'Verás' en la Biblia
Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás todos los machos que suben sobre las ovejas cinchados, pintados y overos; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.
El SEÑOR respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré al Faraón; porque con mano fuerte los ha de dejar ir; y con mano fuerte los ha de echar de su tierra.
Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas mis faces no se verán.
Entonces el SEÑOR respondió a Moisés: ¿Se ha acortado la mano del SEÑOR? Ahora verás si te sucede mi dicho, o no.
Y dijo Balac: Ruégote que vengas conmigo á otro lugar desde el cual lo veas; su extremidad solamente verás, que no lo verás todo; y desde allí me lo maldecirás.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel.
Y manda a Josué, anímale, y confórtale; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás.
No verás el buey de tu hermano, o su cordero, perdidos, y te retirarás de ellos; los volverás sin falta a tu hermano.
No verás el asno de tu hermano, o su buey, caídos en el camino, y te esconderás de ellos; con él has de procurar levantarlos.
Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.
Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.
Y verás competidor en mi tabernáculo, en todas las cosas en que hiciere bien a Israel; y en ningún tiempo habrá viejo en tu casa.
Y él respondió: Muy bien. Haré pacto contigo, pero una cosa demando de ti: No verás mi rostro a menos de que cuando vengas a verme traigas a Mical, la hija de Saúl.
Y Micaías respondió: He aquí tú lo verás en aquel día, cuando te vayas metiendo de cámara en cámara para esconderte.
También llevó al rey de Israel la carta que decía: Y ahora, cuando llegue a ti esta carta, he aquí, {verás} que te he enviado a mi siervo Naamán para que lo cures de su lepra.
Y un capitán sobre cuya mano el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si el SEÑOR hiciera ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.
A lo cual aquel príncipe había respondido al varón de Dios, diciendo: Aunque el SEÑOR hiciera ventanas en el cielo, ¿pudiera ser eso? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.
Y cuando llegues allá, verás allí a Jehú hijo de Josafat hijo de Nimsi; y entrando, haz que se levante de entre sus hermanos, y llévalo a la cámara.
Y le dijo: Ven conmigo, y verás mi celo por el SEÑOR. Lo pusieron, pues, en su carro.
Y Micaías respondió: He aquí tú lo verás aquel día, cuando te entrarás de cámara en cámara para esconderte.
Mas extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y verás si no te blasfema en tu rostro.
Mas extiende ahora tu mano, y tócalo a él mismo, y a su carne, y verás si no te blasfema en tu rostro.
Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Restaura mi alma de sus quebranta-mientos, mi vida de los leones.
Cof Espera al SEÑOR, y guarda su camino, y él te ensalzará para heredar la tierra; cuando los pecadores sean talados, lo verás.
Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.
Cercano está Jehová á todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras.
No verás a aquel pueblo espantable, pueblo de lengua oscura de entender, de lengua tartamuda, que no lo comprendas.
Verás a Sion, ciudad de nuestras solemnidades; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud; tienda que no será desarmada, ni sus estacas serán arrancadas, ni ninguna de sus cuerdas será rota.
Entonces verás, y resplandecerás; y se maravillará y ensanchará tu corazón, que se haya vuelto a ti la multitud del mar, que la fortaleza de los gentiles haya venido a ti.
Y me dijo: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la Casa de Israel hace aquí, para alejarme de mi Santuario? Mas vuélvete aún, y verás abominaciones mayores.
Y me dijo: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen éstos.
Y me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que éstas.
El SEÑOR alejó tus juicios, echó fuera tu enemigo; El SEÑOR es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal.
¿Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano.
diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da a nosotros? Tú lo verás.
¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja, echaré fuera la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga, que está en tu ojo? Hipócrita, echa primero fuera de tu ojo la viga, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
Respondió Jesús y le dijo: Porque te dije, te vi debajo de la higuera, crees; cosas mayores que éstas verás.
Respondieron y le dijeron: ¿Es que tú también eres de Galilea? Investiga, y verás que ningún profeta surge de Galilea.
Jesús le dice: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios?
Ahora pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y quedarás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. Y luego cayeron en él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quién le diera la mano.
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase loco, para ser de veras sabio.