'Dio' en la Biblia
Tronó el SEÑOR desde los cielos, y el Altísimo dio su voz.
Joab dio al rey la cifra del censo del pueblo: había en Israel ochocientos mil hombres valientes que sacaban espada, y los de Judá {eran} quinientos mil hombres.
Y acercándose los días de la muerte de David, dio órdenes a su hijo Salomón, diciendo:
Salomón se despertó y vio que había sido un sueño. Entró en Jerusalén y se puso delante del arca del pacto del SEÑOR; ofreció holocaustos e hizo ofrendas de paz, y también dio un banquete para todos sus siervos.
Y sucedió que al tercer día después de dar yo a luz, esta mujer también dio a luz; estábamos juntas, nadie de fuera estaba con nosotras en la casa, solamente nosotras dos.
Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar.
Dio, pues, Hiram a Salomón todo lo que deseaba de las maderas de cedro y de ciprés.
El SEÑOR dio sabiduría a Salomón, tal como le había prometido, y hubo paz entre Hiram y Salomón, y los dos hicieron un pacto.
Entonces el rey dio órdenes, y sacaron grandes piedras, piedras costosas, para echar los cimientos de la casa con piedras labradas.
(Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón maderas de cedro y de ciprés y oro conforme a todo su deseo), que el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en la tierra de Galilea.
Entonces ella dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca más entró tanta abundancia de especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, además de lo que le dio conforme a su real magnificencia. Después ella se volvió, y regresó a su tierra con sus siervos.
Salieron de Madián y fueron a Parán; tomaron consigo hombres de Parán y fueron a Egipto, a Faraón, rey de Egipto, que dio a Hadad una casa, le asignó alimentos y le dio tierra.
Y halló Hadad gran favor ante los ojos de Faraón, que le dio por mujer a la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes.
Y la hermana de Tahpenes le dio a luz a su hijo Genubat, a quien Tahpenes destetó en casa de Faraón; y Genubat permaneció en casa de Faraón entre los hijos de Faraón.
Aquel mismo día dio una señal, diciendo: Esta es la señal de que el SEÑOR ha hablado: ``He aquí, el altar se romperá y las cenizas que están sobre él se derramarán."
El SEÑOR, pues, herirá a Israel, como se agita una caña en el agua, y El arrancará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá más allá del río {Eufrates,} porque han hecho sus Aseras, provocando a ira al SEÑOR.
Pero por amor a David, el SEÑOR su Dios le dio una lámpara en Jerusalén, levantando a su hijo después de él y sosteniendo a Jerusalén;
Entonces Zimri entró, lo hirió, y le dio muerte, en el año veintisiete de Asa, rey de Judá, y reinó en su lugar.
Y Elías tomó al niño, lo bajó de la cámara alta a la casa y se lo dio a su madre; y Elías dijo: Mira, tu hijo vive.
Abdías fue al encuentro de Acab, y le dio aviso; y Acab fue al encuentro de Elías.
Entonces se volvió, dejando de seguirle, tomó el par de bueyes y los sacrificó, y con los aparejos de los bueyes coció su carne, y {la} dio a la gente y ellos comieron. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
Entonces halló a otro hombre y le dijo: Te ruego que me hieras. Y el hombre le dio un golpe, hiriéndolo.
Pero la mujer concibió y dio a luz un hijo al año siguiente en el tiempo que Eliseo le había dicho.
¿No son el Abaná y el Farfar, ríos de Damasco, mejor que todas las aguas de Israel? ¿No pudiera yo lavarme en ellos y ser limpio? Y dio la vuelta, y se fue enfurecido.
Cuando partió de allí, encontró a Jonadab, hijo de Recab, {que venía} a su encuentro, lo saludó y le dijo: ¿Es recto tu corazón como mi corazón es con el tuyo? Y Jonadab respondió: Lo es. {Y Jehú dijo:} Si lo es, da{me} la mano. Y le dio su mano y lo hizo subir al carro.
Y les dio orden, diciendo: Esto es lo que haréis: una tercera parte de vosotros, los que entran en el día de reposo y hacen la guardia en la casa del rey,
Entonces el sacerdote dio a los capitanes de centenas las lanzas y los escudos que {habían sido} del rey David, que {estaban} en la casa del SEÑOR.
Entonces {Joiada} sacó al hijo del rey y le puso la corona, y {le dio el libro} del testimonio; hicieron rey {a Joás} y lo ungieron, y batiendo palmas, gritaron: ¡Viva el rey!
Pero el sacerdote Joiada dio orden a los capitanes de centenas que estaban al mando del ejército, y les dijo: Sacadla de entre las filas, y al que la siga, matadlo a espada. Porque el sacerdote había dicho: No la matéis en la casa del SEÑOR.
Y el SEÑOR dio a Israel un libertador, y escaparon del poder de los arameos; y habitaron los hijos de Israel en sus tiendas como antes.
Pero a los hijos de los asesinos no les dio muerte, conforme a lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó, diciendo: No se dará muerte a los padres por los hijos, ni se dará muerte a los hijos por los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado.
