'Comerá' en la Biblia
y tú los llevarás a tu padre, y comerá, para que te bendiga antes de su muerte.
Benjamín, lobo arrebatador: a la mañana comerá la presa, y a la tarde repartirá los despojos.
la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra; y ella comerá lo que quedó salvo, lo que os ha quedado del granizo; y comerá todo árbol que os produce fruto en el campo.
Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Esta será la ordenanza de la Pascua: Ningún extraño comerá de ella;
mas todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que lo hubieres circuncidado.
En una casa se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa, ni quebraréis hueso en él.
Mas si algún extranjero peregrinare contigo, y quisiere hacer la pascua al SEÑOR, séale circuncidado todo varón, y entonces se llegará a hacer este sacrificio, y será como el natural de la tierra; pero ningún incircunciso comerá de ella.
Si un buey acorneare hombre o mujer, y a causa de ello muriere, el buey será apedreado, y no se comerá su carne; mas el dueño del buey será absuelto.
Y comerán aquellas cosas con las cuales fue hecha la reconciliación, para llenar sus manos para ser santificados; mas el extranjero no comerá, porque son santas.
Y si sobrare algo de la carne de las consagraciones y del pan hasta la mañana, quemarás al fuego lo que hubiere sobrado; no se comerá, porque es cosa santa.
Y el sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos; sin levadura se comerá en el lugar santo; en el atrio del tabernáculo del testimonio lo comerán.
Y todo presente de sacerdote será enteramente quemado; no se comerá.
El sacerdote que la ofreciere por el pecado, la comerá; en el lugar santo será comida, en el atrio del tabernáculo del testimonio.
Todo varón de entre los sacerdotes la comerá: es cosa santísima.
Mas no se comerá de la expiación de pecado alguna, de cuya sangre se haya llevado al tabernáculo del testimonio para reconciliar en el santuario: al fuego será quemada.
Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; será comida en el lugar santo; porque es cosa santísima.
Mas la carne de su sacrificio de la paz para hacimiento de gracias, se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.
Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, el día que ofreciere su sacrificio será comido; y lo que de él quedare, se comerá al día siguiente;
Y la carne que tocare alguna cosa inmunda, no se comerá; al fuego será quemada; mas toda persona limpia comerá de esta carne.
Y todo reptil que se va arrastrando sobre la tierra, es abominación; no se comerá.
Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que peregrina entre vosotros comerá sangre.
Y cuando hubiereis entrado en la tierra, y plantareis todo árbol de comer, circuncidaréis el prepucio de su fruto; tres años os será incircunciso; su fruto no se comerá.
El pan de su Dios, de lo santísimo y de las cosas santificadas, comerá.
Cualquier varón de la simiente de Aarón que fuere leproso, o padeciere flujo de simiente, no comerá de las santificaciones hasta que esté limpio; y el que tocare cualquiera cosa inmunda de mortecino, o el varón del cual hubiere salido derramamiento de semen;
la persona que lo tocare, será inmunda hasta la tarde, y no comerá de las santificaciones, antes que haya lavado su carne con agua.
Y cuando el sol se pusiere, será purificado; y después comerá de las santificaciones, porque su pan es.
Mortecino ni despedazado por fiera no comerá, para contaminarse con ello. Yo soy el SEÑOR.
Ningún extraño comerá santificación; el huésped del sacerdote, ni el jornalero, no comerá santificación.
Mas el sacerdote, cuando comprare persona de su dinero, ésta comerá de ella, y el nacido en su casa; éstos comerán de su pan.
Pero la hija del sacerdote, cuando se casare con varón extraño, ella no comerá de la apartadura de las santificaciones.
Mas si la hija del sacerdote fuere viuda, o repudiada, y no tuviere prole, y se hubiere regresado a la casa de su padre, como en su juventud, comerá del pan de su padre; pero que ningún extraño coma de él.
En el mismo día se comerá; no dejaréis de él para otro día. Yo soy el SEÑOR.
se abstendrá de vino y de sidra; vinagre de vino, ni vinagre de sidra no beberá, ni beberá algún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas.
Todo el tiempo de su nazareato, de todo lo que se hace de vid de vino, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá.
