'Sabía' en la Biblia
Y despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía.
En quien hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tuviere tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.
Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Vamos, déjame ahora allegarme a ti; pues no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás, si te allegares a mí?
Y aconteció, que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo con Él hablado.
Entonces Balaam dijo al Ángel de Jehová: He pecado, pues no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré.
Y el Ángel de Jehová respondió a Manoa: Aunque me detengas no comeré de tu pan; mas si quieres hacer holocausto, sacrifícalo a Jehová. Y no sabía Manoa que Aquél era el Ángel de Jehová.
Y Ahías hijo de Ahitob, hermano de Icabod, hijo de Finees, hijo de Elí, sacerdote de Jehová en Silo, llevaba el efod; y no sabía el pueblo que Jonatán se había ido.
Y dijo David a Abiatar: Yo sabía que estando allí aquel día Doeg el idumeo de seguro se lo haría saber a Saúl. Yo he ocasionado la muerte de todas las personas de la casa de tu padre.
Yo entonces me puse sobre él, y lo maté, porque sabía que no podía vivir después de su caída; y tomé la corona que tenía en su cabeza, y el brazalete que traía en su brazo, y los he traído acá a mi señor.
Y aconteció que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes.
Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hable con él.
Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y tomó de ella su manto lleno de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era.
¿Quién es el que oscurece el consejo sin conocimiento? Por tanto yo hablaba lo que no entendía; cosas muy maravillosas para mí, que yo no sabía.
Se levantaron testigos falsos; me demandaron lo que no sabía;
La mujer sabia edifica su casa: Mas la necia con sus manos la derriba.
Por cuanto yo sabía que eres obstinado, y tendón de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce,
Ahora han sido creadas, no en días pasados; ni antes de este día las habías oído, para que no digas: He aquí que yo lo sabía.
Sí, nunca lo habías oído, ni nunca lo habías conocido; ciertamente no se abrió antes tu oído; porque yo sabía que habrías de ser desleal, por tanto, desde el vientre has sido llamado rebelde.
Sucedió además, un día después que mató a Gedalías, cuando nadie lo sabía aún,
Y oró a Jehová, y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.
Porque sabía que por envidia le habían entregado.
Porque no sabía lo que hablaba; pues estaban aterrados.
Y uno de los escribas que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, vino y le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
Porque él sabía que los príncipes de los sacerdotes por envidia le habían entregado.
Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor y no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
Y cuando el maestresala probó el agua hecha vino, y no sabía de dónde era (mas lo sabían los siervos que habían sacado el agua), el maestresala llamó al esposo,
Y no tenía necesidad de que alguien le diese testimonio del hombre, porque Él sabía lo que había en el hombre.
Y el que había sido sanado no sabía quién fuese; porque Jesús se había apartado de la multitud que estaba en aquel lugar.
Pero esto decía para probarle; pues Él sabía lo que iba a hacer.
Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le iba a entregar.
Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la gente que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
Pues Él sabía quién le iba a entregar, por eso dijo: No sois limpios todos.
Y Jesús sabía que le querían preguntar, y les dijo: ¿Preguntáis entre vosotros de esto que dije: Un poco, y no me veréis; y otra vez, un poco, y me veréis?
Y habiendo dicho esto, volteó hacia atrás, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.
Y saliendo, le seguía; y no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía visión.
Y Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás al príncipe de tu pueblo.