Pul, rey de Asiria, vino contra el país, y Manahem dio a Pul mil talentos de plata para que su mano estuviera con él para fortalecer el reino bajo su mando.
Y Oseas, hijo de Ela, tramó una conspiración contra Peka, hijo de Remalías, y lo hirió y le dio muerte; y reinó en su lugar, en el año veinte de Jotam, hijo de Uzías.
El rey de Asiria lo escuchó, y el rey de Asiria subió contra Damasco y la tomó, y se llevó a {su pueblo} al destierro en Kir, y dio muerte a Rezín.
Entonces el rey Acaz dio órdenes al sacerdote Urías, diciendo: Quema sobre el gran altar el holocausto de la mañana y la ofrenda de cereal de la tarde, el holocausto del rey y su ofrenda de cereal, con el holocausto de todo el pueblo de la tierra y con su ofrenda de cereal y sus libaciones; y rocía sobre él toda la sangre del holocausto y toda la sangre del sacrificio. Pero el altar de bronce será para mí para consultar.
Y Ezequías {le} dio toda la plata que se hallaba en la casa del SEÑOR y en los tesoros de la casa del rey.
Entonces el sumo sacerdote Hilcías dijo al escriba Safán: He hallado el libro de la ley en la casa del SEÑOR. E Hilcías dio el libro a Safán, y {éste} lo leyó.
Y Joacim dio la plata y el oro a Faraón, e impuso contribuciones al país para entregar el dinero conforme al mandato de Faraón. Exigió la plata y el oro del pueblo de la tierra, a cada uno conforme a sus bienes, para dárselo a Faraón Necao.
Entonces los hirió el rey de Babilonia y les dio muerte en Ribla, en la tierra de Hamat. Así Judá fue llevado al cautiverio, lejos de su tierra.
y {para} su sustento, se le dio de continuo una ración de parte del rey, una porción para cada día, todos los días de su vida.
Los hijos {que} Cetura, concubina de Abraham, dio a luz, {fueron} Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa. Y los hijos de Jocsán {fueron} Seba y Dedán.
Los hijos de Judá {fueron} Er, Onán, y Sela; {estos} tres le nacieron de Bet-súa la cananea. Y Er, primogénito de Judá, fue malo ante los ojos del SEÑOR, quien le dio muerte.
Y Tamar, su nuera, le dio a luz a Pérez y a Zera. Judá tuvo cinco hijos en total.
Y Abigail dio a luz a Amasa, y el padre de Amasa {fue} Jeter ismaelita.
Cuando Azuba murió, Caleb tomó por mujer a Efrata, la cual dio a luz a Hur.
Después Hezrón se unió a la hija de Maquir, padre de Galaad, y la tomó {por mujer} cuando él tenía sesenta años; y ella dio a luz a Segub.
Y después de la muerte de Hezrón en Caleb-efrata, Abías, mujer de Hezrón, dio a luz a Asur, padre de Tecoa.
Y el nombre de la mujer de Abisur {era} Abihail, y ella dio a luz a Ahbán y a Molid.
Sesán dio a su hija por mujer a Jarha su siervo, y ella dio a luz a Atai.
Y Efa, concubina de Caleb, dio a luz a Harán, a Mosa y a Gazez. Y Harán engendró a Gazez.
También dio a luz a Saaf, padre de Madmana, a Seva, padre de Macbena y padre de Gibea; y la hija de Caleb {fue} Acsa.
Y Naara le dio a luz a Ahuzam, Hefer, Temeni y Ahastari. Estos {fueron} los hijos de Naara.
Los hijos de Esdras {fueron} Jeter, Mered, Efer y Jalón. (Estos son los hijos de Bitia, hija de Faraón, que Mered tomó {por mujer.}) {Bitia} concibió y {dio a luz} a Miriam, a Samai y a Isba, padre de Estemoa.
Y su mujer Jehudaía dio a luz a Jered, padre de Gedor, a Heber, padre de Soco, y a Jecutiel, padre de Zanoa.
Los hijos de Manasés {fueron} Asriel, a quien su concubina aramea dio a luz; ella dio a luz {también} a Maquir, padre de Galaad.
Y Maaca, mujer de Maquir, dio a luz un hijo, y le llamó Peres; y el nombre de su hermano {fue} Seres, y sus hijos {fueron} Ulam y Requem.
Y su hermana Hamolequet dio a luz a Isod y Abiezer y Mahala.
Después se unió a su mujer, y ella concibió y dio a luz un hijo, y él lo llamó Bería, porque la calamidad había venido sobre su casa.
Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó {frente} a ellos y se puso en orden de batalla contra ellos. Y cuando David se puso en orden de batalla para enfrentarse a los arameos, {éstos} pelearon contra él.
Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató de los arameos a siete mil {hombres} de los carros y cuarenta mil hombres de a pie, también dio muerte a Sofac, comandante del ejército.
Y Joab dio a David el total del censo de {todo} el pueblo. Y en todo Israel había un millón cien mil hombres que sacaban espada; y en Judá {había} cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada.
