'Todopoderoso' en la Biblia
Y siendo Abram de edad de noventa y nueve años, le apareció Jehová, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.
Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.
Yo me fui llena, mas vacía me ha vuelto Jehová. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?
He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.
Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu; y terrores de Dios me combaten.
¿Acaso pervertirá Dios el derecho, o el Todopoderoso pervertirá la justicia?
Si tú de mañana buscares a Dios, y suplicares al Todopoderoso;
Si escudriñas, ¿podrás entender a Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?
Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y querría razonar con Dios.
Por cuanto él extendió su mano contra Dios, y se ensoberbeció contra el Todopoderoso,
¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a Él?
Verán sus ojos su quebranto, y beberá de la ira del Todopoderoso.
Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿Por qué los que le conocen no ven sus días?
Él es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; y en juicio y en multitud de justicia no afligirá.
Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.
¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso.
y seré Padre a vosotros, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos; y no reposaban día y noche, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.
Diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.
Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.
Y oí a otro que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.
porque son espíritus de demonios, haciendo milagros, que van a los reyes de la tierra y a todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
Y oí como la voz de una gran multitud, y como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, diciendo: ¡Aleluya, porque reina el Señor Dios Todopoderoso!
Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones; y Él las regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Y no vi templo en ella; porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el templo de ella.