'Cómo' en la Biblia
Y Adoni Bezec dijo: ``Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían {migajas} debajo de mi mesa. Como yo he hecho, así me ha pagado Dios." Lo llevaron a Jerusalén (Ciudad de Paz), y allí murió.
Entonces dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había prometido. Y él expulsó de allí a los tres hijos de Anac.
"Por lo cual también dije: `No los echaré de delante de ustedes, sino que serán {como espinas} en su costado, y sus dioses les serán lazo para ustedes.'"
Por dondequiera que iban, la mano del SEÑOR estaba contra ellos para mal, tal como el SEÑOR había dicho y como el SEÑOR les había jurado, y se angustiaron en gran manera.
Sin embargo no escucharon a sus jueces, porque se prostituyeron siguiendo a otros dioses, y se postraron ante ellos. Se apartaron pronto del camino en que sus padres habían andado en obediencia a los mandamientos del SEÑOR. No hicieron como {sus padres.}
para probar por medio de ellas a Israel, a ver si guardan o no el camino del SEÑOR, y andan en él como {lo} hicieron sus padres."
Se habían terminado los campesinos, se habían terminado en Israel, Hasta que yo, Débora, me levanté, Hasta que me levanté, {como} madre en Israel.
Entonces los sobrevivientes descendieron sobre los nobles. El pueblo del SEÑOR vino a mí como guerreros.
Los príncipes de Isacar {estaban} con Débora; Como {estaba} Isacar, así {estaba} Barac. Al valle se apresuraron pisándole los talones. Entre las divisiones de Rubén {Había} grandes resoluciones de corazón.
Así perezcan todos Tus enemigos, oh SEÑOR. Pero sean los que Te aman como la salida del sol en toda su fuerza." Y el país tuvo descanso por cuarenta años.
Porque subían con su ganado y sus tiendas, y entraban como langostas en multitud. Tanto ellos como sus camellos eran innumerables, y entraban en la tierra para devastarla.
``Ah Señor," le respondió Gedeón, `` ¿cómo libraré a Israel? Mi familia es la más pobre en Manasés, y yo el menor de la casa de mi padre."
Pero el SEÑOR le dijo: ``Ciertamente Yo estaré contigo, y derrotarás a Madián como a un solo hombre."
Gedeón tomó diez hombres de sus siervos e hizo como el SEÑOR le había dicho. Pero como temía mucho a la casa de su padre y a los hombres de la ciudad para hacer esto de día, lo hizo de noche.
Entonces Gedeón dijo a Dios: ``Si has de librar a Israel por mi mano, como has dicho,
voy a poner un vellón de lana en la era. Si hay rocío solamente en el vellón y toda la tierra queda seca, entonces sabré que librarás a Israel por mi mano, como has dicho."
E hizo bajar el pueblo al agua. Y el SEÑOR dijo a Gedeón: ``Pondrás a un lado a todo aquél que lame el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodilla para beber."
Los Madianitas, los Amalecitas y todos los hijos del oriente estaban recostados en el valle, numerosos como langostas; y sus camellos eran innumerables, tan numerosos como la arena a la orilla del mar.
``Mírenme," les dijo, ``y hagan lo mismo que yo. Y cuando yo llegue a las afueras del campamento, como yo haga, así harán ustedes.
De allí subió Gedeón a Peniel, y les habló de la misma manera; y los hombres de Peniel le respondieron tal como los de Sucot le habían contestado.
Después dijo a Zeba y a Zalmuna: `` ¿Qué clase de hombres {eran} los que ustedes mataron en Tabor?" ``Eran como tú," respondieron ellos, ``cada uno parecía hijo de rey."
Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: ``Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza (valentía)." Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello.
``Ahora pues, si ustedes han procedido con verdad e integridad al hacer rey a Abimelec, y si han procedido bien con Jerobaal y su casa, y si han procedido con él como él merecía
Al ver Gaal a la gente, dijo a Zebul: ``Mira, viene gente bajando de las cumbres de los montes." ``Estás viendo la sombra de los montes como {si fueran} hombres," le dijo Zebul.
Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama y siguió a Abimelec, y {las} pusieron sobre la fortaleza; prendieron fuego a la fortaleza sobre los que estaban {adentro,} y murieron también todos los de la torre de Siquem, como 1,000 hombres y mujeres.
Los Israelitas respondieron al SEÑOR: ``Hemos pecado, haz con nosotros como bien te parezca. Sólo te rogamos que nos libres en este día."
Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: ``El SEÑOR es testigo entre nosotros. Ciertamente haremos como has dicho."
sucederá que cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los Amonitas, será del SEÑOR, o lo ofreceré como holocausto."
La mujer fue y se lo dijo a su marido: ``Un hombre de Dios vino a mí, y su aspecto era como el aspecto del ángel de Dios, muy imponente. Yo no le pregunté de dónde {venía,} ni él me hizo saber su nombre.
Y Manoa le preguntó: ``Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser el modo de vivir del muchacho y cuál su vocación?"
Pero su mujer le contestó: ``Si el SEÑOR hubiera deseado matarnos, no habría aceptado el holocausto ni la ofrenda de cereal de nuestras manos; tampoco nos habría mostrado todas estas cosas, ni nos habría permitido ahora oír {cosas} como éstas."
Pero el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con gran poder, y lo despedazó como se despedaza un cabrito, aunque no tenía nada en su mano. Pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho.
