'Diciendo' en la Biblia
Cuando un hombre eche mano a su hermano en la casa de su padre, {diciendo:} Tú tienes manto, serás nuestro jefe, y estas ruinas {estarán} bajo tu mando,
ese día {el otro} se indignará, diciendo: No seré {vuestro} sanador, porque en mi casa no hay ni pan ni manto; no debéis nombrarme jefe del pueblo.
Porque siete mujeres echarán mano de un hombre en aquel día, diciendo: Nuestro pan comeremos y con nuestra ropa nos vestiremos; tan sólo déjanos llevar tu nombre; quita nuestro oprobio.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria.
Y se dio aviso a la casa de David, diciendo: Los arameos han acampado en Efraín. Y se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo como se estremecen los árboles del bosque ante el viento.
``Porque Aram ha tramado mal contra ti, {junto con} Efraín y el hijo de Remalías, diciendo:
Pues así me habló el SEÑOR con gran poder y me instruyó para que no anduviera en el camino de este pueblo, diciendo:
Han pasado por el desfiladero, {diciendo:} Geba será nuestro alojamiento. Ramá está aterrada, y Guibeá de Saúl ha huido.
Aun los cipreses {y} los cedros del Líbano se alegran a causa de ti, {diciendo:} ``Desde que fuiste derribado, no ha subido talador contra nosotros."
Ha jurado el SEÑOR de los ejércitos, diciendo: Ciertamente, tal como lo había pensado, así ha sucedido; tal como lo había planeado, así se cumplirá:
Pero ahora el SEÑOR habla, diciendo: Dentro de tres años, como los contaría un jornalero, la gloria de Moab será despreciada con toda {su} gran muchedumbre, y {su} remanente {será} muy pequeño {y} débil.
porque el SEÑOR de los ejércitos lo ha bendecido, diciendo: Bendito es Egipto mi pueblo, y Asiria obra de mis manos, e Israel mi heredad.
en aquel tiempo el SEÑOR habló por medio de Isaías, hijo de Amoz, diciendo: Ve y quítate el cilicio de tus lomos, y desata las sandalias de tus pies. Así lo hizo, y anduvo desnudo y descalzo.
Avergüénzate, Sidón, porque habla el mar, la fortaleza del mar, diciendo: No he estado de parto, ni he dado a luz, no he educado jóvenes, {ni} he criado vírgenes.
ni que Ezequías os haga confiar en el SEÑOR, diciendo: `Ciertamente el SEÑOR nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria.'
``{Cuidado,} no sea que Ezequías os engañe, diciendo: `El SEÑOR nos librará.' ¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de la mano del rey de Asiria?
Pero ellos se quedaron callados y no le respondieron palabra alguna; porque el rey había dado un mandato, diciendo: No le respondáis.
Y {les} oyó decir acerca de Tirhaca, rey de Etiopía: Ha salido a pelear contra ti. Y cuando {lo} oyó, envió mensajeros a Ezequías, diciendo:
Así diréis a Ezequías, rey de Judá: ``No te engañe tu Dios en quien tú confías, diciendo: `Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria.'
Entonces la palabra del SEÑOR vino a Isaías, diciendo:
El artífice anima al fundidor, {y} el que alisa a martillo al que bate el yunque, diciendo de la soldadura: Está bien. Entonces asegura {su obra} con clavos, {para que} no se mueva.
Y del resto hace un dios, su ídolo. Se postra delante de él, {lo} adora, y le ruega, diciendo: Líbrame, pues mi dios eres tú.