'Sigue' en la Biblia
Saliendo ellos de la ciudad, que aún no se habían alejado, dijo José a su mayordomo: Levántate, y sigue a esos hombres; y cuando los alcanzares, diles: ¿Por qué habéis vuelto mal por bien?
Y dijo a los de Sucot: Yo os ruego que deis a la gente que me sigue algunos bocados de pan; porque están cansados, para que yo persiga a Zeba y a Zalmuna, reyes de Madián.
He aquí él estará ahora escondido en alguna cueva, o en algún otro lugar; y si al principio cayeren algunos de los tuyos, lo oirá quien lo oyere, y dirá: El pueblo que sigue a Absalón ha sido derrotado.
Y Ben-adad tornó a enviarle a decir: Así me hagan los dioses, y así me añadan, que el polvo de Samaria no bastará a los puños de todo el pueblo que me sigue.
Rehum canciller, y Simsai escriba, escribieron una carta contra Jerusalén al rey Artajerjes, como se sigue.
Como la justicia es para vida, así el que sigue el mal es para su muerte.
El que labra su tierra, se saciará de pan; mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento.
Abominación es al SEÑOR el camino del impío; mas él ama al que sigue justicia.
El que sigue la justicia y la misericordia, hallará la vida, la justicia, y la honra.
Hay quien todo el día codicia; mas el justo da, y sigue dando.
El que labra su tierra, se saciará de pan; mas el que sigue a los ociosos, se llenará de pobreza.
Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande de ellos, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.
Por tanto, daré a otros sus mujeres, y sus heredades a quien las heredará, porque desde el chico hasta el grande cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos practican el engaño.
Efraín es apacentado del viento, y sigue al solano; mentira y destrucción aumentan continuamente; porque hicieron alianza con los asirios, y el aceite se lleva a Egipto.
Y el que no toma su madero, y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
Y le respondió Juan, diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera los demonios, el cual no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía.
Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no te sigue con nosotros.
Y les habló Jesús otra vez, diciendo: YO SOY la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.
Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la tolerancia, la mansedumbre.
Huye también de los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de limpio corazón.