'Bendito' en la Biblia
Y las multitudes que iban delante de El, y las que iban detrás, gritaban, diciendo: ¿Hosanna al Hijo de David! ¿BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¿Hosanna en las alturas!
Porque os digo que desde ahora {en adelante} no me veréis más hasta que digáis: ``BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR."
Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: ¿Hosanna! BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR;
Bendito el reino de nuestro padre David que viene; ¿Hosanna en las alturas!
Mas El callaba y nada respondía. Le volvió a preguntar el sumo sacerdote, diciéndole: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
Bendito {sea} el Señor, Dios de Israel, porque {nos} ha visitado y ha efectuado redención para su pueblo,
He aquí, vuestra casa se os deja desierta; y os digo que no me veréis {más,} hasta que llegue {el tiempo} en que digáis: ``BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR."
diciendo: ¿BENDITO EL REY QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¿Paz en el cielo y gloria en las alturas!
tomaron hojas de las palmas y salieron a recibirle, y gritaban: ¡Hosanna! BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR, el Rey de Israel.
porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén.
de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.
Bendito {sea} el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
El Dios y Padre del Señor Jesús, el cual es bendito para siempre, sabe que no miento.
Bendito {sea} el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los {lugares} celestiales en Cristo,
según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me ha sido encomendado.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,