En el santuario la comerás; todo varón comerá de ella; cosa santa será para ti.
Esto también será tuyo: la ofrenda elevada de sus dones. Todas las ofrendas mecidas de los hijos de Israel, he dado a ti, y a tus hijos, y a tus hijas contigo, por estatuto para siempre; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán al SEÑOR, serán tuyas; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
Dios lo sacó de Egipto; tiene fuerzas como el unicornio; comerá a los gentiles sus enemigos, y desmenuzará sus huesos, y los asaeteará con sus saetas.
Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme al deseo de tu alma, según la bendición del SEÑOR tu Dios que él te habrá dado; el inmundo y el limpio la comerá, como la de corzo o de ciervo.
Y toda serpiente de alas os será inmunda; no se comerá.
Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él la comerá; o véndela al extranjero; porque tú eres pueblo santo al SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y solamente serás oprimido y quebrantado todos los días.
Plantarás viñas y labrarás, mas no beberás vino, ni cogerás uvas; porque el gusano las comerá.
y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.
para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comerá, porque nada le habrá quedado, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te apretará en todas tus ciudades.
y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que diere a luz; pues los comerá escondidamente, a falta de todo, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te apretará en tus ciudades;
Porque yo le introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerá, y se saciará, y se engordará; y se volverá a dioses ajenos, y les servirán, y me enojarán, y anularán mi pacto.
Ella no comerá cosa que proceda de vid que da vino; no beberá vino ni sidra, y no comerá cosa inmunda; ha de guardar todo lo que le mandé.
Y cuando entrareis en la ciudad, le encontraréis luego, antes que suba al lugar alto a comer; pues el pueblo no comerá hasta que él haya venido, por cuanto él ha de bendecir el sacrificio, y después comerán los convidados. Subid, pues, ahora, porque ahora le hallaréis.
Tú pues le labrarás las tierras, tú con tus hijos, y tus siervos, y encerrarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para mantenerse; y Mefi-boset el hijo de tu señor comerá pan perpetuamente a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.
Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.
No oigáis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: Dadme bendición, y salid a mí, y cada uno comerá de su vid, y de su higuera, y cada uno beberá las aguas de su pozo;
¿Por ventura se comerá lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo?
Del fruto de su boca el hombre comerá bien; mas el alma de los prevaricadores morirá de hambre.
La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.
El que guarda la higuera, comerá su fruto; y el que guarda a su señor, será honrado.
Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo?
Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho enojo y dolor e ira.
Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos.
Comerá manteca y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.
y será que a causa de la abundancia de leche que darán, comerá manteca; ciertamente manteca y miel comerá el que quedare en medio de la tierra.
Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre; y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su brazo;
La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.
Parte de él quemará en el fuego; con otra parte de él comerá carne, asará asado, y se saciará. Después se calentará, y dirá, ¡Oh! me he calentado, fuego he visto;
He aquí que el Señor DIOS me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos como ropa de vestir se envejecerán; los comerá polilla.
porque como a vestidura, los comerá polilla, como a lana, los comerá gusano; mas mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salud por siglos de siglos.
No edificarán, y otro morará; no plantarán, y otro comerá, porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos perpetuarán las obras de sus manos.
El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y a la serpiente el polvo será su comida; no afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo el SEÑOR.
Y comerá tu mies y tu pan, que habían de comer tus hijos y tus hijas; comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras; y tus ciudades fuertes en que tú confías, tornará en nada a espada.
Y les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y cada uno comerá la carne de su amigo, en el cerco y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus almas.
El mes primero, a los catorce días del mes, tendréis la pascua, que será fiesta de siete días; se comerá pan sin levadura.
porque he aquí, que yo levanto pastor en la tierra, que no visitará las perdidas, no buscará la pequeña, no curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas; sino que se comerá la carne de la gruesa, y romperá sus uñas.
Y oyendo esto uno de los que juntamente estaban sentados a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que comerá pan en el Reino de los cielos.
Vuestro oro, y plata están corrompidos de orín, y su orín os será testimonio en contra, y comerá del todo vuestras carnes, como fuego. Habéis allegado tesoro para los postreros días.