'Saulo' en la Biblia
y echándolo fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un joven que se llamaba Saulo.
Y Saulo consentía en su muerte. Y en aquel día se hizo una gran persecución en la Iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
Entonces Saulo asolaba la Iglesia, entrando por las casas; y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel.
Y Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al príncipe de los sacerdotes,
y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Y los hombres que iban con Saulo, se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas no viendo a nadie.
Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,
Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama la Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora;
Ananías entonces fue, y entró en la casa, y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo, hermano, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Y cuando comió, fue confortado. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.
Pero Saulo se fortaleció más, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, comprobando que éste es el Cristo.
mas las asechanzas de ellos fueron entendidas por Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle.
Y cuando Saulo llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos tenían miedo de él, no creyendo que era discípulo.
Y partió Bernabé a Tarso a buscar a Saulo; y hallado, lo trajo a Antioquía.
lo cual asimismo hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.
Y Bernabé y Saulo volvieron de Jerusalén cumplido su servicio, tomando también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos.
Había entonces en la Iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, y Simón el que se llamaba Niger, y Lucio Cireneo, y Manaén, que había sido criado con Herodes el tetrarca, y Saulo.
Ministrando pues éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra para la cual los he llamado.
el cual estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la Palabra de Dios.
Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, poniendo en él los ojos,
y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
viniendo a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella hora le miré.
Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebraica: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra los aguijones.