42 casos

'Uno' en la Biblia

Y poniéndose el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades, los traían a él; y él poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

Y entrado en uno de estos barcos, el cual era de Simón, le rogó que lo desviase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde el barco a la multitud.

Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conserva.

Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;

Uno que sembraba, salió a sembrar su simiente; y sembrando, una parte cayó junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron.

Y otra parte cayó en buena tierra, y cuando fue nacida, llevó fruto a ciento por uno . Diciendo estas cosas clamaba: El que tiene oídos para oír, oiga.

Estando aún él hablando, vino uno del príncipe de la sinagoga a decirle: Tu hija está muerta, no des trabajo al Maestro.

Y aconteció, que apartándose ellos de él, Pedro dice a Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquí; y hagamos tres tabernáculos: uno para ti, y uno para Moisés, y uno para Elías; no sabiendo lo que decía.

Y aconteció que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré dondequiera que fueres.

Y aconteció que estando él orando en un lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Y respondiendo uno de los doctores de la ley, le dice: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.

Considerad los lirios, cómo crecen; no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

Y dijo esta parábola: Tenía uno una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.

Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en sábado su buey o su asno del pesebre, y lo lleva a beber?

Y oyendo esto uno de los que juntamente estaban sentados a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que comerá pan en el Reino de los cielos.

Y fue y se llegó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase los puercos.

ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.

y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.

Y llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi señor?

Y dijo a sus discípulos: Días vendrán, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.

Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.

Y aconteció, que vuelto él, habiendo tomado el reino, mandó llamar a sí a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno.

Estando él aún hablando, he aquí una multitud; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos; y llegó a Jesús para besarlo.

Y uno de ellos hirió al siervo del príncipe de los sacerdotes, y le quitó la oreja derecha.

(Y tenía necesidad de soltarles uno en la fiesta.)

Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.

Y aconteció que yendo en comunión entre sí, y preguntándose el uno al otro, el mismo Jesús se llegó, e iba con ellos juntamente.

Y respondiendo el uno, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Tú solo peregrino eres en Jerusalén, y no has sabido las cosas que en ella han acontecido estos días?

Y decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?

Sagradas Escrituras (1569)