'Allí' en la Biblia
Y Adoni-bezec dijo: Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían {migajas} debajo de mi mesa; como yo he hecho, así me ha pagado Dios. Lo llevaron a Jerusalén, y allí murió.
De allí fue contra los habitantes de Debir (el nombre de Debir antes {era} Quiriat-séfer).
Entonces dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había prometido; y él expulsó de allí a los tres hijos de Anac.
Y llamaron a aquel lugar Boquim; y allí ofrecieron sacrificio al SEÑOR.
Así pues, el SEÑOR permitió que aquellas naciones se quedaran {allí,} sin expulsarlas enseguida, y no las entregó en manos de Josué.
Al sonido de los que dividen las {manadas} entre los abrevaderos, allí repetirán los actos de justicia del SEÑOR, los actos de justicia para con sus campesinos en Israel. Entonces el pueblo del SEÑOR descendió a las puertas.
A sus pies él se encorvó, cayó, quedó tendido; a sus pies se encorvó {y} cayó; donde se encorvó, allí quedó muerto.
Y Gedeón edificó allí un altar al SEÑOR y lo llamó El SEÑOR es Paz, el cual permanece en Ofra de los abiezeritas hasta hoy.
Y el SEÑOR dijo a Gedeón: Todavía el pueblo es demasiado numeroso; hazlos bajar al agua y allí te los probaré. Y será que de quien yo te diga: ``Este irá contigo", ése irá contigo; pero todo aquel de quien yo te diga: ``Este no irá contigo", ése no irá.
De allí subió a Peniel, y les habló de la misma manera; y los hombres de Peniel le respondieron tal como los de Sucot le habían contestado.
Y ellos dijeron: De cierto {te los} daremos. Y tendieron un manto, y cada uno de ellos echó allí un zarcillo de su botín.
Y Gedeón hizo de ello un efod, y lo colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina para Gedeón y su casa.
Entonces Jotam escapó y huyó, y se fue a Beer y permaneció allí a causa de su hermano Abimelec.
Pero había una torre fortificada en el centro de la ciudad, y todos los hombres y mujeres, todos los habitantes de la ciudad, huyeron allí, se encerraron y subieron al techo de la torre.
Y Sansón descendió a Timnat y vio allí a una mujer de las hijas de los filisteos.
Entonces el padre descendió adonde {estaba} la mujer; y Sansón hizo allí un banquete, porque así acostumbraban hacer los jóvenes.
Y Sansón fue a Gaza, y allí vio a una ramera y se llegó a ella.
Y el edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los filisteos estaban allí. Y sobre la azotea {había} como tres mil hombres y mujeres mirando mientras Sansón {los} divertía.
Y había un joven de Belén de Judá, de la familia de Judá, que era levita y forastero allí.
Y los hijos de Dan enviaron de su tribu, de entre todos ellos, a cinco hombres, hombres valientes de Zora y Estaol, a reconocer la tierra y explorarla; y les dijeron: Id, explorad la tierra. Y llegaron a la región montañosa de Efraín, a la casa de Micaía, y se hospedaron allí.
De allí pasaron a la región montañosa de Efraín y llegaron a la casa de Micaía.
Allí se desviaron y llegaron a la casa del joven levita, a la casa de Micaía, y le preguntaron cómo estaba.
Y los cinco hombres que fueron a reconocer la tierra subieron {y} entraron allí, {y} tomaron la imagen tallada, el efod, los ídolos domésticos y la imagen de fundición, mientras el sacerdote estaba junto a la entrada de la puerta con los seiscientos hombres con armas de guerra.
Pero su concubina cometió adulterio contra él, y ella se fue de su lado, a la casa de su padre en Belén de Judá, y estuvo allí por espacio de cuatro meses.
Y su suegro, el padre de la joven, lo retuvo, y se quedó con él tres días. Y comieron, bebieron y se alojaron allí.
El hombre se levantó para irse, pero su suegro insistió, de modo que pasó allí la noche otra vez.
Y se desviaron allí para entrar {y} alojarse en Guibeá. Cuando entraron, se sentaron en la plaza de la ciudad porque nadie los llevó a {su} casa para pasar la noche.
Y él le dijo: Estamos pasando de Belén de Judá a la parte más remota de la región montañosa de Efraín, {pues} soy de allí. Fui hasta Belén de Judá, y {ahora} voy a mi casa, pero no hay quien me reciba en su casa.
Todos los hijos de Israel y todo el pueblo subieron y vinieron a Betel y lloraron; y permanecieron allí delante del SEÑOR y ayunaron ese día hasta la noche. Y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR.
Y consultaron los hijos de Israel al SEÑOR (porque el arca del pacto de Dios {estaba} allí en aquellos días,
Entonces el pueblo vino a Betel, y permaneció allí delante de Dios hasta la noche; y alzaron sus voces y lloraron amargamente.
Y al día siguiente el pueblo se levantó temprano, y edificaron allí un altar y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz.
Porque cuando contaron al pueblo, he aquí, ninguno de los habitantes de Jabes-galaad estaba allí.
Los hijos de Israel se fueron entonces de allí, cada uno a su tribu y a su familia, y todos ellos salieron de allí para su heredad.