino á Galilea, los Galileos le recibieron, vistas todas las cosas que había hecho en Jerusalem en el día de la fiesta: porque también ellos habían ido á la fiesta.
Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas á ellos aquel día como tres mil personas.
Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.
Y fueron estós más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras, si estas cosas eran así.
Y cuando llegamos á Jerusalem, los hermanos nos recibieron de buena voluntad.
Y los bárbaros nos mostraron no poca humanidad; porque, encendido un fuego, nos recibieron á todos, á causa de la lluvia que venía, y del frío.
Y con todo engaño de iniquidad en los que perecen; por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Empero os denunciamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme á la doctrina que recibieron de nosotros:
Las mujeres recibieron sus muertos por resurrección; unos fueron estirados, no aceptando el rescate, para ganar mejor resurrección;
Y todos éstos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la promesa;
Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fué dado juicio; y vi las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, y que no habían adorado la bestia, ni á su imagen, y que no recibieron la señal en sus frentes, ni en sus
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