'Solos' en la Biblia
Y no con vosotros solos concierto yo este pacto y este juramento,
Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías, el silonita; y él estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo.
Y les dijo Zorobabel, y Jesúa, y los demás cabezas de los padres de Israel: No nos conviene edificar con vosotros Casa a nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos al SEÑOR Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro, rey de Persia.
a los cuales fue dada la tierra a ellos sólos, y no pasó extraño por medio de ellos.
Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos; huían a la soledad, al lugar tenebroso, asolado y desierto.
el Dios que hace habitar en familia a los solos; que saca a los aprisionados con grillos; mas los rebeldes habitan en sequedad.
¡Ay de los que juntan casa con casa, y agregan heredad a heredad hasta acabar el término! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?
Levantaos, subid a gente pacífica, que vive confiadamente, dice el SEÑOR, que ni tienen puertas ni cerrojos, que viven solos.
y estos tres varones estuvieren en medio de ella, vivo yo, dijo el Señor DIOS, ni a sus hijos ni a sus hijas librarán; ellos solos serán libres, y la tierra será asolada.
y estos tres varones estuvieren en medio de ella, vivo yo, dijo el Señor DIOS, no librarán a sus hijos ni a sus hijas; ellos solos serán libres.
Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele entre tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
Y seis días después tomó Jesús a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y los sacó aparte solos a un monte alto; y fue transfigurado delante de ellos.
El día siguiente, la multitud que estaba al otro lado del mar, como vio que no había allí otra navecilla sino una, en la cual habían entrado sus discípulos, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en el navío, sino que sus discípulos se habían ido solos;
¿O ha salido de vosotros la palabra de Dios? ¿O a vosotros solos ha llegado?
Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio del Evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna Iglesia me comunicó en razón de dar y recibir, sino vosotros solos.
y Jesús, el que se llama el Justo; los cuales son de la circuncisión, éstos solos son los que me ayudan en el Reino de Dios, y me han sido consuelo.
Por lo cual, no pudiendo esperar más, acordamos quedarnos solos en Atenas,