Y los hombres de Judá dijeron: `` ¿Por qué han subido contra nosotros?" Y ellos dijeron: ``Hemos subido para prender a Sansón a fin de hacerle como él nos ha hecho."
De Judá descendieron 3,000 hombres a la hendidura de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: `` ¿No sabes que los Filisteos reinan sobre nosotros? ¿Qué, pues, es esto que nos has hecho?" ``Como ellos me hicieron, así les he hecho," contestó él.
Al llegar él a Lehi, los Filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron de sus manos.
Los príncipes de los Filisteos fueron a ella y le dijeron: ``Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará 1,100 {monedas} de plata."
Dalila le dijo a Sansón: ``Te ruego que me declares dónde está tu gran fuerza y cómo se te puede atar para castigarte."
Sansón le respondió: ``Si me atan con siete cuerdas frescas que no se hayan secado, me debilitaré y seré como cualquier {otro} hombre."
Y ella tenía {hombres} al acecho en un aposento interior. Entonces le dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pero él rompió las cuerdas como se rompe un hilo de estopa cuando toca el fuego. Así que no se descubrió {el secreto de} su fuerza.
Entonces Dalila dijo a Sansón: ``Mira, me has engañado y me has dicho mentiras. Ahora pues, te ruego que me declares cómo se te puede atar."
``Si me atan fuertemente con sogas nuevas que no se hayan usado," le respondió él, ``me debilitaré y seré como cualquier {otro} hombre."
Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pues los {hombres} estaban al acecho en el aposento interior. Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo.
Dalila entonces dijo a Sansón: ``Hasta ahora me has engañado y me has dicho mentiras. Declárame, ¿cómo se te puede atar?" ``Si tejes siete trenzas de mi cabellera con la tela y la aseguras con una clavija," le dijo él, ``entonces me debilitaré y seré como cualquier {otro} hombre."
Así que ella le dijo: `` ¿Cómo puedes decir: `Te quiero,' cuando tu corazón no está conmigo? Me has engañado estas tres veces y no me has declarado dónde reside tu gran fuerza."
Y como ella le presionaba diariamente con sus palabras y le apremiaba, su alma se angustió hasta la muerte.
El le reveló, pues, todo {lo que había} en su corazón, diciéndole: ``Nunca ha pasado navaja sobre mi cabeza, pues he sido Nazareo para Dios desde el vientre de mi madre. Si me cortan el cabello, mi fuerza me dejará y me debilitaré y seré como cualquier {otro} hombre."
Ella entonces dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Y él despertó de su sueño, y dijo: ``Saldré como las otras veces y escaparé." Pero no sabía que el SEÑOR se había apartado de él.
El edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los Filisteos estaban allí. Y sobre la azotea {había} como 3,000 hombres y mujeres mirando mientras Sansón {los} divertía.
El Levita consintió en quedarse con el hombre, y el joven fue para él como uno de sus hijos.
En aquellos días no había rey en Israel. Y por aquel tiempo la tribu de los Danitas buscaba para sí una heredad donde habitar, porque hasta entonces ninguna heredad se le había asignado como le correspondía entre las tribus de Israel.
Allí se desviaron y llegaron a la casa del joven Levita, a la casa de Micaía, y le preguntaron cómo estaba.
Y él respondió: ``Ustedes se han llevado mis dioses que yo hice, también al sacerdote, y se han marchado, ¿y qué me queda? ¿Cómo, pues, me dicen: ` ¿Qué pasa?'"
Y todos los que {lo} veían, decían: ``Nada como esto {jamás} ha sucedido ni se ha visto desde el día en que los Israelitas subieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy. Considérenlo, tomen consejo y hablen."
Entonces salieron todos los Israelitas, desde Dan hasta Beerseba, incluyendo la tierra de Galaad, y la congregación se reunió al SEÑOR como un solo hombre en Mizpa.
(Y los hijos de Benjamín oyeron que los Israelitas habían subido a Mizpa). Entonces los Israelitas preguntaron: ``Dígan{nos,} ¿cómo ocurrió esta maldad?"
Entonces todo el pueblo se levantó como un solo hombre y dijeron: ``Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni ninguno de nosotros volverá a su casa.
Así se juntaron contra la ciudad todos los hombres de Israel, como un solo hombre.
Los Israelitas subieron contra los de Benjamín al tercer día, y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá como las otras veces.
Salieron los hijos de Benjamín contra el pueblo, y fueron alejados de la ciudad. Comenzaron como las otras veces a herir y a matar a algunos del pueblo por los caminos, uno de los cuales sube a Betel (Casa de Dios) y el otro a Guibeá, en campo abierto. Y {mataron a} unos treinta hombres de Israel.
Y los hijos de Benjamín dijeron: ``Están derrotados delante de nosotros como la primera vez." Pero los Israelitas dijeron: ``Huyamos para que los alejemos de la ciudad hacia los caminos."
entonces los hombres de Israel regresarían a la batalla. Y los de Benjamín empezaron a herir y matar a unos treinta hombres de Israel, porque dijeron: ``Ciertamente están derrotados delante de nosotros como en la primera batalla."
Pero cuando la nube de humo como columna empezó a levantarse de la ciudad, los de Benjamín miraron tras sí; y de toda la ciudad subía {humo} al cielo.
Entonces los hombres de Israel se volvieron contra los hijos de Benjamín y los hirieron a filo de espada, a toda la ciudad, así como el ganado y todo lo que encontraron; también prendieron fuego a todas las ciudades que hallaron.