Y David dio a Ornán el peso de seiscientos siclos de oro por el lugar.
Y dio órdenes David de reunir a los extranjeros que {estaban} en la tierra de Israel, y designó canteros para labrar piedras para edificar la casa de Dios.
Todos éstos {fueron} los hijos de Hemán, el vidente del rey, para ensalzarle conforme a las palabras de Dios, porque Dios dio a Hemán catorce hijos y tres hijas.
Entonces David dio a su hijo Salomón el plano del pórtico {del templo,} de sus edificios, almacenes, aposentos altos, cámaras interiores y del lugar del propiciatorio;
Entonces ella dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca hubo especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, más de lo que había traído al rey. Después ella se volvió y regresó a su tierra con sus siervos.
Después de ella tomó a Maaca, hija de Absalón, y ella le dio a Abías, Atai, Ziza y Selomit.
Y obró sabiamente, y distribuyó a algunos de sus hijos por todos los territorios de Judá y de Benjamín, por todas las ciudades fortificadas, les dio alimento en abundancia, y {les} buscó muchas mujeres.
¿No sabéis que el SEÑOR, Dios de Israel, dio a David el reino sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos con pacto de sal?
Y todo Judá se alegró en cuanto al juramento, porque habían jurado de todo corazón y le habían buscado sinceramente, y El se dejó encontrar por ellos. Y el SEÑOR les dio tranquilidad por todas partes.
Y les dio órdenes, diciendo: Así haréis en el temor del SEÑOR, con fidelidad y de todo corazón.
El reino de Josafat estuvo en paz, porque su Dios le dio tranquilidad por todas partes.
Su padre les había dado muchos presentes de plata, oro y cosas preciosas, y ciudades fortificadas en Judá, pero dio el reino a Joram porque era el primogénito.
Entonces el sacerdote Joiada dio a los capitanes de cientos las lanzas y los escudos grandes y pequeños que {habían sido} del rey David, que {estaban} en la casa de Dios.
Pero a sus hijos no les dio muerte, sino que {hizo} conforme a lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó, diciendo: No se dará muerte a los padres por los hijos, ni se dará muerte a los hijos por los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado.
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte; y oró al SEÑOR, y El le habló y le dio una señal.
Entonces Hilcías dijo al escriba Safán: He hallado el libro de la ley en la casa del SEÑOR; e Hilcías dio el libro a Safán.
Y Safán llevó el libro al rey y le dio más noticias, diciendo: Todo lo que fue encomendado a tus siervos, lo están haciendo.
Ciro, rey de Persia, los hizo sacar por mano del tesorero Mitrídates, que los dio contados a Sesbasar, príncipe de Judá.
En aquel tiempo Tatnai, gobernador de {la provincia} al otro lado del río, y Setar-boznai y sus compañeros vinieron a ellos y les hablaron así: ¿Quién os dio orden de reedificar este templo y de terminar este edificio?
Entonces preguntamos a aquellos ancianos, {y} les dijimos así: `` ¿Quién os dio orden de reedificar este templo y de terminar este edificio?"
Esta es la copia del decreto que el rey Artajerjes dio al sacerdote Esdras, el escriba, instruido en las palabras de los mandamientos del SEÑOR y de sus estatutos para Israel:
Algunos de los jefes de {casas} paternas contribuyeron para la obra. El gobernador dio para el tesoro mil dracmas de oro, cincuenta tazones {y} quinientas treinta túnicas sacerdotales.
Lo que dio el resto del pueblo {fue} veinte mil dracmas de oro, dos mil minas de plata y sesenta y siete túnicas sacerdotales.
La joven le agradó y halló favor delante de él, por lo que se apresuró en proveerle cosméticos y alimentos; le dio siete doncellas escogidas del palacio del rey, y la trasladó con sus doncellas al mejor lugar del harén.
Ester no dio a conocer ni su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no {los} diera a conocer.
Entonces el rey hizo un gran banquete para todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester. También concedió un día de descanso para las provincias y dio presentes conforme a la liberalidad del rey.
El rey tomó de su mano el anillo de sellar y se lo dio a Amán, hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los judíos.
Le dio también una copia del texto del decreto que había sido promulgado en Susa para la destrucción de los judíos, para que {se la} mostrara a Ester y le informara, y le mandara que ella fuera al rey para implorar su favor y para interceder ante él por su pueblo.
Aquella noche el rey no podía dormir y dio orden que trajeran el libro de las Memorias, las crónicas, y que las leyeran delante del rey.
Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester {le} había revelado lo que era él para ella.
Entonces el rey se quitó el anillo que había recobrado de Amán, y se lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán.
Entonces Mardoqueo salió de la presencia del rey en vestiduras reales de azul y blanco, con una gran corona de oro y un manto de lino fino y púrpura; y la ciudad de Susa dio vivas y se regocijó.
y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; bendito sea el nombre del SEÑOR.
a ellos solos se les dio la tierra, y ningún extranjero pasó entre ellos.
Cuando El dio peso al viento y determinó las aguas por medida;