'Agripa' en la Biblia
Pasados varios días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea y fueron a saludar a Festo.
Entonces Agripa {dijo} a Festo: A mí también me gustaría oír al hombre. Mañana --dijo* {Festo}-- lo oirás.
Así que al día siguiente, cuando Agripa y Berenice entraron al auditorio en medio de gran pompa, acompañados por los comandantes y los hombres importantes de la ciudad, por orden de Festo, fue traído Pablo.
Y Festo dijo*: Rey Agripa y todos los demás aquí presentes con nosotros; {aquí} veis a este {hombre} acerca de quien toda la multitud de los judíos, tanto en Jerusalén como aquí, me hizo una petición declarando a gritos que no debe vivir más.
Pero no tengo nada definido sobre él para escribirle a mi señor. Por eso lo he traído ante vosotros, y especialmente ante ti, rey Agripa, para que después de que se le interrogue, yo tenga algo que escribir.
Y Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar en tu favor. Entonces Pablo, extendiendo la mano, comenzó su defensa:
Con respecto a todo aquello de que los judíos me acusan, me considero afortunado, {oh} rey Agripa, de poder presentar hoy mi defensa delante de ti,
Por consiguiente, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial,
Rey Agripa, ¿crees {en} los profetas? Yo sé que crees.
Y Agripa {respondió} a Pablo: En poco tiempo me persuadirás a que me haga cristiano.
Y Agripa dijo a Festo: Podría ser puesto en libertad este hombre, si no hubiera apelado al César.