'Reprensión' en la Biblia
Entonces aparecieron los manantiales del mar, y los fundamentos del mundo fueron descubiertos, a la reprensión del SEÑOR, al resoplido del aliento de su nariz.
que le dijeran: Así dijo Ezequías: Este día es día de angustia, y de reprensión, y de blasfemia; porque los hijos han venido hasta la rotura, y la que da a luz no tiene fuerzas.
La reprensión de mi censura he oído, y me hace responder el espíritu de mi inteligencia.
Las columnas del cielo tiemblan, y se espantan de su reprensión.
Y aparecieron las honduras de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo por tu reprensión, oh SEÑOR, por el soplo del viento de tu nariz.
Por tu reprensión, oh Dios de Jacob, el carro y el caballo fueron adormecidos.
Quemada a fuego está, y talada; perezcan por la reprensión de tu rostro.
A tu reprensión huyeron; por el sonido de tu trueno se apresuraron;
Volveos a mi reprensión; he aquí yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.
antes desechasteis todo consejo mío, y no quisisteis mi reprensión;
ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía.
y digas: ¡Cómo aborrecí el castigo, y mi corazón menospreció la reprensión;
Camino a la vida es guardar el castigo; mas el que deja la reprensión, yerra.
El que ama el castigo ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión, es carnal.
El hijo sabio toma el castigo del padre; mas el burlador no escucha la reprensión.
Aprovecha la reprensión en el entendido, más que cien azotes en el loco.
Mejor es la reprensión manifiesta que el amor oculto.
Mejor es oír la reprensión del sabio, que la canción de los locos.
Los cuales le dijeron: Ezequías dice así: Día de angustia, de reprensión y de blasfemia, es este día; porque los hijos han llegado hasta la rotura del agua, y no hay fuerza en la que da a luz.
porque vine, y nadie apareció; llamé, y nadie respondió. ¿Ha llegado a acortarse mi mano, para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; torno los ríos en desierto; hasta pudrirse sus peces, y morirse de sed por falta de agua.
Porque he aquí que el SEÑOR vendrá con fuego; y sus carros, como torbellino, para tornar su ira en furor; y su reprensión en llama de fuego.
Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprensión en todos los mandamientos y estatutos del Señor.
Bástale al tal esta reprensión hecha por muchos;
Y el Dios de paz os santifique completamente; para que vuestro espíritu, alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida del Señor nuestro, Jesús el Cristo.
Manda, pues, esto, para que sean sin reprensión.
que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta que aparezca nuestro Señor Jesús el Cristo,
Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de él sin mácula, y sin reprensión, en paz.