'Su' en la Biblia
Imponente y temible es; de él mismo proceden su justicia y su grandeza.
Vienen todos ellos para {hacer} violencia, su horda de rostros avanza, recoge cautivos como arena.
Entonces pasará {como} el viento y seguirá, y se le tendrá por culpable, porque hace de su poder su dios.
A todos los saca con anzuelo {el pueblo invasor,} los arrastra con su red y los junta en su malla. Por eso se alegra y se regocija,
por eso ofrece sacrificio a su red y quema incienso a su malla, pues gracias a ellas su pesca es abundante, y suculenta su comida.
¿Vaciará, pues, su red y seguirá matando sin piedad a las naciones?
He aquí el orgulloso: en él, su alma no es recta, mas el justo por su fe vivirá.
Además, el vino traiciona al hombre arrogante, de modo que no se queda en casa. Porque ensancha su garganta como el Seol, y es como la muerte, que nunca se sacia; reúne para sí todas las naciones, y recoge para sí todos los pueblos.
¿Ay del que obtiene ganancias ilícitas para su casa, para poner en alto su nido, para librarse de la mano de la calamidad!
¿Ay del que da de beber a su prójimo! ¿{Ay de ti} que mezclas tu veneno hasta embriagar{lo,} para contemplar su desnudez!
¿De qué sirve el ídolo que su artífice ha esculpido, {o} la imagen fundida, maestra de mentiras, para que {su} hacedor confíe en su obra cuando hace ídolos mudos?
¿Ay del que dice al madero: ``Despierta", {o} a la piedra muda: ``Levántate"! ¿Será esto {tu} maestro? He aquí, está cubierto de oro y plata, y no hay aliento alguno en su interior.
Pero el SEÑOR está en su santo templo: calle delante de El toda la tierra.
Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, y de su alabanza está llena la tierra.
{Su} resplandor es como la luz; tiene rayos {que salen} de su mano, y allí se oculta su poder.
te vieron los montes {y} temblaron, el diluvio de aguas pasó; dio el abismo su voz, levantó en alto sus manos.
El sol {y} la luna se detuvieron en su sitio; a la luz de tus saetas se fueron, al resplandor de tu lanza fulgurante.
Traspasaste con sus {propios} dardos la cabeza de sus guerreros que irrumpieron para dispersarnos; su regocijo {fue} como el de los que devoran en secreto a los oprimidos.